Una experiencia para olvidar: la Copa América de 1987 con Maradona

Ese año el equipo de Bilardo llegaba como el campeón del mundo y jugaba la competencia de local, pero el equipo no funcionó y finalizó en la cuarta posición. Apenas ganó un partido, frente a Ecuador. Uruguay fue el campeón

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Ese año el equipo de Bilardo llegaba como el campeón del mundo y jugaba la competencia de local, pero el equipo no funcionó y finalizó en la cuarta posición. Apenas ganó un partido, frente a Ecuador. Uruguay fue el campeón
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La 33º edición de la Copa América cayó en Argentina. Con una organización acorde a lo que genera esta clase de competiciones, el país se preparaba para otra fiesta luego de festejar el campeonato del mundo del año anterior, en México, con la estelar presencia de Diego Armando Maradona, en ese entonces el mejor jugador del mundo y en quien se posaban todos los ojos del "mundo fútbol", casi como pasa en el presente.

El equipo de Carlos Bilardo, cuestionado antes del Mundial, glorificado después, llegaba con todo a su favor: la localía, el apoyo de su gente, el clima triunfalista y una especie de "trámite" por delante. Pero las cosas no fueron como se esperaban y la Selección ni siquiera pudo ocupar un pedestal del podio. Un fracaso rotundo.

El torneo se dividió en tres grupos. Argentina cayó en el A, junto a Perú y Ecuador. En el B estuvieron Brasil, Chile y Venezuela, mientras que el C aparecieron Colombia, Bolivia y Paraguay. En tanto, Uruguay, último campeón en 1983 (sin sede fija), se clasificó directamente a las semifinales.

Argentina no tuvo el comienzo esperado. El 27 de junio debutó en el Monumental ante 40 mil personas y no pasó del empate ante Perú. Fue 1-1 contra el rival que casi lo deja afuera del Mundial de México '86. Maradona marcó la ventaja transitoria, pero Luis Reyna igualó el marcador. El 2 de julio, la Selección venció con comodidad al débil Ecuador por 3-0. Fue con goles de Claudio Caniggia y Maradona (uno de penal, otro de tiro libre) para encarrilar la clasificación a semis.

Por ser el peor líder de grupos en puntos (Chile y Colombia ganaron sus grupos con cuatro unidades), la Selección debía medirse ante Uruguay. El antecedente más fresco marcaba un 1-0 a favor de la Albiceleste, nada más y nada menos que en los octavos de final del pasado Mundial. Pero de local y con todo a favor, Argentina sucumbió con "La Celeste" y quedó afuera de "su" Copa América. Él único gol del partido lo anotó Antonio Alzamendi, tras un desacople defensivo, a los 43 minutos de juego. El resultado anestesió a la mayoría de los 75 mil espectadores que colmaron el Monumental.

Con poco vuelo futbolístico, con un Maradona intermitente y un nivel de juego que dejaba ver las falencias del equipo, Argentina se quedó sin final. Para decorar una competencia olvidable, el seleccionado de Bilardo cayó 2-1 ante Colombia en el partido por el tercer puesto. Gabriel Jaime Gómez y Juan Jairo Galeano marcaron para los cafeteros, mientras que Caniggia, a cuatro del final, descontó para una deslucida y desmotivada Selección. El partido se terminó jugando bajó una incesante cortina de lluvia y niebla.

El campeón fue Uruguay, que con sólo dos partidos jugados levantó la Copa. En la final derrotó 1-0 a Chile con tanto de Pablo Bengoechea y así se llevó toda la alegría del continente al suelo charrúa. La tristeza no fue sólo argentina, sino también brasileña. La verdeamarela tuvo una bajísima producción y ni siquiera pudo pasar la fase de grupos. "El Penta" goleó 5-0 a Venezuela en el debut, pero ante Chile cayó por un rotundo 4-0 y así tuvo que volver a casa.

Hoy, 24 años después, los grandes de Latinoamérica quieren imponer su sello en una nueva edición de la Copa América. Todas las miradas van con Argentina, que de la mano de Batista quiere dejar atrás el último título en Ecuador 1993 y volver a festejar. La localía, su gente y el ambiente forman el cuadro ideal, aunque claro, de nada sirve confiarse. La historia se encarga de ratificarlo, una y otra vez.