"Que alguien me llame, me pasó algo muy malo": el pedido de ayuda del instructor tras la tragedia del parapente en Tucumán

Continúa la investigación por la muerte de Natalia Vargas, la joven médica de 28 años que murió el 29 de diciembre de 2017 al caerse de un vuelo de parapente en su Tucumán natal. En la última jornada de declaraciones, resultó trascendental la palabra de uno de los pilotos de la provincia, llamado Ignacio Ortiz, quien reveló que el instructor que acompañaba a la víctima alertó sobre el problema segundos después del accidente en un grupo de Whatsapp.

"Que alguien me llame, me pasó algo muy malo", fueron las palabras escritas por Ariel Salazar, el hombre que salió a volar junto a Vargas, segundos después de que se le cayera la pasajera al vacío.

El mensaje fue mandado a un grupo llamado "Pilotos Biplaza" y el primero en responder a tal requerimiento fue el mismo responsable de la empresa del servicio de parapente, el empresario Sergio Bujazha, quien respondió: "Ya lo vimos, ¿sabés dónde fue?".

Ortiz retrató también el primer encuentro con el piloto que había protagonizado el incidente. "Cuando llegamos a la zona de aterrizaje, me encuentro con Ariel que cargaba su parapente, ya se había sacado los arneses. Se encontraba en estado de shock, estaba solo. Le pregunto qué le había pasado. Me respondió que se le cayó una pasajera", aseguró Ortiz en declaraciones publicadas por el diario La Gaceta.

Además, Ortiz le preguntó a Salazar si le había colocado bien las perneras y su colega le afirmó que sí lo había hecho. El video grabado por un tercero parecería comprobar que finalmente Vargas no tenía puestas las perneras al momento del salto.

Otro de los puntos en cuestión fue el del famoso registro de la cámara Go Pro, ubicada en el propio casco de Salazar. El dispositivo nunca apareció y aún ningún representante de la investigación pudo tener acceso a su contenido.

"Le ofrecí ayuda para traer el resto del equipo. Levanté los arneses del piloto y el pasajero, el casco de él y la cámara Go-Pro", afirmó Ortiz.

Y continuó: "Trasladé las cosas hacia la salida del campo, donde se encontraba el auto de Ariel. Al llegar, le pregunté si quería ver el video. Me dijo que sí. Saqué la memoria de la Go-Pro y la puse en mi teléfono. Juntos vimos el video. Él no quiso ver mucho. El video tenía una duración de cinco minutos. Solo le mostré la parte grabada antes del despegue, en que se ve que la chica no tenía puestas las perneras. Ya en ese momento, es decir antes de que vuele. Luego saqué la memoria de mi teléfono y la metí de nuevo en la Go-Pro y la guardé en el baúl con el equipo".

Hubo otro experto en parapentismo, Víctor Palacio Lebón, quien también tuvo acceso a ese material y confirmó que al momento del salto, Vargas no tenía sus piernas aseguradas.

De esta manera, la fiscal María del Carmen Reuter advirtió que la acusación sobre Salazar y sobre Sergio Bujazha, el responsable de la empresa, está apuntada exclusivamente a los errores en la supervisión y en la seguridad previa a los saltos.

"Fallaron todos y cada uno de los niveles de seguridad que deben observarse en la regulación, supervisión y ejecución de los vuelos biplaza. La circunstancia de que por años Salazar haya lucrado con 'paseos' en parapente, para los cuales nunca estuvo habilitado, responde a la existencia de una cadena de responsabilidades ascendente, siendo Bujazha su eslabón más próximo y, detrás de él, el club Los Caranchos y la Federación", afirmó Reuter.

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