Carla Conte y las denuncias de abuso sexual en la farándula: "Está lleno de tipos que están muertos de miedo"

"Durante muchos años era yo la loca: todos iban para un lado y yo iba para otro” dice la conductora de Confrontados que en su momento de alejó de la televisión y luego encontró su lugar desde la militancia feminista y la voz de las mujeres. “Hasta ahora la única justicia que tenemos es la social” agrega sobre las múltiples denuncias de acoso que no fueron castigadas judicialmente.

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"La primera vez que me tocó fue en Este es el show. Y fue traumático", dice Carla Conte sobre cómo se dio el vínculo con el periodismo de espectáculos. "Después volví como panelista en Infama y fue tremendo: era muy crudo en su momento. Yo iba de panelista y no entendía nada, sinceramente. No encontraba lugar".

"Confrontados me agarró en otro momento -aclara sobre el ciclo que conduce en El Nueve con Rodrigo Lussich-. Me encuentra a mí parada en otro lugar y en otro contexto social, que me permitió ir encontrando muy rápido muy lugar desde el feminismo". Y es que hoy, Carla es una de las referentes dentro de la industria en la militancia por los derechos de la mujer. "Durante muchos años era yo la loca: todos iban para un lado y yo iba para otro. Acá vamos todos juntos y eso está buenísimo".

—Durante todos esos años que te sentiste la loca, ¿vos ya entendías que lo que te pasaba estaba enmarcado en el feminismo o solo estabas incómoda con las condiciones?

—No, yo sentía incomodidades: no tenía idea qué hacer con eso. De hecho muchas veces hice cosas mal, de mala manera. Incluso me fui, me corrí, porque yo con eso no podía modificar nada y tampoco tenía esa meta. Lo que entendía era que estaba desubicada. Me corrí porque dije: "Yo acá estoy mal, claramente estoy mal".

—Pero hoy, hay una reivindicación.

—Claro, hay un entender para mí y también entender mi lugar. Siempre tuve como esa sensación de responsabilidad en el medio, desde que parí a mi hija en mi casa y tuve la necesidad de contar y hablar sobre los derechos de la mujer en el parto. Me gusta pensar que llegué a un punto en el que se dio esto del contexto social, de encontrarme con un compañero como Rodri, con una productora como Mandarina que me recontra banca en ese sentido

Rodrigo Lussich y Carla Conte seguiran al frente de “Confrontados” en El Nueve durante todo el 2019
Rodrigo Lussich y Carla Conte seguiran al frente de “Confrontados” en El Nueve durante todo el 2019

—Y más allá de hacerlo desde el feminismo, ¿no hay temas que te incomoden en el programa? ¿Hay algo con lo que digas: "En esto no me quiero meter"?

—Sí, pero siempre trato de encontrar la forma o hablarlo antes. Lo que he aprendido a la fuerza es a no matar el tema. Me acuerdo que tuvimos una situación, me enfrenté al aire y me respetaron. Fue mirando las escenas de Calu (Rivero, en Dulce Amor), a ver si había acoso. ¿Qué estamos buscando en las escenas de besos de ella con (Juan) Darthés? ¿Ver si hay acoso? No se busca, no tenemos que volver a ver las imágenes.

Carla Conte en el estudio de “Confrontados” (Revista Gente)
Carla Conte en el estudio de “Confrontados” (Revista Gente)

—¿En qué momento es insoportable Lussich?

—Con el minuto a minuto; él ya lo sabe.

—Estuvo acá hace un par de semanas y me anticipó que ibas a decir eso.

—¿Sabés que está mucho mejor? Igual, es con lo único que se pone así, loco.

—¿Y qué pensás que dijo él, sobre en qué sos insoportable?

—Él se queja de que yo llego tarde al estudio. Aparte, a la mañana se arma todo, y mi mañana en general es un caos. A veces colapsa mi casa y ellos están con un tema re importante y yo: "Chicos, ahora no puedo  porque…", o "No llego a comer porque tengo que llevar a los chicos al colegio". Y él me dice: "Vos, Carla, siempre con tus locuras…" Pero bueno, también me entienden, (Lussich y el productor ejecutivo, Gustavo Hoyleme han soportado todo la verdad, son dos santos.

—¿Qué te genera que estemos debatiendo educación sexual?

—Todavía, ¿no? Es increíble. Después de lo que pasó con el debate del aborto era obvio que iban a ir por todo. Los antiderechos se pararon, se fortalecieron; siempre estuvieron ahí. Pero sí, hay que batallar. Está lleno de madres y padres que están desinformados, y te empiezan a quemar la cabeza con que a tus hijos les están enseñando que tienen que ser de otro género del que nacieron. Estamos hablando de información, de libertad, de poder decidir, estamos hablando de muchos pibes y pibas que se enteran en la clase de educación sexual que fueron abusados. Eso pasa todo el tiempo. Hay que defenderla a morir. De hecho, es una ley nacional pero igual no se cumple. Hablamos mucho en el Encuentro Nacional de Mujeres, creemos que somos la mayoría. Las feministas creemos que somos una gran mayoría las que buscamos la libertad de decisión de la mujer, y por ahí es nuestro propio termómetro. Pero está lleno de gente que no. Y lleno de gente que no tiene la información.

—¿Te trajo problemas manifestarte públicamente con todos estos temas?

—No, ahora no. He tenido problemas por manifestarme y los he zanjado; ahora ya tengo callos digamos. Es muy fortalecedor saber que somos un montón.

—Después de las denuncias públicas de acoso y abuso, ¿te parece que faltan caer figuras?

—Sí. No sé si caer figuras… Yo sé que está lleno de tipos que están muertos de miedo. Y algunos no porque son muy poderosos y saben que quizás nunca, o que va a costar un montón para que las minas tomemos coraje para poder decir las cosas. Muchos que yo sé. Y muchos que ni siquiera sé, que supongo… Sí, totalmente.

Carla Conte militante por la legalización del aborto
Carla Conte militante por la legalización del aborto

—Los últimos 10 días fueron muy intensos: luego de la denuncia de Thelma Fardín algo cambió.

—Sí, fue como un desborde emocional colectivo. No sé si lo puedo explicar mucho porque a mí me pasó por el cuerpo: fue como una explosión, una bomba. Verla a ella contenida por todas esas mujeres me pareció tan conmovedor… su relato. Fue una bomba. Y una introspección al interior: a todas nos llevó a hacer un repaso.

—¿Una mujer tiene que llegar a un relato tan desgarrador y exponerse con ese nivel de detalle con la aberración que vivió, para que la sociedad nos crea?

—Es que llegamos a eso. Evidentemente sí. ¿Por qué? Porque a Calu no le creyeron, le pidieron detalles, le dijeron: "No, pero no se entiende", "No queda claro", "¿De qué estás hablando?".

—Hubo dos casos más después de Calu.

—Las que no eran conocidas directamente fueron desestimadas, pero Calu la pasó pésimo. ¿Qué querías, detalles? Acá los tenés. Acá tenés a la piba contándolo en primera persona. Que no dejó grieta, bueno, después siempre están, siempre van a salir.

—Después fue trending topic #YotecreoJuan. ¿Cómo puede ser?

—Dicen que hubo trolls, no sé. A mí lo que me gustó es que la gran mayoría de los medios no dejaron mucho lugar a dudas. Pero bueno, hubo que llegar hasta esta instancia, a esta exposición. Se pudo por este colectivo de Actrices (Argentinas), por esto que se armó entre las mujeres. Yo me imagino la cantidad de cosas que pueden haber vivido las actrices. No solo son machirulos, los hombres famosos, poderosos, es una cantidad de poder muy grande y es una red de machos conteniendo eso y justificándolo, y haciendo como que acá no pasa nada hace cuánto.

—A raíz de la denuncia de Thelma crecieron muchísimo las denuncias por abuso infantil. Estas cosas marcan un antes y un después.

—Totalmente. Es una necesidad colectiva de contar y de sacar para afuera. Vimos lo que le pasó a Mery del Cerro (denunció haber sido abusada a los 11 años), necesitó sacárselo del cuerpo en ShowMatch, y así un montón de las conocidas. Pero después hemos visto en las redes sociales miles de relatos de mujeres contando cosas tremendas. Me pasó en lo íntimo con amigas, repasando historias.

Carla Conte (Foto Maximiliano Vernazza/GENTE)
Carla Conte (Foto Maximiliano Vernazza/GENTE)

—¿Cómo se le explica a los hombres que no estamos exagerando?

Yo no estoy manejando una buena dosis de paciencia y es depende con quién te enfrentas también, quién es el interlocutor. Me parece que hay hombres más dispuestos a hablar y más comprensivos, que pueden entender. Entender, yo creo que no van a entender nunca: si no sos mina es imposible. Tenés que tener una sensibilidad particular para acercarte un poco, pero ni siquiera entenderlo; a respetarlo, ponele. Los que no están indignados, ¿no? Hay un grupo de tipos que no entienden nada y no saben qué hacer.

—Los que están indignados, ¿decís que están indignados con Darthés o con nosotras?

—Con nosotras (risas). Habrá alguno que está indignado con Darthés, sí, bueno.

—¿El hombre puede ser feminista?

—Sí, yo creo que sí, que por supuesto puede entender que hay una diferencia de igualdad de derechos entre hombres y mujeres y tratar de modificarlo. A mí me enoja ver tipos poniendo "Mira cómo nos ponemos": hay algo que no estás entendiendo, nosotras nos ponemos frente a este tipo violador. Pero bueno, ahí es como que no entienden qué tienen que hacer: si ponen el pañuelo verde en la mochila, si ponen el hashtag que usamos nosotras. No saben bien. A los que conocés y sabés que es mentira te agarra una furia tremenda. Porque pasa mucho eso, sobre todo los que sabemos de la tele, que decís: "Dale, dejá de escribir, callate la boca, llamate al silencio, lo mejor que podés hacer es callarte la boca". Y después, habrá los que lo hacen sinceramente, de corazón. Y se agradece.

—Te separaste hace un año y medio ¿Estás de novia?

—No, nada que ver.

—¿En qué andás?

—Sola, en un nivel de soledad. Pero bien igual, bien, bien.

—¿Cuánto te están tiroteando?

—No (Risas). Yo creo que eso tiene que ver con la energía de uno también, recién empezó a salir ahora mi energía.

—¿Te imaginás en Tinder, Happen, algo de eso?

—No, para nada. Pero si sigo así en algún momento va a suceder (Risas). Me da vergüenza. Es la primera vez que estoy sola y soy Carla Conte. No me había pasado nunca eso.

—Pero en Instagram sí llenan de mensajes directos.

—Sí, en Instagram sí pero nunca nada llegó a ningún lado. Para empezar me da miedo básicamente, un desconocido me da miedo, hoy en día me da miedo alguien que no conozco.

—O sea tiene que venir de una presentación.

—Algo así. Bueno, me pasó eso, me pasó, me bloqueó, el chico se fue (Risas).

—Explicámelo.

—Eso es hermoso. Era alguien que no había estado mucho acá, no tenía mucho registro de quién era yo. Eso a mí me pareció re copado. Se ve que me googléo y me bloqueó (Risas). Así que esa estaría siendo mi suerte con los hombres.

—¿Pero no le mandaste un whatsapp preguntándole por qué?

—Nunca lo pensé y no sé si no lo voy a hacer porque me intriga. Tengo la teoría de que me googleó y se quiso morir y salió corriendo. O me vio en el programa y dijo: "No, yo salgo a tomar un helado y voy a salir escrachado en todos lados".

—Con el Pelado Lopez dijiste que no estaría mal probar con mujeres.

—Sí, pero me han encarado minas y me meto abajo de una mesa, no sé qué hacer.

—¿Te encararon de verdad?

—Obvio, aparte mucho más claras. De hecho he chateado con minas en Instagram con mucha más facilidad que con los tipos. Cuando hice esa declaración hubo como un torrente por Instagram de minas que ya por ahí me conocían, con las que había hablado, mucha feminista que me escribió y con la que rápidamente hablaba súper bien. Pero de ahí a salir con una mina no…

—Entraste en pánico.

—Entré en pánico, sí. Es el patriarcado que habita en mí que no me logro deconstruir todavía.

—Queda en el terreno de la fantasía entonces.

—Qué sé yo, pienso en esa cosas de bueno, algún día en una fiesta todos borrachos (Risas). Si me llaman ahora en frío y no me imagino…

—Si hablamos en cinco años y salió todo genial, ¿cómo te encuentro?.

—Laburando, sigo en Confrontados, sigo conduciendo. Capaz que tengo algún programa sola, siempre quise hacer algo femenino, con mujeres, algún día lo lograré. Pero laburando, yo no dejo más de laburar nunca más.

—¿Hoy sentís que fue un error?

—No, hice lo que tenía que hacer para poder volver. Tuve una charla con Facundo (5) y con Mora (9) y les dije: "Voy a volver a laburar porque me gusta, y lo elegí". Antes no lo había elegido, antes sucedió, y una cosa me fue llevando a la otra.

—Se juntó una cierta incomodidad con las ganas de la maternidad también.

—Total, y la madre que yo creía que tenía que ser. Chocaron ahí todos los planetas.

—¿Qué madre creías que tenías que ser?

—La madre que en ese momento creí, me metí mucha información con el tema del embarazo, el parto, la maternidad. Había hecho la lista de todo lo que está bien y la madre que corresponde y el trabajo no entraba al principio ahí porque la madre tenía que estar presente. Me costó un montón, me costó otro embarazo, otro hijo y decirles saben qué: "Yo elijo laburar porque a mí me gusta"

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