La gira que inició el prestigio del fútbol argentino

El triunfo ante la URSS hace 31 años cambió la mirada del mundo hacia el fútbol local, y dio inicio a una etapa de protagonismo. Un repaso por una historia rica y con algunas caídas, tal como muestra una famosa foto. Encuesta Infobae.com

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El 20 de marzo de 1976, en la helada Kiev, la selección, que era dirigida por César Luis Menotti, derrotó 1 a 0 al poderoso combinado soviético, por entonces una de las potencias de Europa.

Con un gol de Mario Alberto Kempes y una actuación fantástica de Hugo Orlando Gatti en el arco de la representación albiceleste, los sudamericanos iniciaron la gira europea que marcó, además, el nacimiento del nuevo prestigio de la Selección Argentina.

Cuando una cuestionable estadística de la FIFA ubica por primera vez a la Argentina en el tope del ranking mundial de selecciones, vale la pena recordar el inicio de este camino, con un recorrido de tres décadas que ubicó al fútbol nacional en un primer plano lleno de logros y conquistas.

El triunfo nacional representó, además, superar en ese encuentro amistoso a un equipo que hacía cinco años no perdía de local y que contaba en su filas al mejor jugador del continente de esa temporada, el ruso Olej Blökhin.

Hasta ese momento, era costumbre dejar una muy mala imagen en las presentaciones en el exterior, con giras que contenían en su mayoría choques con clubes locales de países europeos y que se afrontaban con equipos que se formaban prácticamente en los aviones.

De vez en cuando se producía algún golpe de efecto, como el triunfo en 1973 ante Alemania Federal en Münich (3-2), pero eran siempre logros aislados que no cambiaban la realidad del fútbol local. La llegada de Menotti como entrenador de las selecciones nacionales le dio prioridad a la representación de Argentina y luego de un año y medio de pruebas y búsquedas se encaró la primera gira internacional por Europa.

El choque ante la URSS fue emblemático e inolvidable ya que Argentina ganó un partido muy disputado sobre una superficie no habitual para los sudamericanos, como era un campo cubierto de nieve.

El gol de Kempes, en el primer tiempo, desató el ataque desenfrenado de los locales que buscaron alcanzar el empate, pero ante ellos se levantó una muralla con Gatti a la cabeza, quien jugó su mejor partido en la Selección.

Con unos pantalones largos y una gorra de lana en forma de tocado, el "Loco" hizo mil piruetas para convertirse en la estrella de la fría tarde. Años después el ex arquero de Boca reconoció que si no fuera por el ataque constante de los rusos, ese día se hubiera "muerto por el frío" en el arco, y también contó que antes de entrar al segundo tiempo se tomó un sorbo de whisky para entrar en calor.

Esa gira internacional ya delineaba el plantel que luego se llenaría de figuras claves en los años siguientes de la Selección, como Daniel Passarella, Américo Gallego, Alberto Tarantini, Osvaldo Ardiles, Oscar Ortíz y Ricardo La Volpe.

La gira continuó con éxito cuatro días después cuando en la ciudad polaca de Chorzow venció a la poderosa selección local por 2 a 1, luego de ir perdiendo 1 a 0.

Polonia, que venía de salir tercera en el Mundial de Alemania 1974, sufrió el juego exquisito de los argentinos y los goles convertidos por René Houseman y Héctor Scotta sirvieron para una victoria épica.

De todas formas, el triunfo fue poco festejado ya que se jugó el mismo día (24 de marzo) que un golpe militar derrocó al gobierno constitucional de Isabel Perón y se iniciaba un oscuro proceso que dejaría duras secuelas en la memoria de los argentinos.

La victoria ante los polacos sirvió, además, para reafirmar el crecimiento del fútbol argentino y si bien la gira se cerró con una derrota 2 a 0 ante Hungría, en Budapest, el prestigio de la Selección comenzó un lento reconocimiento que llega hasta nuestros días.

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