Pocos platos equilibran tan bien la rapidez con el sabor como el omelette de champiñones. Esta preparación clásica de la cocina internacional conquistó mesas en todo el mundo gracias a su simplicidad, valor nutricional y posibilidades infinitas de adaptación. Ideal para un desayuno energético, un almuerzo rápido o una cena ligera, el omelette de champiñones se prepara en menos de 15 minutos con ingredientes que suelen estar disponibles en cualquier cocina.
Aunque su origen se remonta a la tradición francesa —donde se considera casi una técnica de alta escuela—, el omelette se incorporó con naturalidad en las costumbres alimentarias de América Latina y España. Los champiñones, por su textura y sabor umami, aportan profundidad al plato y lo elevan a una categoría superior sin complicar el proceso. Esta receta admite variaciones al gusto, como la incorporación de quesos, espinacas, cebolla o hierbas aromáticas frescas.
Receta de omelette de champiñones
Para preparar un buen omelette de champiñones, se comienza por saltear los hongos en manteca o aceite hasta que estén dorados. Mientras tanto, se baten los huevos con sal y pimienta, y se vierten en una sartén caliente hasta que cuajen levemente. Se colocan los champiñones sobre una mitad del huevo cocido y se dobla el omelette con cuidado para terminar su cocción. El resultado es un plato cremoso, sabroso y lleno de textura.
Esta receta es especialmente recomendada para quienes buscan una opción nutritiva y rápida, sin necesidad de técnicas complicadas ni ingredientes exóticos. En menos de un cuarto de hora, se puede disfrutar de un plato completo, adaptable a cualquier momento del día.
Tiempo de preparación
El tiempo total estimado para esta receta es de 15 minutos, distribuidos de la siguiente manera:
- Preparación de ingredientes: 5 minutos
- Cocción de los champiñones: 5 minutos
- Cocción del omelette: 5 minutos
Ingredientes
- 2 huevos grandes
- 100 g de champiñones frescos (portobello, champiñón blanco o mixtos)
- 1 cucharadita de manteca o 1 cucharada de aceite de oliva
- Sal fina al gusto
- Pimienta negra recién molida al gusto
- (Opcional) Queso rallado, perejil fresco picado, ajo en polvo o cebolla salteada
Cómo hacer omelette de champiñones, paso a paso
1- Limpiar los champiñones con un paño húmedo o papel de cocina. Cortarlos en láminas finas.
2- Calentar una sartén antiadherente a fuego medio y agregar la manteca o el aceite.
3- Incorporar los champiñones y saltearlos durante 5 minutos, hasta que estén dorados y tiernos. Retirarlos del fuego y reservar.
4- En un bol pequeño, batir los huevos con un tenedor. Añadir sal y pimienta al gusto.
5- Calentar nuevamente la sartén (puede ser la misma) con una pequeña cantidad de aceite, si es necesario.
6- Verter los huevos batidos y mover la sartén suavemente para que se distribuyan de manera uniforme.
7- Cuando el huevo esté casi cuajado pero aún húmedo en la superficie, colocar los champiñones salteados sobre una mitad. Añadir en este punto ingredientes opcionales como queso o hierbas.
8- Doblar el omelette por la mitad con ayuda de una espátula y cocinar 1-2 minutos más, hasta que el interior esté cocido a gusto.
9- Servir inmediatamente, acompañado de pan, ensalada o arroz blanco.
¿Cuántas porciones rinde esta receta?
Esta receta está pensada para una porción individual. Puede adaptarse fácilmente a más comensales duplicando o triplicando las cantidades según sea necesario.
¿Cuál es el valor nutricional de cada porción de esta receta?
Cada porción contiene aproximadamente:
- Calorías: 220 kcal
- Grasas: 15 g
- Grasas saturadas: 4 g
- Carbohidratos: 4 g
- Azúcares: 2 g
- Proteínas: 14 g
Cabe señalar que estas son estimaciones, y los valores nutricionales precisos dependen de los ingredientes específicos utilizados en la preparación y las cantidades de cada porción.
¿Cuánto tiempo se puede conservar esta preparación?
El omelette de champiñones se puede conservar refrigerado por hasta 2 días, siempre dentro de un recipiente hermético. Para recalentarlo, se recomienda utilizar una sartén a fuego bajo o el microondas en intervalos cortos, evitando que se reseque.