El uso excesivo de pantallas entre niños y adolescentes se ha convertido en una problemática creciente para las familias, especialmente con el auge de las redes sociales y los videojuegos. Los padres enfrentan el reto de evitar que sus hijos pasen demasiado tiempo frente a dispositivos como teléfonos móviles, televisores y computadoras, en un entorno donde la tecnología está en todos lados.
Ante esta situación, el Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB) ha publicado un artículo que ofrece recomendaciones para la protección digital de los menores.
En dicho documento, se subraya la importancia de controlar la exposición a pantallas y se señala un rango de edad específico en el que se debería limitar o evitar por completo el uso de estos dispositivos, con el fin de preservar la salud y el desarrollo adecuado de los niños.
Cuándo pueden empezar a ver pantallas los niños
El Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB) advierte que, entre los 0 y 6 años, los padres deben evitar que sus hijos estén expuestos a pantallas. Durante esta etapa crucial del desarrollo, se recomienda priorizar el contacto visual y la expresividad con el menor, ya que estas interacciones enriquecen su comprensión del entorno y fomentan un desarrollo saludable.
Según el CoMB, las pantallas pueden interferir en este proceso, por lo que se sugiere su ausencia total durante este rango de edad.
A partir de los 6 años, cuando los niños comienzan a familiarizarse con las pantallas, los expertos aconsejan que su uso se realice siempre acompañado por un adulto. Esta supervisión es esencial para guiar al menor en un uso responsable y equilibrado de la tecnología, asegurando que no se vean expuestos a contenidos inapropiados y que el tiempo de pantalla se administre de manera adecuada.
Cuál es la mejor edad para dar un celular a un niño
El Colegio de Médicos de Barcelona (CoMB) establece que la entrega del primer teléfono inteligente a un menor debería realizarse a los 16 años.
No obstante, en caso de que el menor necesite una herramienta para comunicarse en situaciones de emergencia antes de esa edad, el CoMB sugiere optar por dispositivos “no inteligentes”, es decir, aquellos que permitan únicamente funciones básicas como llamadas y mensajes de texto.
Antes de proporcionar un teléfono inteligente, el CoMB recomienda a los padres configurar adecuadamente la red doméstica y los dispositivos con sistemas de protección parental. Estos sistemas deben estar orientados a:
- Filtrar los contenidos y aplicaciones accesibles, garantizando que el menor no tenga acceso a material inapropiado.
- Gestionar las ventanas de tiempo de uso de los dispositivos, limitando el tiempo diario que los menores pueden pasar frente a la pantalla.
- Controlar los límites de tiempo para aplicaciones específicas, estableciendo restricciones en el uso de ciertas plataformas o juegos.
- Proteger el descanso del menor, asegurando que no se vean afectados por el uso excesivo de dispositivos, especialmente durante las horas de sueño.
Cómo usar Family Link en Android
Los expertos médicos españoles recomiendan el uso de Family Link para dispositivos Android como una herramienta clave para la protección digital de los menores. Family Link es una aplicación que permite a los padres supervisar y controlar el uso que sus hijos hacen de sus dispositivos móviles. A través de esta herramienta, los adultos pueden gestionar varias funciones esenciales, como:
- Establecer límites de tiempo de uso para que los menores no pasen demasiado tiempo en sus teléfonos o tabletas.
- Controlar y aprobar las aplicaciones que los niños pueden descargar o utilizar, asegurando que el contenido sea adecuado para su edad.
- Monitorear la actividad del dispositivo, lo que incluye ver cuánto tiempo pasan los niños en cada aplicación y qué tipos de actividades realizan.
- Localizar el dispositivo en tiempo real, brindando tranquilidad a los padres sobre la ubicación de sus hijos.
Esta aplicación es una solución recomendada por los expertos para promover un uso seguro y responsable de los dispositivos móviles, además de contribuir a la protección y el bienestar de los menores en el entorno digital.