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Raúl Flores, detenido tras confesar el crimen del tesorero del gremio camionero Abel Beroiz, logró fugarse de una cárcel santafesina escondido en una bolsa de panes, por lo cual las autoridades dijeron que pasarán a disponibilidad a varios oficiales encargados de su custodia.
La planificada fuga se concretó a las 9 de ayer, revelaron a DyN fuentes penitenciarias y señalaron que Flores aprovechó su desempeño en la panadería del penal de la localidad de Piñero para tener acceso a las camionetas que llevan el pan que allí se elabora a un institución asistencial.
Los voceros dijeron que el recluso, de 26 años, se escondió en una de las bolsas vacías de entre las muchas que llevan kilos de panes desde el penal hacia el Instituto de Recuperación del Adolescente en Riesgo (IRAR) de Rosario.
Flores logró ocultarse dentro de una bolsa de grandes proporciones y así fue introducido en la camioneta que transporta el pan y es vigilada por el servicio penitenciario. Después, cuando la camioneta circulaba por avenida Perón al 6700, en la zona oeste de Rosario, Flores se arrojó al pavimento y comenzó a correr sin que los custodios pudieran alcanzarlo.
Por otra parte, el director del Servicio Penitenciario de Santa Fe, Mariano Buffarini, manifestó a DyN que "se labraron las actuaciones tomándole declaración a los testigos y al personal encargado de vigilarlo".
"Por esta situación mucha gente va a tener que ser pasada a disponibilidad", admitió el funcionario ante una consulta sobre la responsabilidad de los custodios en la fuga del joven.
Los reclusos de la cárcel de Piñero elaboran pan para otros Institutos Penales de la provincia y el reparto está tercerizado y permanentemente tiene asignada custodia del Servicio Penitenciario.
El tesorero de la Federación Argentina de Camioneros, Abel Beroiz, de 71 años, murió en la madrugada del 28 noviembre de 2007 en el hospital de Emergencias de Rosario tras recibir tres balazos y siete puñaladas el día anterior.
Beroiz fue atacado por dos jóvenes en un subsuelo del estacionamiento del Automóvil Club Argentino, ubicado debajo de la céntrica plaza Montenegro. Allí, los atacantes dejaron una agenda con su foto y datos personales que orientaron las investigaciones hacia Raúl Oscar Flores, quien confesó la autoría material del crimen.
La justicia penal procesó a ocho personas, entre ellas dos gremialistas, con distintos niveles de responsabilidad aunque no pudo determinar hasta hoy la autoría intelectual del crimen. En ese marco, siguen detenidos como coautores de homicidio calificado el gremialista Juan Carlos Dell´Arciprete y el gestor Julio Gerez, mientras Alejandro Lázaro se encuentra imputado pero en libertad de acuerdo a la reforma del Código Penal de la provincia. Además, como partícipes secundarios están acusadas otras tres personas y una ex pareja de Flores, que se encuentra en libertad e imputada de encubrimiento.
Fuentes judiciales recordaron que se espera que la justicia resuelva la situación de Raúl Luna, segundo de Beroiz en el gremio, y señalado por familiares de la víctima como posible instigador del crimen. Luna había sido apresado el 25 de agosto, luego de que una pericia telefónica detectó cruces de llamadas con otros acusados y está imputado como presunto autor intelectual del asesinato.