Inflación en el conurbano: sólo tres intendentes acordaron paritarias superiores al 60 por ciento

En su mayoría, los incrementos salariales a los empleados municipales están por debajo, pero incluyen cláusulas de futuras revisiones. Cuáles son las excepciones

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El intendente de Morón, Lucas Ghi, otorgó un aumento anual del 80% para las categorías más bajas de los municipales
El intendente de Morón, Lucas Ghi, otorgó un aumento anual del 80% para las categorías más bajas de los municipales

En la “guerra contra la inflación”, los intendentes del conurbano bonaerense hacen lo que pueden. Más allá de las arengas y los discursos contra los presuntos responsables de un lado y del otro por la espiralización del costo de vida, son pocos distritos donde los empleados municipales tendrán incrementos anuales que empaten o superen la inflación estimada. Incluso en los distritos donde gobierna el Frente de Todos, donde la interna recrudece y existe el mandato oficial de que los sueldos de los trabajadores recuperen el poder adquisitivo perdido durante la gestión de Mauricio Macri.

Los consultores y analistas de mercado proyectan que, en 2022, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) aumentará un 59,2% en 2022, según con el último relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) por el Banco Central. Algunos gremios del sector privado, como Comercio, ya se anticiparon a la puja entre precios y salarios con un incremento anual progresivo y escalonado en siete cuotas que totalizan un 60 por ciento.

Como mensaje político, los jefes comunales resolvieron reforzar incrementos salariales y acelerar negociaciones. Gran parte de los convenios colectivos cuentan con promesas de revisión, pero apenas un puñado de tres intendentes definieron acuerdos anuales que “blindan” a los municipales para los próximos 12 meses.

El caso más destacado de ese grupo ocurrió esta semana en el municipio de Morón, que encabeza Lucas Ghi, conocido recientemente por la controversia por su política de “control de daños” del consumo de drogas. Presidente del partido Nuevo Encuentro y alineado con el kirchnerismo, el intendente definió un “recomposición histórica” un incremento de hasta el 80% en la previa al 1 de Mayo, Día Internacional de los Trabajadores, que incluye un bono de gratificación de 5 mil pesos por la jornada conmemorativa.

En San Martín, que lidera el intendente Fernando Moreira y que responde al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis, se definió un incremento del 65% a pagarse en enero y septiembre de 2022. El acuerdo agrega, además, una claúsula de evolución de la inflación en la segunda quincena de agosto.

El municipio de Avellaneda, bastión histórico del ministro de Habitat y Vivienda Jorge Ferraresi, también se inclinó por una paritaria que blinda a los municipales. El intendente Alejo Chornobroff dispuso un aumento del 65% en cuatro tramos progresivos del 12%, junto a un bono fijo de 10 mil pesos desde abril.

El intendente de San Martín, Fernando Moreira junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis
El intendente de San Martín, Fernando Moreira junto al ministro de Obras Públicas, Gabriel Katopodis

Por debajo esa tríada se ubica el segmento que ronda en torno al 50 por ciento anual. Allí está Hurlingham, donde el intendente Damián Selci anunció un 55% de suba más un reconocimiento económico a las trabajadoras de 3 mil pesos por tareas de cuidado. Le siguen en ese camino otros jefes comunales del oficialismo, como Federico Achaval, de Pilar (53%), Alberto Descalzo, de Ituzaingó (51%), Andrés Watson, en Florencio Varela (50%), Mario Ishi, de José C. Paz (50%) y Noelia Correa, en Malvinas Argentinas (50%).

En tercer orden, aparece una referente de La Cámpora, la intendenta de Quilmes, Mayra Mendoza, con un incremento del 48% con un bono de 10 mil pesos a abonarse en mayo. La promesa del convenio es que se revise el acuerdo en noviembre. En La Matanza, pese a tratarse de un bastión peronista, el incremento no es importante en el porcentaje, que es del 45%. Sin embargo, implica un mayor desembolso en los tramos. La primera cuota se abona con un 30% retroactivo a marzo, con una revisión en octubre.

Los intendentes de Juntos se alejan, marcadamente, de estas pautas salariales. Néstor Grindetti, de Lanús, otorgó un incremento 40% con un compromiso de revisión en septiembre y Diego Valenzuela, de Tres de Febrero, dispuso de una paritaria corta del 38%, con vigencia hasta el mes de agosto, para luego continuar con las negociaciones salariales.En San Isidro, el último convenio colectivo que firmó el radical Gustavo Posse fue en diciembre pasado, con una suba del 54% que alcanzaba el último tramo paritario a marzo de 2022. Faltan definir las negociaciones del período en curso. En el caso de Vicente López, en tanto, acordó un anticipo de paritaria del 10% de aumento al básico y a las bonificaciones (5% en febrero, 5% en marzo). Únicamente el más peronista de los intendentes opositores otorgó un incremento superador a estos guarismos: en San Miguel, a cargo de Jaime Méndez, el incremento a los municipales fue del 55 por ciento.

Los intendentes de Juntos dieron aumentos por debajo del 40 por ciento.
Los intendentes de Juntos dieron aumentos por debajo del 40 por ciento.

Entre las subas que el Frente de Todos definió y se aleja de los objetivos políticos de recomposición hay algunos leales con el kirchnerismo, como Mario Secco, de Ensenada, que resolvió un incremento del 40 por ciento. Lo mismo definió Juan José Mussi, de Berazategui, con la promesa de otorgar otro incremento una revisión a fin de año, con una suerte de claúsula gatillo. En Moreno, la intendenta del Movimiento Evita, Mariel Fernández, estableció una suba del 35% con revisión en septiembre, mientras que el intendente Juan Andreotti, en San Fernando, definió un 25% con revisiones en julio y octubre.

Los más rezagados en las negociaciones en el Frente de Todos son los partidos bonaerenses que dieron algún tipo de aumento a cuenta, como Tigre (22%) y Lomas de Zamora (18%). Y aquellos distritos que se desconocen incrementos o adelantos de la paritaria son Almirante Brown y Merlo.

Más allá de los mensajes políticos y esfuerzos de algunas comunas, en gran parte de los municipios se pagan que están por debajo de los salarios promedio. Los haberes, en ocasiones, son magros y no alcanzan el Salario Mínimo Vital y Movil (SMVM). Así lo expuso una concejal del Frente de Izquierda-Unidad, Natalia Hernández, al exhibir un recibo de sueldo de un trabajador de un hospital municipal en redes sociales. Los haberes constaban de 37.106 pesos. Otras quejas llegan desde Esteban Echeverría, una de comunas con complicaciones en la paritaria. Allí, el gremio local denunció que los salarios vienen a la baja desde hace años y en enero pasado, el sueldo básico de un ingresante era de 26.540 pesos.

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