Diferencias por un "UBER marítimo" con embarcaciones extranjeras

Empresarios navieros alertan sobre la presencia buques y tripulaciones de otros países realizando tráficos de cabotaje

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Buque con la bandera de Paraguay en el Río Paraná
Buque con la bandera de Paraguay en el Río Paraná

Tal como ocurre con el transporte aéreo y terrestre, el cabotaje marítimo está protegido por una ley específica. Ningún buque de bandera extranjera puede tomar carga en un puerto argentino y llevarla con destino a otro puerto nacional. Pero en el año 2004, con miras a intentar recuperar la marina mercante nacional, el ex presidente Néstor Kirchner promulgó el decreto 1010, que estableció alternativas: ante la falta de buques nacionales para atender un tráfico de cabotaje, se podría optar por buques extranjeros con la condición de ser tripulados totalmente por argentinos, entre otras exigencias.

Altas fuentes del empresariado naviero alertaron a Infobae la aparentemente irregular maniobra del buque portacontenedores "Perito Moreno", que a pesar de llevar un nombre relacionado a la historia argentina enarbola la bandera de Liberia y está tripulado por marineros filipinos con condiciones laborales muy inferiores a las existentes en el mercado local (de precariedad extrema). No es el primer caso que detectaron.

Según denuncian los propietarios de embarcaciones comerciales, el "Perito Moreno" ingresó a aguas argentinas el pasado 27 de noviembre con un permiso excepcional para operar por 30 días (que expiró el 27 de diciembre) pero a la fecha se encontraría cargando en el puerto de Ushuaia con destino a Buenos Aires.

“El 97% de los buques que navegan por la hidrovia Paraná Paraguay tienen bandera paraguaya, brasilera o boliviana y es Argentina la que tiene la mayor parte del mantenimiento del vía hídrica”, admite un funcionario del Gobierno

La empresa arrendataria del buque no es otra que Maruba SA, una firma comercial que se encuentra envuelta en la investigación judicial que lleva adelante el Juez Canicoba Corral precisamente contra Omar "Caballo" Suárez y que involucra a otros dirigentes gremiales que en su momento –y por orden del gobierno de Cristina Kirchner- adquirieron parte del paquete accionario de la naviera argentina.

"Mientras que los gremios marítimos que representan al personal superior de la Marina Mercante (los oficiales) pudieron ubicar a nacionales en los puestos de mando, la marinería sigue siendo a la fecha filipina y nadie en el intervenido SOMU parece mover un dedo para que no se sigan afectando los intereses de los trabajadores argentinos. La intervención de hecho no habla con nadie", reconoció un dirigente empresario del sector a este medio. Y agregó: "están trabajando al borde de la evasión legalizada por el Ministerio de Transportes".

Otros trazaron una comparación con la irrupción de la empesa UBER y cómo su despliegue (ahora, paralizado por la justicia) afectó al sector de taxis.

El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich
El ministro de Transporte, Guillermo Dietrich

LA POLÍTICA MARÍTIMA DE CAMBIEMOS

Por motivos que nadie atina a explicar en profundidad, el Transporte marítimo y fluvial le está propinando reiterados dolores de cabeza al ministro del área, Guillermo Dietrich, que se propuso como eje de gestión para el sector una drástica reducción de costos con la esperanza de recuperar para la "bandera" la competitividad pérdida merced a costos laborales, cargas impositivas y normativas varias que alejan del resto de los países de la región y del resto del mundo.

"El 97% de los buques que navegan por la hidrovia Paraná Paraguay tienen bandera paraguaya, brasilera o boliviana y es Argentina la que tiene la mayor parte del mantenimiento del vía hídrica", admite un funcionario de la Subsecretaría de Puertos y Vías Navegables. Sin embargo, diversos sectores empresarios se manifiestan muy críticos.

El sector gremial, entre tanto, se manifiesta con sentimientos ambiguos. Reconocen, por un lado, que "es tentador" la llegada de remolcadores de holdings internacionales para ser tripulados por argentino. Por otro lado, cada vez son más las voces que se levantan para señalar que la intervención al SOMU va mucho más allá de la investigación judicial a su ex secretario general Enrique Omar Suárez. "Se han quitado de encima al único dirigente gremial que tenía peso en el sector. Para investigarlo no hace falta tener el gremio intervenido".

LA DESNATURALIZACIÓN DE LAS COSAS

Diversos espcialistas consultados por Infobae cuestionaron las políticas implementadas por Dietrich. Aseguran que la intervención al sindicato proveedor de la mayor cantidad de personal embarcado ha roto el equilibrio entre empresarios, trabajadores y estado y que nada a la fecha justifica que esta situación se prolongue en el tiempo. Además, la pretendida reducción de costos a "como de lugar" es sumamente peligrosa porque permite la llegada de mega empresas extranjeras a competir en el mercado local en condiciones de "dumping".

Por otro lado, las últimas licitaciones en materia de servicios marítimos para el Estado Nacional, bordean la ilegalidad y de hecho se encuentran a la fecha en manos de la justicia. También cuestionan que nuevos holdings empresarios manejados por gremialistas que representan a trabajadores del sector posean emprendimientos comerciales en el mismo, de igual forma que la gestión anterior transformó a Suarez y otros dirigentes marítimos en empresarios navieros, con las consecuencias ya conocidas.

"Hace 4 años le planteamos al ministro Julio de Vido que era peligroso otorgarle a un sindicato marítimo parte del paquete accionario de una naviera y peor aún dejar que luego tuviera su propia empresa marítima, ya que la tentación del gremialista empresario de usar el poder gremial para torcer el mercado a favor de su empresa es enorme. No nos equivocamos", analizó un dirigente del sector.

Los empresarios son firmes en este razonamiento y argumentan que –aún con matices- la gestión de Dietrich está haciendo lo mismo que su antecesor en el área con el agregado que le ha abierto las puertas a los gigantes del mar en condiciones sumamente ventajosas. "Es una pena que gente que proviene del sector empresario no llegue a entender que se están des naturalizando las cosas", analizó.

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