Messi y un clásico inolvidable: tres goles ante el Real

Marcó los tres tantos con los que el Barcelona empató ante su eterno rival. Lionel tuvo su día inolvidable en el fútbol con un último gol a los 90 minutos. Todo esto, ante 100.000 personas. Capello sufrió por segunda vez la habilidad del delantero

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Lionel Messi difícilmente olvidará el sábado 10 de marzo de 2007: no sólo anotó tres goles sino que esos tantos fueron para el Barcelona jugando contra el Real Madrid en el Nou Camp. Encima, era su primer clásico de local.

Acostumbrado a las grandes batallas a pesar de su corta edad, Messi se llevó así todos los laureles en una noche de particular acción, donde los espectadores atónitos vieron cuatro goles en menos de 30 minutos de partido. Y esos tantos tuvieron sólo dos protagonistas.

Van Nistelrooy abrió el marcador a sólo 4 minutos para el Real Madrid, pero Lionel Messi empató a los 10 tras una fantástica jugada. Apenas instantes después, el holandés marcó el segundo para los visitantes de penal. El argentino volvió a amargarle la tarde al equipo merengue a los 27 minutos, cuando anotó la igualdad.

Ya en el segundo tiempo, Sergio Ramos sacó un remate de cabeza para poner el marcador 3-2 en favor del Real Madrid.

Cuando todo parecía terminarse y quedar a favor del Real Madrid, una genialidad de Messi despertó los más eufóricos gritos desde las tribunas del estadio que pocas veces asistió a semejante conquista.

En España ahora aseguran que nadie podrá olvidar este clásico en años, el mejor de los últimos tiempos.

Tan sólo cinco puntos separan a Real Madrid y Barcelona, por lo que una victoria de los blancos esta noche era hacer comenzar una segunda parte en el campeonato.

Los tantos de Messi le permitirán entrar en la historia del club catalán, ya que se suma a la lista de históricos delanteros que han sido capaces de marcar tres tantos al máximo rival.

El argentino se dio a conocer futbolísticamente en el verano de 2005, en un partido precisamente ante el Juventus de Fabio Capello.

Tras aquel partido, el técnico italiano admitió que "se había enamorado" del juego del argentino.

Su gran progresión se vio frenada el año pasado cuando sufrió una lesión que le mantuvo de baja durante unos cuantos meses y lastró su presencia en el Mundial.

Esta temporada, una lesión en noviembre también le había impedido lucir su mejor fútbol, pero en cuanto se ha recuperado, ha ofrecido su mejor fútbol, justo cuando el equipo más lo necesitaba.

Crónica del partido
El primer tiempo, jugado a gran ritmo y en el que se consiguieron cuatro tantos, no tuvo nada que ver con el segundo; en el que el Madrid acechó el área azulgrana y se adelantó en el marcador antes de que apareciera Messi.

La falta de fiabilidad de ambos equipos quedó reflejada antes del cuarto de hora inicial. En 13 minutos, ya se habían conseguido tres goles, dos del Real Madrid y uno del Barça en un generalizado desbarajuste, especialmente por parte de los locales, que regalaron el primer tanto, en un error de Thuram, y encajaron el segundo de penalti, tras una acción de Oleguer sobre Guti.

En ambas ocasiones, decidió van Nistelrooy (m.5 y m.13). La locura se instaló en el Camp Nou en el arranque. El Barça jugó con fuego. Rijkaard puso en práctica un agresivo 3-4-3, el mismo sistema que le hizo ganar en Zaragoza y en Liverpool, aunque no para seguir adelante en la 'Champions'.

El Real Madrid, con un 4-4-2, tuvo en Guti a su luz. El madridista jugó a placer en los primeros minutos, cosa que aprovechó su equipo para adelantarse dos veces en el marcador. El tanto inicial de van Nistelrooy fue de típico cazagoles.

Se encontró con un mal rechace de Thuram en el borde del área y no tuvo problemas para decidir. El empate llegó tras una perfecta conexión entre Eto'o y Messi, uno de los más destacados hoy.

El argentino sorprendió a Casillas y equilibró el marcador en el minuto 11, pero un minuto después Guti fue derribado en el área en un indiscutible penalti, van Nistelrooy volvió a poner a su equipo por delante (1-2) en un impensable arranque.

En cuanto la mejor versión de la tripleta Ronaldinho-Eto'o-Messi hizo su aparición, en cuanto Iniesta y Xavi templaron el juego, el Barça creció. Le costó un cuarto de hora equilibrar el partido.

Fue en una jugada entre Eto'o y Ronaldinho que Casillas desbarató inicialmente, pero Messi, muy atento, equilibró el partido (2-2) en el minuto 28.

Desde ese momento y hasta el final del primer tiempo, poco antes de que Oleguer fuera expulsado por doble amonestación, los azulgrana mostraron su mejor fútbol y acumularon tres buenas ocasiones para desequilibrar el partido. Messi, que fue una pesadilla para Torres, tuvo una ocasión clara, pero falló sólo ante Casillas en el minuto 32.

En el 39, Eto'o no pudo remachar en la boca del gol, en una jugada en la que se interpuso Michel Salgado, e Iniesta remató con intención en el 44. El Real Madrid, que sufrió mucho, tuvo una única llegada por medio de Higuaín (m.38).

La expulsión de Oleguer (m.45), después de que viera la segunda amarilla por una entrada a Gago, cambió absolutamente el decorado con vistas al segundo tiempo, que se inició con la sustitución de Eto'o por Sylvinho para equilibrar el equipo. Con un futbolista más, el balón fue para el Madrid.

Apareció Higuaín, que tuvo más presencia como media punta y fue el protagonista de las dos primeras aproximaciones de su equipo (m.48 y m.50). El partido ya no tenía la velocidad de crucero. El Barça esperaba, sin tantas armas, y el Real Madrid no desesperaba y aguardaba su oportunidad, en un juego de nervios.

Y la ocasión de los de Capello llegó y no una, sino tres claras de Van Nistelrooy en tres minutos, del 65 al 68. En las tres, Valdés estuvo soberbio. En la primera, el holandés se fue de Puyol, encaró al meta y éste salvó en una intervención de mérito.

Tampoco van Nistelrooy pudo batir al portero azulgrana en un remate cercano, ni en una tercera acción en el minuto 68. Pero nada pudo hacer en el 73, cuando un remate de Sergio Ramos de espaldas a portería supuso el 2-3 después de una falta sacada por Guti y rematada por el central madridista.

A partir de entonces, el Barcelona echó el resto y tuvo un par de llegadas, por parte de Márquez y de Iniesta, pero las contras del Madrid crearon mucho peligro. En el minuto 91, en una de las escasas jugadas ofensivas azulgranas, Ronaldinho conectó con Messi y el argentino firmó la jugada del partido y la rúbrica de su magnífica intervención.

Regateó a Helguera, superó a Sergio Ramós y batió a Casillas de un tremendo zurdazo.

Fue el 3-3, un resultado que, visto el desarrollo, del partido tiene más valor para los azulgrana que para el Real Madrid.

Esta fue la 154 edición de este clásico y en las 76 ocasiones que se han enfrentado en el campo del Barcelona, el Real Madrid ha ganado 17 veces y ha cosechado ahora 16 empates.

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