Una mujer, cansada de depilarse, decidió dejar crecer su barba: “Me siento realmente hermosa”

Coral no se afeita hace un año. Lo hacía simultáneamente desde los 12 y decidió abandonar el hábito para lucir su rostro completamente natural

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Coral Sánchez tomó la decisión de dejarse la barba (@coralrenaie14)
Coral Sánchez tomó la decisión de dejarse la barba (@coralrenaie14)

Coral Sánchez, una estadounidense de 29 años, pasó los últimos 14 afeitándose la barba todas las mañanas. La joven padece hirsutismo, una afección en las mujeres que resulta un crecimiento excesivo de vello oscuro y grueso similar a la barba de los hombres. Cada día, Coral se preocupó por intentar ocultar el bello facial que le crecía desde muy pequeña.

Después de años de sufrimiento tomó una decisión que hoy la hace más feliz que nunca: dejar de rasurarse. “Ahora me miro en el espejo y sonrío. Me siento genuinamente hermosa”.

Carol feliz luciendo su rostro completamente natural
Carol feliz luciendo su rostro completamente natural

La mujer estadounidense es creadora de contenido y pasó años escondiendo su vello facial, incluso manteniéndolo en secreto de un ex con el que salió durante cuatro años. Su barba, como si fuese un ritual, volvía a crecer a primera hora de la tarde y ella se “cubría” la cara con base y “no dejaba que nadie se acercara” para que no pudieran ver el creciente vello facial.

La joven tiene síndrome de ovario poliquístico, una condición que afecta el funcionamiento de los ovarios y le causa hirsutismo, el crecimiento excesivo de vello oscuro o áspero con un patrón masculino. Pero después de luchar, a los 26 años, Coral se dio cuenta de que no podía seguir afeitándose todos los días y comenzó a preguntarse por qué lo hacía.

A sus 29 años la influencer está feliz con su decisión
A sus 29 años la influencer está feliz con su decisión

Está en pareja hace cuatro años con Illias Clark, un escritor y artista que la apoyó en todo momento con su decisión ya que su cuerpo “hace esto naturalmente”.

“Creo que comencé a afeitarme porque era lo que debía hacer. Me daba cuenta de que otros niños hacían comentarios sobre mis pobladas patillas. Me afeitaba todas las mañanas cuando me despertaba y a las 2 de la tarde ya tenía una barba crecida”, explicó.

Hoy Coral se siente más libre, disfruta de la vida y asegura que puede ser bella sin temer al qué dirán. A veces sólo se trata de eso, de aceptarse tal cuál uno es.

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