Eugenia Tobal, íntima: el escándalo entre Wanda Nara y la China Suárez, su tuit borrado sobre Javier Milei y la maternidad

El lunes vuelve a la conducción con “Hogar dulce hogar”, un nuevo reality por El Trece. En una charla íntima, hablará a fondo sobre su proceso para tener a Ema, la curiosa manera que conoció a su marido y hasta de la grieta que ve en la sociedad argentina

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Eugenia Tobal vuelve a la conducción el próximo 6 de diciembre con "Hogar dulce hogar", un reality que irá por las tardes de El Trece (Foto: Prensa LaFlia)

Las luces se apagan en el nuevo estudio que se armó para Hogar dulce hogar, el nuevo reality que conducirá en las tardes de El Trece y, sin más preámbulos, Eugenia Tobal se prestará a fondo en una charla íntima que ocurrirá en el lugar menos pensado: el camarín que usa Pampita en ShowMatch. Es que el programa que la llevará nuevamente a la conducción es producido por La Flia, la productora de Marcelo Tinelli que ya montó su base en Don Torcuato.

Será uno de sus primeros proyectos laborales después de la pandemia, y se la ve entusiasmada. Además, transita un gran presente personal junto a su marido, Francisco García Ibar y su pequeña Ema, que está a pocas semanas de celebrar su segundo cumpleaños. En el día que cumple 46 años, y con una larga trayectoria más que consolidada, hará un repaso de su vida y hasta se animará a hablar sobre el escándalo que se desató entre Wanda Nara y Eugenia La China Suárez. Conflicto que la tocó de cerca, porque muchos recordaron su separación en 2012 de Nicolás Cabré, que al poco tiempo se puso en pareja con la ex Casi Ángeles.

—¿Cómo va a ser “Hogar dulce hogar”?

—Es un reality donde dos equipos van a competir por diferentes desafíos en la semana para un objetivo final, que es entregar en un cubo de 3 x 3 un lugar de una casa: un living, un baño, un cuarto de un bebé, una sala de estar, lo que sea. Todos los días trabajan con un desafío del día, que es parte de lo que tienen que entregar el viernes, día en el que se define cuál de los dos equipos gana. El que gana, se queda en el hogar compitiendo y acumulando un premio, y el que pierde se tiene que ir. Todas las semanas compiten el que gana y uno nuevo que entra. También se va a evaluar individualmente a cada participante: si trabajan de manera conjunta, si son buenos compañeros, trabajadores, creativos.

Eugenia Tobal junto al jurado de "Hogar dulce hogar": Octavio Borro, Sol Álvarez Roldán, Agustina Gallo y Luis Escobar (Foto: Prensa LaFlia)

—Tenés una larga trayectoria como actriz, pero también en los últimos años incursionaste en la conducción ¿Qué rol te gusta más?

—Yo soy actriz, que estoy jugando a ser conductora. Me divierte mucho la conducción porque me permite escapar de un personaje que tengo que componer. Acá puedo ser más yo que en la actuación, así que las dos cosas. Pero la actuación es más lo mío. Ahora estoy compatibilizando las dos cosas por suerte, porque estoy haciendo una serie internacional con Telemundo, que se estrenará en febrero allá y después en Netflix. Así que estoy muy contenta porque se me abrió un panorama internacional con Diario de un gigoló.

—¿Cómo vivís la crianza de tu hija después de buscar tanto la maternidad?

Lo deseé como cualquier mujer que desea ser madre, me costó más porque fue una maternidad más tardía. Ahora cambió bastante y se está extendiendo un poco más la posibilidad. Estoy trabajando en un libro con respecto a eso, de hablar sobre la maternidad elegida también, de poder postergarla con los métodos que hay hoy, de congelar los óvulos…El deseo de ser madre puede venir más tarde o puede no venir también, pero tener la posibilidad de serlo teniendo un seguro, o sabiendo que hay muchas posibilidades de concretarlo, también está bueno. Arranqué a hacer el libro antes de la pandemia, pero por varios motivos, se fue postergando. No es autorreferencial, pero un poco sí. Hay mujeres que se identifican mucho con esto que me pasó a mí. Yo digo que somos “muchas Eugenias” que pasan por lo mismo y yo lo he puesto a la vista sin darme cuenta. Fue todo medio a mi pesar lo que me pasó, el hecho de ser un personaje público lo vivo con mucha inocencia e ingenuidad a veces, sin darme cuenta lo que puedo generar. Creo que también eso genera empatía, de no estar poniendo un personaje por delante. Es poner en palabras cosas que algunas no saben o la lucha de las leyes que tienen que salir, esas cosas. El libro habla de ese lado B que no te dicen.

La pequeña Ema, que este diciembre cumplirá dos años

—¿Es cierto que tu perro fue el celestino con Francisco (su pareja)?

—No se llama cupido, pero se llama Romeo (Risas). Sí, es cierto. Fran es adiestrador de perros, trabaja en un campo, donde hay una especie de hospedaje canino, yo le digo “jardín de infantes de perros”. Ahí los perros van de vacaciones o de estadía cuando los dueños no lo pueden tener. Y yo quería que mi perro viva la experiencia de la manada porque es un maltés que vivía a upa mío, en un departamento, y yo lo sacaba porque quería que sea un perro salvaje…Y (Mariano) Zabaleta en ese momento estaba haciendo Pura Química y mandaba a los perros ahí. Y un día me dijo: “¿Por qué no lo llevás a la manada?”. Le escribí varias veces por Instagram a Fran y le decía “voy a ir”, y él me decía que vaya cuando quiera. Pasó un año, me olvidé y un día dije “voy a escribirle”, como si no le hubiese escrito antes, y cuando miro el historial ya le había escrito como dos veces, un desastre. Le pedí disculpas, porque no me había dado cuenta.

—¿Él sabía quién eras?

Sí, igual mi marido es medio colgado, no mira tele. Pero sí sabía, aunque él me dijo que no. Pero llegó el día en el que me fui hasta el campo, y nos conocimos. Mi perro pasó la evaluación y parece que yo también (Risas). Ahí empezamos a tener buena onda, pero yo estaba muy cegada con otras cosas, venía de otra relación y hasta evaluaba la maternidad sola. Pero a veces uno se empecina de una forma y la vida te lo cambia. Estuvimos un tiempo largo conociéndonos, y un día dijimos “acá pasa algo”. Y ahí empezamos a tener una relación más seria. Después pasaron dos años hasta que vino Ema.

Eugenia Tobal junto a Francisco García Ibar, su pareja y padre de su hija Ema

—Justo antes de la pandemia, te pasó de todo en tres meses: tuviste a tu hija y falleció tu mamá ¿Cómo transitaste todo ese torbellino de emociones?

—Difícil, muy difícil. Es un duelo que no termina. Lo que no recuerdo es haber sentido puerperio, tenía un un dolor tan grande por la partida de mi madre, que no….Mi marido me dice que sí lo tuve, pero el puerperio no sé si es lo que yo sentí. Pero mi madre hubiese querido que esté bien para Ema, así que hice todo un esfuerzo muy grande, y todos los días lo hago porque la necesito todo el tiempo. Me cuesta mucho todavía inclusive hablar, así que prefiero pasarlo un poco por alto.

—¿Cómo transitaste la pandemia con una beba tan chiquita?

—Estuve un año y medio adentro hasta que hice el programa de Discovery. Mirándolo ahora con el diario del lunes, creo que fue una bendición poder estar los primeros meses con ella. Porque ya me había planteado que a los seis meses quería empezar a trabajar. Y, sin embargo, estuve todo el primer año con Ema, disfrutando todos sus pasos y todas las cosas que uno vive con un bebé, que cuando no estás te lo perdés. Entonces obligadamente y afortunadamente tuvo que quedarme, en ese sentido fue un golazo. Porque también me descubrí una madre bastante más relajada, y cuando podía escaparme un poquito, tenía autorización para circular, me podía ir a ver a mi padre, que quedó solo. Y podía dejar a Ema con Fran, me fui acomodando.

—Quería preguntarte también por el revuelo que provocó el tweet que escribiste sobre Javier Milei (lo consideró “un rockstar”)

Sí, nada más lejos de hacer una cosa política, cero, me guardo siempre. Fue un chiste, una ironía que quise hacer de persona común. Estaba mirando la tele, vi esa situación y escribí eso. Me asustó lo que sucedió y por eso lo borré. No tenía ninguna connotación política. Soy malísima haciendo chistes.

El tweet de Eugenia Tobal sobre Javier Milei

—En ese sentido, ¿sentís la grieta, que no podés opinar de nada?

Sí, y eso me lo delató más claramente, dije “ah, pucha, hay que ser más cuidadoso y serio”. Yo siempre fui así, y lo soy en mi vida con todo lo que tiene que ver con lo público, trato siempre de trasmitir lo mejor, la solidaridad, porque soy así, pero hoy hay que tener mucho cuidado. Está fulera la grieta. Estaba en mi casa sola, si hubiese estado Fran y Ema, esto no pasaba, no hubiese tenido tiempo de estar mirando cómo salieron las elecciones. Pero te pasa cuando ves los Oscars también, uno empieza a comentar….Y no, no hay que comentar nada, menos si no sabés, yo asumo mi estupidez de haber hecho un mal chiste.

—¿Hay mucha cultura de la cancelación?

—Sí, en mi caso no me pasa y creo que tiene que ver con mi conducta. Pero a veces hay ensañamiento. Creo que estamos viviendo un momento de mucha irritabilidad en general…

—Lo primero que se me viene a la mente es lo que pasó con la China Suárez….

—Yo ahí tampoco me meto, en ese punto tengo que ser muy cuidadosa, no hablo nunca de la vida de los demás. No lo he hecho en su momento cuando me pasó ni lo voy a hacer ahora, pero sí es cierto que estamos en un momento donde hay mucha gente que opina, que se mete y no hay mucho filtro. Hay una sensación de enojo muy grande y cualquier cosa es excusa para volcar la bronca, el odio, para lo que sea….

—Para todo hay una división, incluso está el “team Wanda”, el “team China”…

—Todo es así, es una cosa u otra, negro o blanco, este u aquél, es así. Creo que tiene que ver con que no hay una unión, el pueblo está lastimado, la sociedad está herida, partida del alma. Entonces cualquier cosa que pase, se parte a la mitad. Y ahí van los bandos. Tiene que ver con una cosa emocional de la gente, que además necesita tomar partido por algo.

—¿Te molesta que se vuelva a reflotar una historia de hace diez años (su abrupta separación de Nicolás Cabré)?

Yo ni la siento. Me toca tan de actriz de reparto, secundario, que ni la vivo. En mi casa se ve “Baby TV”, miro cuando puedo, pero trato de mirar otras cosas que me hagan salir del día. Sí supe obviamente, no voy a decirte que no porque estuvo en todos lados, y lamento que tengan que pasar por eso porque en algún momento lo tuve que pasar yo y no es grato. Pero mucho más de eso no te puedo decir. Hoy yo tengo un presente hermoso, la verdad que meterme en eso es como faltar el respeto a mi marido y a mi hija. No lo hablé en su momento cuando sí realmente fue una situación horrible para todos los que estábamos viviendo ese momento, y menos ahora que no me toca por ningún lado. Lamento que tengan que vivir eso.

—En lo personal, ¿tenés planes de darle un hermanito a Ema?

—Voy a corregir esto que acabás de decir porque lo evalué mucho. Yo no tendría otro hijo para darle un hermanito a Ema, tendría otro hijo si quisiera, porque pobrecito el rol que cumple ese bebé que llega porque viene a ocupar el lugar de acompañante, no de hijo. Entonces si la pregunta es si tendría otro hijo, por ahora no (Risas). No lo sé, es todo un trabajo, Ema me costó un tratamiento con la trombofilia, fue un embarazo de pincharme todos los días, que lo volvería a hacer, pero también es cierto que pienso en la maternidad más grande y la calidad que uno le puede dar a los hijos. Por ahora no, pero no lo sé.

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