:quality(85)/arc-anglerfish-arc2-prod-infobae.s3.amazonaws.com/public/HWNDMSI2WFANJOVQJWO2VD3WP4 992w)
En cadena nacional venezolana y durante el discurso del 199 aniversario de la firma de la Declaración de Independencia, Hugo Chávez aseveró que la jerarquía católica sigue en su "empeño" de tratar de sembrar terror.
Tras negar pretenda implementar un modelo comunista en el país, aseveró que los venezolanos no merecen un cardenal como Urosa.
"Este pueblo merece otro cardenal (...) merece respeto de los jerarcas de la Iglesia católica", apuntó. A juicio de Chávez, el "supercardenal venezolano" debería ser Mario Moronta.
El primer vicepresidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor Baltazar Porras, sostuvo que las palabras de Chávez contra el cardenal demuestran desesperación y una táctica que consiste simplemente en insultar.
Aseguró que la violencia, la pobreza y la corrupción son los verdaderos problemas que el Ejecutivo pretende "tapar".
La Mesa de la Unidad Democrática rechazó a través de un comunicado la arremetida contra el purpurado: "La agresión no es sólo a su persona y al pueblo católico, sino a todo el pueblo venezolano que, con independencia de las creencias de cada quien, sabe ser respetuoso de las personas, y máxime de aquellas que por las ejecutorias de su vida limpia se han ganado un sitio de honor en el gentilicio (...) El Presidente de la República debe aprender a comportarse como hombre, como ciudadano y como primer magistrado".