Niños en vecindarios ruidosos son más propensos a la ansiedad

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MIÉRCOLES, 29 de mayo de 2024 (HealthDay News) -- Los niños expuestos al tráfico y a otros ruidos en sus vecindarios podrían tener un riesgo más alto de ansiedad, concluyen unos investigadores, mientras que la contaminación atmosférica podría aumentar los riesgos de otros problemas de salud mental.

"La exposición a la contaminación acústica en la infancia y la adolescencia podría aumentar la ansiedad al aumentar el estrés y alterar el sueño", escribió un equipo dirigido por Joanne Newbury, de la Facultad de Medicina de Bristol en Bristol, Reino Unido.

Los hallazgos se publicaron en la edición del 28 de mayo de la revista JAMA Network Open.

En el estudio, el equipo de Newbury observó los datos del Estudio Longitudinal de Padres e Hijos de Avon, que rastreó la salud de los niños nacidos en Inglaterra entre 1991 y 1993.

Un total de 9.065 proporcionaron datos sobre su salud mental en la edad adulta. Aproximadamente 1 de cada 5 reportó algún antecedente de psicosis, el 11,4% reportó depresión y el 9,7% reportó ansiedad.

Los investigadores dijeron que los niños que habían estado expuestos a la "contaminación acústica" en sus vecindarios durante la niñez y/o la adolescencia tenían unas probabilidades de ansiedad alrededor de un 20 por ciento más altas a medida que crecían.

La contaminación del aire en el vecindario también fue un factor de riesgo para los problemas de salud mental: los niños expuestos a niveles relativamente altos de partículas (pequeños trozos de contaminación que ingresan a los pulmones) mientras aún estaban en el útero tenían un 11 por ciento más de probabilidades de psicosis, en comparación con los que no tenían tales exposiciones, y un aumento del 10 por ciento en el riesgo de depresión.

Los investigadores enfatizaron que los datos no pudieron probar que el ruido o la contaminación atmosférica ayuden a provocar trastornos mentales, solo que hay una asociación.

Aún así, podría haber razones sólidas detrás del efecto del ruido en la mente en desarrollo. Además de reducir el sueño que tanto necesitan los niños, el ruido del vecindario "también podría afectar a la cognición [de un niño], lo que podría aumentar la ansiedad al afectar a la concentración durante los años escolares", teorizó el grupo de Newbury.

En cuanto a la contaminación del aire, las toxinas que respiran las madres durante el embarazo podrían afectar al "extenso desarrollo cerebral" que está ocurriendo en el feto y en la infancia, señaló el equipo del Reino Unido.

"La exposición a la contaminación atmosférica también podría conducir a un crecimiento fetal restringido y a un parto prematuro, que son factores de riesgo de psicopatología", añadió el equipo de Newbury.

Si el ruido y la contaminación atmosférica fetal e infantil tienen un impacto en las trayectorias de salud mental, entonces minimizar esas toxinas podría tener un impacto "potencialmente enorme", anotaron los investigadores.

Mientras tanto, "ahora hay una necesidad apremiante de más investigación longitudinal" sobre estas conexiones, dijeron.

Más información

Obtén más información sobre el impacto de la contaminación en el embarazo en la Asociación Americana del Embarazo.

FUENTE: JAMA Network Open, 28 de mayo de 2024

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