Barbie Simons: “Me llevó tiempo asimilar y decir públicamente que no quería tener hijos”

En una charla a fondo con Leandro Rud, la conductora habló del mandato de la maternidad y de los señalamientos por romperlo. Además, recordó a su papá, Leonardo, quien se quitó la vida en 1996

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Barbie Simons: "Me llevó tiempo decir públicamente que no quiero tener hijos"

Barbie Simons habló de sus años viviendo en Miami y por qué decidió volver a la Argentina a empezar de nuevo, recordó a su papá y se refirió a su decisión de no tener hijos, cosa que aseguró que no fue fácil poder decir públicamente,

“Dijiste que no por no tener hijos te ibas a quedar vacía”, indagó sobre la maternidad Leandro Rud en una charla a íntima en La noche, por C5N. Entonces la conductora explicó que así lo sentía, pero que no le resultó fácil contarlo: “Me llevó tiempo asimilarlo y decirlo públicamente y no sentirme juzgada y señalada, hasta hace un tiempo me costaba poder hablarlo abiertamente, en Estados Unidos la mayoría de mis amigos decidieron no tener por diversos motivos”.

“Celebro a las mujeres que buscan y luchan por quedar embarazadas porque es su deseo, pero nunca me pasó inclusive teniendo parejas, tuve parejas que querían y yo me puse firme y no, inclusive con mi novio actual que ya tiene hijos, pero él es pro hijos y le hubiera gustado”, dijo sobre su postura que nada tiene que ver con estar sola o con un compañero.

A su vez, aunque está segura, entiende que todo puede cambiar: “Hoy con 40 está mas claro, si a los 30 se me cruzó fue porque mi pareja quería y me separé y no me arrepiento. Tengo mi sobrino que amo y amo a las hijas de mis amigas, per no lo siento y armé mi vida. Suena egoísta, pero no jodo a nadie. La vida es cambio y a los 50 capaz me pica el bichito, nunca me pasó y dudo que me pase en diez años, pero hace diez años que tengo claro que no es lo mío y mis amigas saben que amo a sus hijas pero un ratito, no soy kids friendly y mi casa tampoco”.

En otro tramo de la entrevista, Barbie había recordado a su padre, Leonardo Simons, quien se quitó la vida en 1996. “Me llena de amor cada vez que alguien me dice algo lindo de él. Hacía 50 puntos de rating con Finalisima, yo lo acompañaba siempre a Tateshow. No me hace mal que me lo nombren, mi abuelo león, de 93 años papá de mi mamá, me dice que uno se va y se muere cuando ya no lo recuerda. Yo a mi papá lo tengo presente cuando abro el celular y lo tengo de fondo de pantalla”.

Sobre la historia del conductor, contó: “Sus papas emigraron de Varsovia, nos contaba que a sus 12 vendía vinchas en la calle, mi abuelo logró poner una fiambrería y su sueño de chiquito era devolverles el amir que le dieron y su primer sueldo a los 18 fue animando un baile en el club, él compró un aire acondicionado para el cuarto donde vivían los cuatro juntos, sus papás y su hermano, y fantaseaba con la idea de tener un Mercedes y un boxer de acompañante, lo logró y tuvimos a ese perro, Nahuel”.

Tras el suicidio de su papá, Barbie cambió rotundamente de vida y se fue a pesar de su corta edad, a vivir a Miami, donde su hermana estaba instalada estudiando: “Yo quería estar cerca de ella, mi mamá me bancó, tenía 16, terminé allá la secundaria, hice la universidad, me quedé y se dio así, íbamos siempre de vacaciones y me fui como una inmigrante mas, sin ser hija de nadie, hice radio, pasantías, tele, estuve en Sábado Gigante un programa icónico de allá”.

Fue entonces que se hizo un camino en la televisión estadounidense, en los medios hispanos. “Desde que tengo uso de razón quiero trabajar en la tele, en mi casa en la cena se hablaba de rating, cuando le pedía a mi papa que me metiera en un programa me decía que no, que me tengo que preparar, seguí su consejo”.

Luego de más o menos diez años allí, decidió regresar a la Argentina, donde tuvo que empezar de nuevo: “Volví estando en el mejor momento de la carrera, ganaba veinte veces lo que acá, extrañaba mucho a mi abuelo, mi hermana se había vuelto, y me volví. Miami sigue siendo mi casa, tengo a mi novio allá, fue mucho aprendizaje y cumplí un ciclo y amo este país al margen del la situación económica, la inseguridad, están los vínculos. Cuando vivía allá y tenía todo, me pegó la cosa del desarraigo, mi novio no puede venir acá porque tiene dos hijos allá”.

En ese punto, aclaró que en Estados Unidos “hay carencias” y explicó a qué se refería: “En lo anímico, los vínculos, la gente está de paso, es muy superficial, hay amistad pero es distinto, acá salís de trabajar y te vas a tomarte un café es distinta la dinámica la vida cultural no existe el teatro, no soy playera. Me hubiera quedado trabajando en el ambiente hispano, tal vez tendría un lugar privilegiado pero sentía que tenía todo y no tenía nada. Me había peleado con mi novio de ese entonces, mi hermana y mi mamá se habían vuelto, mis amigas venían y me decían que tu auto que vivís en el mejor lugar”.

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