Carlos Bianco: “Quizás tengamos que rediscutir cuál es el proyecto político del Frente de Todos”

El ex Jefe de Gabinete bonaerense, actual jefe de asesores del gobernador Kicillof, se metió en la interna del oficialismo y apuntó contra el FMI. Gestión, reelección y la relación con los intendentes

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Carlos Bianco en su despacho de la gobernación bonaerense (Foto: AGLAPLATA-Fotonoticias)

Cuando Carlos Bianco dejó la jefatura de gabinete de la provincia de Buenos Aires en el marco de los cambios que se dieron tanto en el gobierno nacional como en el provincial tras el resultado de las elecciones Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO), el gobernador Axel Kicillof no prescindió 100% de quién hasta ese momento era su mano derecha. Sin embargo, la llegada de los intendentes a la mesa ministerial bonaerense y la apertura a otros sectores construyeron una idea: que al gobernador le habían intervenido el gabinete. Hoy Bianco es el Jefe de Asesores del gobierno bonaerense. Su despachó está a dos puertas del de Kicillof. “Lo vi como un cambio en las responsabilidades entendiéndolo además en la necesidad del gobernador de fortalecer el Gabinete en una etapa distinta que se abría en ese mismo momento”, rememora.

Con una exposición total durante la pandemia, cada vez que Bianco hablaba quien lo hacía era Kicillof. Hoy, un poco, esa analogía sigue en pie. En diálogo con Infobae, el Jefe de Asesores de la provincia de Buenos Aires dice que el “kicillofismo” no existe, pero ubica al gobernador y a sus funcionarios más cercanos como peronistas y kirchneristas. Además, habla de la interna que atraviesa el Frente de Todos y pide una rediscusión del rumbo político que debe tomar la alianza de gobierno. Apunta contra el FMI y asegura que lo “más natural” es que el gobernador vaya por una reelección.

-El gobernador lanzó a fin del año pasado el programa 6X6, una especie de relanzamiento de gestión, ¿fue también la primera señal de una reelección?

-Arrancamos en diciembre del 2019, empezamos a implementar el plan de trabajo que teníamos con las prioridades en salud, educación, trabajo y producción. Rápidamente nos apareció la pandemia y tuvimos una agenda más defensiva. Ahora que la pandemia está en otro estadío y nos permite tener una vida casi normal, lo que hizo el gobernador fue recalibrar un poco ese plan de trabajo que teníamos desde el principio. Plantear objetivos para todos los ministerios y trabajar en una agenda de reconstrucción de la provincia a seis años que se corresponden además a la crisis que tuvo la provincia de Buenos Aires. Una crisis con el macrismo, con caída de la producción, aumento de la pobreza, caída de los salarios reales y a eso se le sumaron los impactos sanitarios, económicos y hasta psicológicos y que hay que recuperar. Sabemos que en dos años no se pueden recuperar todo eso.

-¿No es una plataforma de reelección entonces?

- A nosotros los políticos todo el tiempo, la opinión pública, los medios, los periodistas nos dicen que este país no tiene políticas de Estado. Lo que estamos haciendo es establecer ciertas políticas de Estado para la provincia de Buenos Aires para que después se cumplan. Después habrá una definición política de quién esté. Nosotros dejamos el camino marcado, porque cuando llegamos nosotros no había ningún camino marcado, era todo chapucería y abandono. Nosotros no vamos a hacer eso independientemente de lo que suceda.

-¿Para usted debería ser Kicillof quién ejecute esas políticas?

-Siempre es el gobernador.

-Hasta 2027 sería otro mandato

-Kicillof es un excelente gobernador y de serlo nuevamente seguiría siendo una excelente gestión gobernación. Si lo que me estás preguntando es si tiene que reelegir o no, lo va a definir nuestra fuerza política con todas las discusiones que lleve. Sabiendo además que es un frente político. En ese marco general la fuerza política va a definir quién será el candidato en la provincia de Buenos Aires. Lo más natural es que un gobernador se reelija si tiene posibilidades de reelección. Lo hizo Daniel Scioli, lo intentó hacer María Eugenia Vidal y no le salió.

AGLAPLATA-Fotonoticias

-¿Cómo ve a la fuerza política en medio de la interna atraviesa y cuál es el rumbo que debería tener?

-Nuestra fuerza política desde su origen tiene matices, hay que recordar que dentro del Frente de Todos hay sectores kirchneristas y hay sectores que en algún momento fueron antikirchneristas, que estuvieron en contra de muchas políticas económicas o políticas públicas que se tomaron en el gobierno de Cristina Kirchner. Lo digo en términos de política, no de nombres. Me parece que la genialidad de Cristina fue poder aglomerar todo el sector del peronismo al incluir ahí adentro al Frente Renovador que no es necesariamente una fuerza abiertamente peronista. Eso no implica que no tenga muchos compañeros y compañeras que vengan del peronismo y se definen peronistas. De origen, nuestro frente político tiene matices y diferencias. Eso es así.

-Pero ahora se exteriorizaron

-Esos matices siempre estuvieron presentes en las discusiones políticas y sobre las políticas, lo que pasa es que el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional es lo suficientemente importante y significativo para nuestro país como para que algunas de esas diferencias se hayan hecho aún más visibles y mucho más públicas que en otro momento y también algunas otras cuestiones como la política inflacionaria, las medidas para controlar los precios. Me parece que es un momento muy complejo además. No fue tan complejo en la pandemia en donde nuestro frente estuvo más ordenado a pesar del problema grave que fue la pandemia. Pero un asunto tan de fondo como el del FMI hizo que esos matices se vean multiplicados. Eso no quiere decir que hayan existido desde el origen. Lo importante es siempre entender que quien nos pone en esta situación es Macri y el Fondo Monetario Internacional porque nos tendieron una verdadera trampa. El culpable de nuestras diferencias son Macri y el Fondo Monetario Internacional que nos obliga a tomar una posición sobre definiciones que ninguna era óptima.

-Hubo una votación dividida del oficialismo en ambas cámaras

-Todos los compañeros del Frente de Todos -diputados y senadores- tienen una buena razón para votar como lo hicieron y todas son entendibles. En el marco de un frente hay matices, algunos tomaron políticas particulares y se entiende perfectamente. Tenemos que seguir trabajando en unidad. La unidad es un valor en sí mismo, pero me parece que cobra sentido cuando hay un proyecto en conjunto. La unidad tiene sentido en el marco de un proyecto político común y eso es lo que quizás tengamos que volver a rediscutir.

-¿Rediscutir?

-Sí, rediscutir cuál es el proyecto político del Frente de Todos

-Para el espacio del peronismo kirchnerista de la provincia de Buenos Aires que en parte encabeza Kicillof, ¿cuál es ese proyecto?

-Un proyecto político que privilegie la producción, la soberanía política, que nuestras políticas en general y nuestras políticas económicas en particular no estén determinadas externamente sino que sean decisiones soberanas del pueblo argentino a través de sus representantes, que sea un proyecto que junto con la producción priorice la generación de empleo formal, bien pago y genuino. Obviamente va a haber medidas de transición que sostener pero con un objetivo muy claro que es ir limitándolas. De lo que trata un gobierno peronista es de dar trabajo a la población, buenos ingresos. El peronismo no es un proyecto de subsistencia de las clases trabajadoras o populares. Es un proyecto de trabajo y dignidad.

-Pero el acuerdo con el Fondo plantea una revisión cada tres meses, una baja del déficit. Estos objetivos se vuelven dificultosos a priori

-Sí y el kirchnerismo lo ha señalado como un problema. Independiente después si quedaba posibilidad o no de no aceptar ese acuerdo. Por eso te digo que el problema es la trampa en la que nos metió Macri y el Fondo Monetario Internacional. Lo que digo es que habrá que hacer los mayores esfuerzos posibles para que el grueso de nuestras políticas, estén determinadas domésticamente, no externamente. Habrá que dar una discusión muy fuerte en ese sentido contra los burócratas del Fondo Monetario Internacional.

-¿La figura de Mauricio Macri o Juntos por el Cambio es lo que puede llegar a sostener la unidad del Frente de Todos?

-Espero que no. Creo que el Frente de Todos no se puede definir como un grupo que está unido por el espanto. A nosotros nos une la esperanza de mejorarle la vida al pueblo. Espero que no sea que nos una el miedo a Macri, que nos un proyecto por la positiva, no por la negativa.

Junto a Kicillof en tiempos de restricciones

-Un grupo de intendentes del PRO están reclamando el traspaso de la Policía Local a la órbita de los municipios, ¿cuál es la opinión del Ejecutivo bonaerense?

-La Policía Local no tiene una historia muy feliz. Para esos intendentes en particular parecería que la mera existencia y el control por parte de los intendentes es la panacea y que con eso se va a solucionar los problemas de seguridad. Las policías locales aparecen en un momento muy particular y con un problema de origen que fueron la escasísima formación que tenían. Hemos tenido desgracias y accidentes porque muchos policías locales no sabían manipular las armas.

-¿Entonces no es viable hoy?

-Creo que el camino que eligió el gobernador y que está llevando adelante el ministro Berni es el camino correcto. Un camino de mejora estructural del sistema de seguridad de la provincia y de la policía de la provincia de Buenos Aires en particular. Todos los sectores, incluso sectores que no son afines a nosotros, como los sectores rurales que implica el fortalecimiento de las patrullas rurales lo destacan. Vamos continuar con la definición política que se ha dado que es la centralización del mando y comando de la policía en una única estación de policía por distrito, porque eso nos permite no solo centralizar sino coordinar mucho mejor con los municipios. Si alguien tiene una visión distinta se respeta, pero el gobierno del gobernador Kicillof lo ha instruido al ministro Berni para seguir en ese camino.

Para Bianco, el acuerdo con el FMI exteriorizó los matices que siempre existieron en el Frente de Todos (Foto: AGLAPLATA-Fotonoticias)

-Hubo una reunión de intendentes del peronismo donde se pidió la coordinación de una mesa de seguridad, ¿cómo cayó en el gobierno entendiendo también que estaban allí la vicegobernadora, Verónica Magario, y el jefe de gabinete, Martín Insaurralde?

-Nosotros no tenemos ningún problema en hacer cualquier tipo de mesa para coordinar cualquier tipo de política, bienvenida. De hecho existen muchísimas mesas de gestión de política, existen reuniones bilaterales del gobernador con intendentes, reuniones del Jefe de Gabinete con intendentes, de la ministra de Gobierno con los intendentes, ministros. Me parece una buena propuesta y eventualmente se implementará. Pero nuestro ministro Berni está en contacto con todos los distritos.

-Esta semana volvieron a realizarse reuniones por el tema de la coparticipación, ¿la provincia de Buenos Aires va insistir en el reclamo de los puntos que le quitaron?

-La quita de coparticipación que vivió la provincia durante el gobierno de Alejandro Armendáriz (1983-1987) tuvo un objetivo loable, que era mejorar la infraestructura de las provincias del norte y frenar la migración interna pero no cumplió su objetivo. No se generaba empleo y la gente seguía migrando a la zona metropolitana. Dado que eso fracasó como política habría que revisar la herramienta que estuvo vinculada con esa política, que estuvo vinculada con los puntos de coparticipación, porque al final perdimos siete puntos de coparticipación y tenemos más migración interna hacia la provincia de Buenos Aires. Hay más gente y menos recursos.

-¿Es inviable la provincia?

- No estamos de acuerdo con el concepto de la inviabilidad de la provincia de Buenos Aires, o que dicen que es muy grande, que es muy variada. Me parece que, al contrario, eso es una riqueza. La inviabilidad es la falta de presupuesto de la provincia de Buenos Aires. No se resuelve con partir la provincia en dos, tres o veinte siete pedazos. Se resuelve con más presupuesto y con ejecutarlo bien.

-¿Notan una voluntad de destrabar esta situación de parte del gobierno nacional?

-Sí, hay un compromiso explícito y efectivo de la Nación con paulatinamente ir devolviéndole puntos de coparticipación o ingresos. Se hizo efectivo a través de varias medidas en el último tiempo. Este 1,18 puntos de coparticipación que recuperamos a través del Fortalecimiento de Seguridad Ciudadana o la actualización del Fondo del Conurbano, van en ese sentido. Hay una ayuda, lo que pasa es que todavía es insuficiente. Hay que seguir reforzando y volver al número de esa coparticipación.

En medio del pedido de los intendentes del PRO por el traspaso de la Policía Local, Bianco volvió a ponderar la figura y gestión de Sergio Berni en el ministerio de Seguridad (Foto: AGLAPLATA-Fotonoticias)

-¿Cómo se halla en este nuevo rol de Jefe de Asesores, cuáles son sus tareas?

-Muchas y variopintas. Desde preparar toda la información que el gobernador necesita para tomar las mejores decisiones en materia de políticas que se coordina con el resto de los ministerios a hacer informes periódicos y de coyuntura. Tenemos sistematizado todo lo que la provincia le da en cada una de las áreas a todos los municipios, para tener ese inventario al día. No solo para mostrarle a los municipios cómo colabora la provincia, sino para ver qué puntos hay que reforzar.

-¿Es un rol de contralor?

-No, de monitoreo de las políticas

-¿El gobernador carece de construcción política propia? ¿Hay intenciones de construir un kicillofismo?

-No, nunca fue un objetivo crear el kicillofismo. Nosotros estamos en el marco de dos ismos: el peronismo y el kirchnerismo y estamos en ese marco político. Lo que sí hacemos en conjunto con nuestra fuerza política, es obviamente trabajar con todos los compañeros y fundamentalmente en los distritos donde nuestra fuerza política no es gobierno. Que tengan la información porque muchas la información la tiene el intendente y esa información no fluye hacia otra fuerza política y ahí estamos nosotros.

-¿A la distancia, qué lectura hace de los cambios de gabinete que lo terminaron corriendo de la jefatura?

-Lo primero que hay que entender es que ningún cargo es vitalicio. Algunos sí, pero no estoy de acuerdo con que sean así. Estar al frente de una Jefatura de Gabinete no es un cargo vitalicio y uno sabe que están a disposición del gobernador y no hace falta presentar la renuncia para que sea así, porque el gobernador a uno lo nombra, lo corre o lo cambia de responsabilidad. Lo vi como un cambio en las responsabilidades entendiéndolo además en la necesidad que tenía el gobernador de fortalecer el gabinete en una etapa distinta que se abría en ese mismo momento. Además, el altísimo grado de exposición pública que yo tuve en el marco de la pandemia dando noticias nunca simpáticas, también generó un desgaste sobre mi figura y el gobernador probablemente decidió cuidarme en ese sentido y darme otras responsabilidades que no son ni más, ni menos importantes que las de ninguno de los otros ministros. De hecho, mi cargo tiene rango de ministro y tengo un vínculo permanente con el gobernador que va más allá del cargo. Es un vínculo político que tengo con él que no tiene que ver con mi cargo.

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