De la fantasía a la práctica: cómo piensan quienes disfrutan del morbo de tener sexo en lugares públicos
Se llama “dogging”, una palabra que hace alusión a “salir a pasear al perro”. Y es que el perro es, precisamente, la flor en el ojal: la forma de anunciarle al otro que uno está disponible para tener sexo en algún parque, baño, auto, cantero. Gonzalo y Micaela lo practicaron y hoy cuentan a Infobae qué les pasó con esa pánico y esa adrenalina que sintieron. ¿Hay límites? ¿qué pasa si llega la Policía?