Primera mediación por acoso callejero: un taxista tendrá que hacer un curso de convivencia

Este martes fue la primera audiencia por el caso de una joven en Chacarita

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La lucha por la igualdad de género vivió hoy en la Ciudad de Buenos Aires un día histórico: se celebró la primera audiencia de mediación por un caso de acoso sexual callejero.

El hecho se produjo el lunes 20 de marzo en la avenida Federico Lacroze, en el barrio de Chacarita, cuando Lucía Cabrera, una estudiante de 25 años, aseguró haber sido perseguida durante dos cuadras e insultada con agravios sexuales por un taxista de 37 años, cuya identidad no fue revelada.

Así, la instancia fue llevada a cabo pocos meses después de que la legislatura porteña sancionara la Ley Nº 5.742 que tiene como objetivo prevenir y sancionar el acoso sexual en espacios públicos.

Lucía Cabrera hablando con la prensa durante la primera audiencia (@raquelvivanco)
Lucía Cabrera hablando con la prensa durante la primera audiencia (@raquelvivanco)

"Veníamos con la expectativa de llegar a un acuerdo con este señor, que me siguió por dos cuadras por Lacroze. Nuestro objetivo es que él tenga que hacer un curso formativo sobre igualdad de género para que reflexione con esta situación y que se siente un precedente en cuestión de acoso callejero, que es el tipo de violencia de género más repetido y más legitimizado que vivimos las mujeres en la calle", afirmó la joven Cabrera ante la prensa, poco antes de abordar la mediación.

Tras finalizar la audiencia, contó que se llegó a un acuerdo: "El señor aceptó hacer un curso, pretendíamos que sea formativo en cuestiones de género pero lamentablemente la Fiscalía no contaba con esa opción. Sólo podía ser un curso relacionado con la violencia doméstica. Acordamos que sea un curso sobre convivencia, diversidad y derechos humanos".

(@raquelvivanco)
(@raquelvivanco)

Aquella noche, Cabrera se sintió acosada por los agravios y la actitud del taxista. Así, comentó la situación a un policía que se encontraba en la calle, quien detuvo luego el vehículo y le pidió los datos al conductor.

Luego, la chica acudió a la Comisaría 37° y se retiró, después de muchas vueltas y de que los propios oficiales no supieran cómo proceder ante un caso semejante, con la denuncia por acoso callejero en su mano.

Así, Cabrera recibió la ayuda de una abogada y de la ONG especializada en igualdad de derechos MuMaLa para poder seguir adelante con el caso. El conductor del taxi se enfrenta ahora a una posible contravención con multa de 1.000 pesos y a la posibilidad de realizar un curso de información sobre los diferentes métodos de violencia de género.

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