El ejecutivo compró títulos de ese banco mientras encabezaba la junta de la Reserva Federal de Nueva York.
La decisión se produce luego de que el futuro del banco central se pusiera en duda, con proyectos de reforma en la Cámara de Representantes y el Senado que establecen funciones muy diferentes para la institución.
Este fue el último intento de la Fed para responder a una ola de críticas, de que fue demasiado buena con Wall Street y no hizo lo suficiente para proteger a los consumidores de las prácticas financieras riesgosas.
"Me dice que ellos se están sintiendo un poco presionados", comentó Paul Markowski, presidente de Global Research Partners en Nueva York.
En mayo, Stephen Friedman, el ex jefe del banco de inversión Goldman Sachs, renunció a su puesto de presidente de la junta de la Fed de Nueva York tras las críticas en su contra por tener acciones de la firma.
En el caso de Friedman, la posesión de acciones de Goldman violaba la política de la Fed en el momento en que la firma, sacudida por la crisis financiera, fue obligada a convertirse en una compañía bancaria holding de manera de calificar para la ayuda directa del Tesoro y de la Fed.
Con esta experiencia en mente, las nuevas normas de posesión de acciones abarcan una definición más amplia de lo que se define como firma financiera.
El episodio fue vergonzoso para el banco central y generó una revisión interna de las prácticas de gobierno de la Fed que apuntaron a impedir todo potencial conflicto de interés. La Fed de Nueva York jugó un rol fundamental en el rescate de Wall Street, ayudando a que la acción de Goldman tuviera una rápida recuperación.