Con este emprendimiento se prevé elevar la producción de la planta puntana en 50%, con el consiguiente aumento en la dotación de personal, que actualmente supera las 200 personas.
El establecimiento cuenta con una moderna tecnología y la capacidad necesaria para producir almidones y jarabes de glucosa y fructosa usados como ingredientes alimenticios en panificación, caramelos y confituras, bebidas y lácteos y también como insumo para las industrias papelera, farmacéutica y de cosméticos.
Este acuerdo ratifica el interés de Ledesma y Cargill por invertir en el procesamiento de maíz en la Argentina, teniendo en cuenta que el mercado local con sus 700 mil toneladas anuales de productos terminados constituye el segundo mayor de América del Sur, después de Brasil.
Futuros emprendimientos
En el actual contexto internacional, este acuerdo es una clara expresión del compromiso inversor de ambas empresas, de su confianza en el potencial agroindustrial de nuestro país y de una visión estratégica común.
Dentro de los próximos 5 años ambas empresas discutirán y resolverán respecto de la constitución de una nueva sociedad a fin de instalar una nueva fábrica de molienda húmeda de maíz en la República Argentina. En esta nueva sociedad Cargill tendría una participación en el capital social de no menos del 70%, y Ledesma lo haría en hasta un 30 por ciento.
Para Ledesma, la asociación posibilitará su consolidación como importante proveedor de almidones y jarabes de la región. En consecuencia, se potenciarán el conocimiento del mercado que Ledesma posee en la Argentina, con la experiencia tecnológica y el alcance global de Cargill.