Insólito: el Gobierno abre la temporada del Cervantes con un homenaje a Karl Marx

La izquierda no lo hubiera hecho mejor. El próximo 7 de abril, el icónico Teatro Nacional dedicará toda la jornada a "poner en escena" textos del filósofo alemán mediante lecturas y performances

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La presentación de la apertura de la temporada del Teatro Nacional Cervantes
La presentación de la apertura de la temporada del Teatro Nacional Cervantes

La jornada que tendrá lugar en el Teatro Nacional Cervantes a modo de apertura de temporada lleva por título "Marx nace" y es promocionada con un diseño pop art del retrato del pensador.

El próximo 5 de mayo se cumplen 200 años del nacimiento del autor de El Capital, quien seguramente será evocado en muchos ámbitos y de muchas maneras pero no precisamente inciensado. Lo natural, dado el tiempo transcurrido, la perspectiva histórica y los muchos movimientos y regímenes inspirados por la doctrina marxista, sería que hubiera una revisión crítica de su legado.

La sorpresa es que el programa de la "acción de inicio" -apertura de la temporada- de este teatro que depende del Ministerio de Cultura de la Nación es celebratorio y sin cuestionamientos. Infobae consultó a un organizador de la jornada.

También recogió las críticas de algunos especialistas que se preguntan por la"crisis de identidad" del PRO y afirman que "Marx tiene mejores relaciones públicas".

Esta rara elección ideológica para abrir una temporada artística se da además, paradójicamente, bajo un gobierno que, en materia cultural, suele convocar a dejar de lado "la melancolía que nos arrastra hacia el pasado".

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"La idea es justamente evitar interpretaciones en torno suyo -dijo a Infobae uno de los curadores de Marx nace, el sociólogo, editor y gestor cultural, Fernando de Leonardis (por limitaciones de su agenda, no le fue posible al director del Cervantes, Alejandro Tantanian, responder a estas consultas)-. Lo que tenemos como objetivo curatorial es que Marx suba a escena, que se escuche su voz en su propio contexto y a través de escritos y rasgos biográficos desconocidos".

La gacetilla de la jornada anuncia en efecto "lecturas comentadas de escritos de Karl Marx, performances inspiradas en sus textos de ficción, diálogos marxianos, filosofía y música, un recorrido biográfico acusmático, tangos proletarios, proyecciones y stands de venta y exposición de libros",

El proyecto -en una única jornada- fue ideado por el Goethe-Institut junto con el Teatro Nacional Argentino–Teatro Cervantes, y cuenta con el apoyo de la Fundación Rosa Luxemburgo.

Entre los participantes se encuentran Beatriz Sarlo, Juan José Sebreli, Emilio de Ípola, Alejandro Katz, Rolando Astarita, Hernán Camarero, Maristella Svampa, Carlos Gamerro, Vicente Palermo, Gabriela Massuh, Felipe Pigna, Horacio Tarcus, etcétera.

Como curadores tuvimos una amplia libertad

—Sorprende que Cambiemos promueva este evento. Se supone que están al tanto, ¿no? Este Teatro depende del Ministerio de Cultura…

—(Fernando de Leonardis): Sí, y nosotros estamos en contacto con el director del Cervantes así que están muy enterados. No puedo responder eso, pero es bienvenido (el apoyo del Gobierno) porque como curadores tuvimos una amplia libertad.

—¿Cómo surge esta idea? ¿No hubo polémica?

El Cervantes el año pasado hizo una acción de inicio con Tato Pavlovsky, poniendo en escena sus textos. Esto es lo mismo.

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—Pero Pavlovsky fue un hombre de teatro, autor, actor. Marx no.

—Es que Marx escribió ficción: escribió poesía, una nouvelle y también una obra de teatro, de la cual se van a poner fragmentos en escena. Hay una vinculación con el teatro por ese lado. Además el teatro también es voz en escena. La gente va a subir a escena para leer y comentar textos de Marx. En todos los módulos de la programación –Marx subrayado, Diálogos marxianos, Marx a escena y Cinemarx– está presente la voz de Marx. Textos de él leídos, comentados, subrayados.

—¿La selección de lectores fue variada?

Hay de todo. Partimos de la premisa de que Marx no es patrimonio exclusivo del marxismo. Su pensamiento nutrió praxis y teorías diversas. Convocamos a gente que está muy interiorizada con algunos aspectos de la obra de Marx y gente que sin declararse marxista o marxiana se siente interpelada por aspectos de su obra. Hay una diversidad de pensamiento, pero todos los que convocamos sabíamos que tenían alguna sintonía. No necesariamente se reclaman marxistas pero…

—Tampoco están en el otro extremo, no va a ser una jornada crítica.

—No, claro.

—¿Y después de esto va a haber teatro?

(risas) Sí, sí, va a haber teatro, lo que no tengo en mente es la programación…

Marx y Engels imprimiendo el Manifiesto Comunista
Marx y Engels imprimiendo el Manifiesto Comunista
“Dudo que entiendan exactamente lo que están haciendo”

Consultado por Infobae, Andrés Rosler, politólogo y profesor de Filosofía del Derecho en la UBA, no sabe si sorprenderse o no. "Vemos cada cosa. Quizás quieran mostrar su pluralismo, dado que gobierna el PRO. Hay una crisis de identidad. Hay un país que se cree de izquierda. Hay que decir 'somos de izquierda', y le pasa al PRO".

"Dudo que entiendan exactamente lo que están haciendo", agrega, con su ironía habitual.

En cuanto a los participantes del evento, supone "que lo que van a decir es que la aspiración, la búsqueda de justicia (en Marx), está bien, pero la manera y otras partes de su teoría son absurdas, o no tienen sentido".

Por otra parte, cree que el hecho de que se trate de la apertura de temporada no anuncia nada bueno para el teatro: "Ya el arte contemporáneo no está pasando por sus mejores momentos, así que imagino lo que puede llegar a suceder, aunque no se tratara de Marx, no pinta muy bien, porque las producciones actuales dejan mucho que desear…"

En cuanto al pensamiento de Marx, se podría decir que "su teoría de la justicia fue muy influyente y los movimientos obreros consiguieron grandes avances", pero no hay que olvidar que no todos los logros en materia de justicia social son atribuibles al marxismo. "El estado de Bienestar lo inventó Bismarck", sentencia.

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Y en lo que respecta al proyecto político, "Marx era un anarquista que creía que podía haber acción colectiva sin autoridades, era pacifista y creía que se podía vivir sin violencia, y encima era cosmopolita, internacionalista". "Ese proyecto no tenía sentido -agrega-. Da la impresión de que quería deshacerse de la autoridad, deshacerse de la violencia, deshacerse de las comunidades particulares; es absurdo. La humanidad no está preparada para eso".

Otro problema es el accionar de sus seguidores: "Lo que suele pasar es que yo digo que voy a ser anarquista, cosmopolita y pacifista pero, para lograrlo, necesito una última dosis de autoridad, de violencia, así que quédense tranquilos que esto va a ser terrible pero es la última".

Duda de que estos problemas se vayan a tratar en Marx nace.

“Marx tiene mejores relaciones públicas”

Rosler destaca también la "parcialidad, la balanza inclinada de un modo muy particular en términos públicos". "¿Cómo se explica que tanta gente vea "con simpatía la violencia principista de cierta clase y la otra violencia no?", se pregunta.

"Es muy difícil explicarlo porque en nombre de Marx se han cometido atrocidades que quizás no son tan directamente rastreables hasta él pero la dictadura del proletariado no parecía muy prometedora que digamos, y si se cuentan las víctimas del comunismo, del maoísmo, etcétera, sumadas, podrían inclinar la balanza…"

"Marx tiene mejores relaciones públicas que otros", concluye.

“Espero que aprovechen para darnos una comprensión de Marx acorde al siglo XXI”

"Marx deja dos legados diferentes y al mismo tiempo vinculados entre sí: su pensamiento y el de sus retoños y seguidores, es decir Lenin, Stalin, Mao, Castro, el Che, etcétera -responde Eugenio Kvaternik, politólogo, profesor en la UBA y en El Salvador-. Seguramente Marx no es responsable del marxismo violento y opresivo de estos últimos pero tampoco es completamente inocente. No solo que ellos han reivindicado su figura, sino que lo paradójico radica en que sin esa reivindicación su figura difícilmente tendría su trascendencia actual".

Karl Marx
Karl Marx

De todos modos, Kvaternik considera posible "reconocer aspectos parciales de su pensamiento y ser al mismo tiempo antimarxista". Considera al francés Raymond Aron como el mejor ejemplo de esto: "Al analizar la revolución húngara de 1956, sofocada por las tropas soviéticas, Aron se servía de una idea de Marx, que barruntando las revoluciones europeas de 1848 escribió que 'la filosofía es la cabeza de la emancipación y el proletariado será su corazón'. En Hungría, los intelectuales estaban a la cabeza de la revolución y los obreros salieron a la calle para poner fin al estalinismo. Como las de 1848, también la revolución húngara de 1956 era liberal y nacional. Liberal en contra de la opresión y nacional en contra del dominio soviético".

Dicho esto, Kvaternik espera que, "dado que el evento inaugura la temporada del Cervantes, los participantes lo aprovechen para darnos una comprensión de Marx acorde con este momento del siglo XXI".

Y se pregunta: "¿Un Marx antimarxista como el de Aron? ¿Uno postmarxista, como el de algunos filósofos analíticos? ¿Uno marxista sin adjetivos como el de no pocos nostálgicos? Aron decía que el atractivo del marxismo residía en ser una mezcla de ciencia e ideología. El fracaso del socialismo real puso fin a sus pretensiones científicas. Veremos si el evento del Cervantes prueba que hizo lo mismo con las pretensiones religiosas".

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