Cómo afecta la pirotecnia a la audición y qué hacer para prevenir lesiones

El estruendo producido por los fuegos artificiales puede provocar daños inmediatos e irreparables en el oído. Los consejos de especialistas para evitar riesgos

El uso de pirotecnia en fiestas implica graves riesgos para la salud auditiva debido al elevado nivel de ruido que puede causar lesiones permanentes (Imagen Ilustrativa Infobae)

El uso de pirotecnia durante las fiestas conlleva graves riesgos para la salud auditiva. Aunque las explosiones de cohetes y fuegos artificiales suelen asociarse con celebraciones, los niveles elevados de ruido que generan pueden causar lesiones inmediatas e irreversibles en la audición.

A nivel mundial, datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que cerca de 1.000 millones de jóvenes corren riesgo de daño auditivo permanente debido a hábitos de escucha inseguros. Indican que “una exposición única a un sonido extremadamente fuerte puede dañar las células del oído interno y causar pérdida de audición”.

Por su parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC) advierten que la exposición a ruidos intensos representa una de las principales causas de pérdida de audición y detallan que este daño puede afectar la comunicación, el desarrollo del lenguaje y las habilidades sociales en la infancia. Además, subrayan que el diagnóstico precoz permite acceder al tratamiento y reducir el impacto negativo sobre la vida cotidiana.

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Efectos nocivos de la pirotecnia en la salud

Los fuegos artificiales pueden superar los 150 decibeles, lo que representa un peligro serio para la audición, según la especialista Stella Maris Cuevas (Imagen ilustrativa Infobae)

Las explosiones provocadas por la pirotecnia producen ruidos de gran potencia que, incluso en exposiciones muy breves, perjudican la estructura y el funcionamiento del oído humano. Desde la OMS aclaran que “es poco probable que niveles de sonido inferiores a 80 dB causen daños auditivos. A medida que aumenta la intensidad del sonido, también aumenta la posibilidad de dañar tus oídos”.

Según expresó Stella Maris Cuevas, médica otorrinolaringóloga, en una nota de Infobae, los estruendos de los fuegos artificiales llegan a alcanzar los 150 dB, o incluso superarlos, lo que representa un riesgo para la audición.

La Dra. Silvana Saldaña, médica otorrinolaringóloga especialista en oído del servicio del Hospital Italiano de Buenos Aires, puntualizó una diferencia crucial: “El ruido de la pirotecnia se considera un ruido impulsivo, es decir, un sonido de muy alta intensidad que ocurre de manera súbita y en un tiempo extremadamente corto. Esto lo diferencia de la música alta o un recital, donde el sonido es continuo y, aunque intenso, el oído tiene cierto margen para activar mecanismos de protección. En el caso de los petardos o fuegos artificiales, el pico de presión sonora es tan abrupto que esos mecanismos no llegan a actuar a tiempo”.

Los síntomas de daño auditivo por la pirotecnia pueden aparecer horas o días después de la exposición y no siempre se detectan de inmediato (Imagen Ilustrativa Infobae)

La manifestación de lesiones auditivas puede aparecer de manera inmediata o diferida. En muchas ocasiones, los afectados comienzan a notar síntomas horas o días después del evento. Entre las personas más vulnerables se encuentran los bebés y niños pequeños, quienes pueden sufrir consecuencias graves en su desarrollo del lenguaje y la socialización si experimentan una pérdida de audición no tratada a tiempo, según los CDC.

La Dra. Analía Nicassio, especialista en acúfenos, explicó los principales síntomas en diálogo con Infobae: “Las personas pueden sospechar que han tenido daño auditivo luego de la exposición a sonidos intensos por los fuegos artificiales con la aparición de hipoacusia temporal o permanente, otalgia (dolor de oídos), hiperacusia, acúfenos (silbidos en los oídos) y menos frecuentemente vértigo. Ocasionalmente, también pueden presentar otorragia (sangrado por el oído) secundaria a perforación de la membrana timpánica”.

Remarcó que la aparición de indicios no quiere decir necesariamente que el daño sea permanente, y que por eso se debe consultar a un profesional de manera inmediata (entre las 12 y las 48 horas luego de la exposición o inicio de los síntomas). “El diagnóstico precoz mejora el pronóstico de respuesta con el tratamiento”, dijo la experta.

La pirotecnia también afecta a animales domésticos y salvajes, que pueden huir por el susto o sufrir sobresaltos, lesiones, intoxicaciones causadas por residuos (Imagen Ilustrativa Infobae)

Cuevas agrega que las personas que presentan trastorno del espectro autista o adultos mayores con enfermedades neurocognitivas muestran signos de ansiedad y temor ante las explosiones. “El clima festivo produce en estas personas intolerancia, irascibilidad, los saca de su rutina habitual y pueden estar atemorizados, sufrir crisis de llanto, o episodios de autoagresión”. Además, señala que “Estos efectos también alteran a los diversos animales domésticos y salvajes, pues tienen un aparato auditivo muy desarrollado”.

La especialista advierte sobre riesgos adicionales que se vinculan con los componentes químicos presentes en los fuegos artificiales, capaces de producir irritación ocular, molestias respiratorias y contaminación del ambiente. Animales como perros, gatos, caballos y aves pueden experimentar sobresaltos, intentos de huida que generan lesiones y sufrimiento, así como intoxicaciones por la ingestión accidental de residuos.

Daño auditivo por los estruendos y mecanismos de prevención

Por más que se evite el uso de pirotecnia durante las fiestas, que otras personas tiren fuegos artificiales también pueden tener consecuencias. “Es importante la distancia a la que se encuentra el individuo de la fuente sonora, a menor distancia mayor intensidad, más daño. Eso implica que podemos tener daño auditivo aún sin participar de la acción, solo como espectadores”, remarcó Nicassio.

La pirotecnia produce un ruido impulsivo súbito que no les da tiempo a los mecanismos de protección del oído a que actúen (Imagen Ilustrativa Infobae)

Y agregó: “Ante la exposición al ruido existen 2 mecanismos de daño para tener en cuenta: uno por los cambios bioquímicos que se generan en las células y otro mecánico que puede afectar también al oído medio, ruptura de la membrana timpánica, disrupción de la cadena osicular y ruptura de la membrana de la ventana oval o redonda“.

La fonoaudióloga María Agustina Leiro aporta una mirada técnica sobre las lesiones internas que pueden generar estos ruidos extremos: “El oído no tiene mecanismos de defensa frente a un ruido explosivo. La onda sonora ingresa en milésimas de segundo y puede dañar las células ciliadas, encargadas de transformar el sonido en señales para el cerebro”.

“Ese impacto sonoro transmite una gran cantidad de energía directamente al oído interno y puede dañar las células ciliadas de la cóclea, que son las responsables de transformar el sonido en señales nerviosas. Como estas células no se regeneran, una sola detonación cercana puede provocar un trauma acústico inmediato, incluso con una exposición breve”, fundamentó Saldaña a Infobae.

El daño auditivo por exposición a fuegos artificiales puede presentarse en quienes no participan directamente solo por estar cerca de la fuente (Imagen Ilustrativa Infobae)

La gravedad del trauma acústico se intensifica en ciertos grupos. Según la experta, “los niños, cuyo sistema auditivo aún está en desarrollo, y las personas mayores, que suelen tener menor reserva auditiva, son especialmente vulnerables”.

“También aquellas personas con hiperacusia y acúfenos preexistentes que pueden presentar exacerbación de sus síntomas con la exposición a ruidos”, añadió Nicassio.

Uno de los desafíos principales radica en el carácter silencioso de este avance. “El trauma acústico puede avanzar en silencio: no duele, no avisa y muchas veces los síntomas aparecen cuando el daño ya está instalado”, advierte Leiro, quien forma parte del equipo de GAES Amplifon.

Recomienda privilegiar siempre la elección de alternativas visuales a los fuegos artificiales o priorizar espacios silenciosos y protegidos, sobre todo en niños, adultos mayores y personas con sensibilidad auditiva.

Alternativas y estrategias para proteger la audición de la pirotecnia

La prevención incluye el uso de protección auditiva y la elección de alternativas visuales para proteger en especial a niños y adultos mayores (Imagen Ilustrativa Infobae)

La mayoría de los casos de pérdida auditiva por exposición a ruidos intensos se pueden prevenir. Frente a situaciones ineludibles, los CDC destacan el uso de protección auditiva adecuada y el alejamiento de las fuentes sonoras.

“El paciente debe saber que no hay ningún tratamiento que garantice la recuperación completa de la audición. Por lo tanto, el uso de dispositivos de protección auditiva es lo más importante para prevenir el daño si no se puede evitar la exposición”, enfatizó Nicassio.

Saldaña coincidió con esto: “Siempre que sea posible, se recomienda mantener distancia del foco del ruido y evitar exposiciones repetidas, especialmente en niños y personas vulnerables. La prevención es fundamental, ya que gran parte del daño auditivo por ruido es irreversible”.

El daño auditivo por pirotecnia es irreversible en gran parte por lo que se recomienda evitar la exposición y priorizar ambientes tranquilos (Imagen Ilustrativa Infobae)

En relación con la protección de grupos de riesgo, Stella Maris Cuevas aconseja: “Para los niños y bebés se indica protección auditiva ante la pirotecnia cercana. Brindar contención emocional. Para los adultos mayores, priorizar ambientes tranquilos, regular o calibrar los audífonos en caso de usarlos. Para las personas especiales, crear ambientes y espacios tranquilos, no dejarlos nunca solos”. La especialista sostiene que evitar la pirotecnia no solo protege la salud de las personas, sino que también cuida el bienestar de todo el entorno y de los animales.

Por otro lado, Nicassio destacó: “Es importante que las personas que no puedan evitar la exposición utilicen dispositivos de protección auditiva de barrera (tapones auditivos) o electrónicos (cancelación de sonido). Tener en cuenta que el daño no solo se ocasiona por el sonido, también por la transmisión de la vibración, con lo cual aún con tapones puede haber daño auditivo”.

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