Buscan que la “amistad” con pumas y guanacos sea una oportunidad laboral para la gente en Patagonia

Es un proyecto que lleva a cabo la Fundación Rewilding Argentina en el Parque Patagonia, que es una reserva privada ubicada en el noroeste de Santa Cruz. Hoy es el Día Mundial de la Vida Silvestre

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El puma es un gran felino capaz de adaptarse a distintos ambientes y presas. Puede alcanzar los 90 kilos, y su principal presa en Patagonia es el guanaco. Pero algunos productores consideran al puma como una amenaza para el ganado, y los capturan y matan. En el proyecto de la Fundación Rewilding, se busca cambiar la percepción negativa para que se recuperen las poblaciones de pumas. Crédito: Hernán Povedano /F. Rewilding Argentina

Las poblaciones de pumas y guanacos están amenazadas en la Patagonia porque los seres humanos los han cazado durante décadas. Algunos cazan por deportes. Pero otros porque ven a los pumas como depredadores de sus ganados que reducen la productividad de sus emprendimientos ganaderos. Para evitar los conflictos entre productores ganaderos con la conservación de la vida silvestre, avanza un proyecto que busca que la gente se “amigue” con las especies nativas, las cuide y las perciba como una oportunidad laboral.

El proyecto es impulsado por Fundación Rewilding Argentina en el Parque Patagonia, una reserva privada que se encuentra ubicada en el noroeste de la provincia de Santa Cruz, Argentina. A través de diferentes acciones, trabajan por la restauración de ambientes y de las especies nativas con manejo activo. Hoy 3 de marzo es el Día Mundial de la Vida Silvestre.

“Hemos iniciado en Parque Patagonia, un proyecto de recuperación dentro de un ecosistema completo y funcional. Focalizamos en especies claves que tienen roles destacados en el ecosistema de la estepa patagónica, como el puma y los guanacos. Si no están esas especies, el ecosistema puede colapsar”, contó a Infobae Sebastián Di Martino, director de conservación de la Fundación Rewilding Argentina. Las poblaciones de guanacos y pumas son menos abundantes en la actualidad.

“Uno de los problemas es que hay gente que los ve como animales que los perjudican para sus producciones agropecuarias y se generan conflictos entre el interés por la conservación y la ganadería. Para encontrarle una solución, vamos a trabajar de otra forma. En vez de que la gente mate a los pumas o a los guanacos, queremos prevenir y ya trabajamos con productores ganaderos cercanos al Parque Patagonia para que incluyan a perros protectores de ganado que protegen a las ovejas. De esta manera, se ahuyenta a los pumas y otras especies silvestres y los productores no los matan. Se actúa de esta manera con la prevención”, contó.

Una vista del Cañadón de Río Pinturas. En la reserva de Parque Patagonia, están presentes la mayoría de las especies de animales nativos. El problema es que se han reducido las poblaciones. “El puma está, el guanaco está, quizá no en gran número. El mayor desafío es, en general, la mala percepción que hay de estos animales por parte de la gente. Porque para la mayoría, esos animales no significan nada. Y para muchos, incluso, significa un problema”, dijo Sebastián Di Martino, de Fundación Rewilding Argentina. Crédito: Matías Rebak

En algunos establecimientos, aún se usan métodos arcaicos como envenenamientos y matanzas indiscriminadas contra la fauna nativa. En cambio, “se podrían estar usando otros métodos, mucho más racionales, como los perros protectores”, enfatizó. El uso de perros protectores también se ha impulsado en otras provincias como Neuquén y Mendoza, por la organización WCS Argentina, y en Río Negro, organizada por el INTA Bariloche.

La capacitación de la gente también es otra de las acciones. “La presencia cercana del puma y el guanaco en Patagonia se tienen que percibir como una oportunidad para la gente. Por eso trabajamos en la preparación de guías de avistaje de la fauna silvestre”, expresó Di Martino. De esa manera, estiman que muchos pobladores -especialmente jóvenes- se formarán para conocer más sobre la fauna y serán aliados de la conservación.

Ya empezaron con la capacitación a pobladores locales como “rastreadores de fauna”, quienes pueden pasar a trabajar como guías para los turistas y compartir historias interesantes con las intimidades de los animales y sus entornos. De esta forma, serán los propios residentes los que podrán hacer de guías a los viajeros. “Es un atractivo importantísimo y eso mueve las economías locales. El guanaco desplazándose es un espectáculo increíble, y si el guía sabe contar todas estas historias, todo eso a la gente le gusta mucho”, comentó.

“El mayor desafío -reconoció- es la mala percepción que hay de estos animales por parte de la gente. Porque para la mayoría, esos animales no significan nada. Y para muchos, incluso, significa un problema. Buscamos crear empatía hacia esas especies”. El puma es el depredador tope de la región. “De alguna manera son ‘arquitectos´ del ecosistema porque nos ayuda a controlar herbívoros y la vegetación está más sana. Evita la proliferación excesiva de patógenos, que puede ser el origen de pandemias”, subrayó.

El guanaco es un camélido sudamericano de hábitos diurnos y el mayor herbívoro de la Patagonia. Puede pesar 130 kilos. Crédito: Melisa Quintero / Rewilding Argentina

Además del trabajo con los productores y la comunidad local, están desarrollando un estudio sobre las poblaciones de la fauna nativa. En el caso de los guanacos, hacen migraciones desde las mesetas de altura hacia lugares donde sea mejor la provisión de alimento. Pero es una de las situaciones que más les cuesta. Porque les resulta difícil sortear los alambrados de los campos o las estancias. Los adultos intentan saltar y a veces quedan enganchados. Para los chulengos, que son las crías de los guanacos, es casi imposible sobrepasarlos.

Ya se capturaron y colocaron collares con conexión satelital a individuos de guanacos en la reserva de Parque Patagonia para comprender los movimientos migratorios de la especie. Se busca desarrollar estrategias que ayuden a reducir los conflictos con actividades humanas. Con 14 guanacos ya marcados, el equipo de Rewilding ya cuenta con resultados preliminares. Di Martino contó que las rutas utilizadas por los guanacos “son bastantes definidas, usan los mismos cañadones para subir y bajar. Mantener esas migraciones es importantísimo para la especie y para el ambiente, porque es una forma en la que este herbívoro no está todo el tiempo comiendo los mismos pastos. En verano, sube a las mesetas y le da descanso a los pastos de abajo. Es una forma muy eficiente de aprovechar los pastos en un ambiente muy árido. Y de esa forma, los guanacos impactan menos sobre el ambiente”.

Durante el invierno, los grupos de guanacos descienden desde las mesetas para evitar las bajísimas temperaturas y alimentarse de la vegetación, pero se enganchan en alambrados o son atropellados por automovilistas. Para estudiar sus migraciones, les colocaron collares con conexión satelital a 14 individuos de guanacos en Parque Patagonia. Crédito: Franco Bucci.

Al conocer mejor estas rutas migratorias, se podría instalar un determinado tipo de alambre en los lugares donde hay más cruces de guanacos. También puede servir para brindar mayor información a los automovilistas, de modo que tomen mayores precauciones en ciertos tramos y en determinadas épocas del año, cuando cruzan los guanacos. Además, dentro del proyecto tienen en cuenta a especies menos conocidas como el choique, que es la segunda ave corredora más grande de América, y está desprovista de capacidad de vuelo; la gallineta chica, que vive en juncales; y el chinchillón anaranjado, que está en acantilados rocosos. “Ya no alcanza con salvar a las especies -sostuvo Di Martino-. Hay que recuperar lo que perdimos”.

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