Mantener niveles adecuados de glucosa en sangre es fundamental para la salud y el funcionamiento del organismo. La glucosa, principal fuente de energía para las células, necesita encontrarse en un rango óptimo para evitar complicaciones. En el Perú, la diabetes representa una de las principales enfermedades crónicas, afectando a un número creciente de personas cada año. Según datos del Ministerio de Salud (Minsa) y el Seguro Social de Salud (EsSalud), millones de peruanos conviven con alteraciones en el metabolismo de la glucosa, lo que incrementa el riesgo de desarrollar complicaciones graves si no se controla de manera adecuada. Por ello, es esencial comprender la diferencia entre hipoglucemia e hiperglucemia, dos condiciones que pueden poner en peligro la salud y requieren atención inmediata.
La hipoglucemia
La hipoglucemia se produce cuando los niveles de glucosa en sangre descienden por debajo de los valores normales, generalmente menos de 70 mg/dl (miligramos por decilitro). Esta situación puede presentarse en personas con diabetes que utilizan insulina o ciertos medicamentos, pero también puede afectar a personas sin diabetes en casos puntuales. Las causas principales incluyen un exceso de medicación para la diabetes, omisión de comidas, actividad física intensa sin ajuste de la ingesta calórica o consumo de alcohol en ayunas.
Los síntomas de la hipoglucemia suelen aparecer de forma repentina y pueden incluir sudoración excesiva, temblores, sensación de hambre intensa, palpitaciones, irritabilidad, confusión y, en casos graves, pérdida de conciencia o convulsiones. Es fundamental actuar rápidamente ante estos síntomas, ya que la hipoglucemia prolongada puede dañar el cerebro y otros órganos.
El tratamiento consiste en la administración inmediata de carbohidratos de absorción rápida, como jugos azucarados, caramelos o tabletas de glucosa. Posteriormente, se recomienda consumir alimentos que ayuden a mantener el nivel de glucosa estable, como pan, galletas o frutas. En casos severos, puede ser necesario recurrir a atención médica especializada.
La hiperglucemia
La hiperglucemia ocurre cuando los niveles de glucosa en sangre superan los valores normales, situándose generalmente por encima de 180 mg/dl después de las comidas. Esta condición es frecuente en personas con diabetes mal controlada, pero también puede presentarse en situaciones de estrés agudo, infecciones o tras el consumo excesivo de alimentos ricos en azúcares y carbohidratos.
Entre los síntomas más comunes se encuentran la sed intensa, aumento de la frecuencia urinaria, fatiga, visión borrosa, pérdida de peso inexplicada y, en casos graves, náuseas y dificultad para respirar. La hiperglucemia sostenida puede provocar complicaciones a largo plazo, como daño en los riñones, vasos sanguíneos, nervios y retina.
El manejo de la hiperglucemia requiere ajustar el tratamiento médico, mejorar los hábitos alimentarios, incrementar la actividad física y controlar otros factores de riesgo como la hipertensión y el colesterol alto. En situaciones de hiperglucemia severa, especialmente si existen síntomas de descompensación, se recomienda buscar atención médica inmediata.
Diferencia entre hipoglucemia e hiperglucemia
La principal diferencia entre la hipoglucemia y la hiperglucemia radica en los niveles de glucosa en sangre y sus consecuencias para la salud. La hipoglucemia se caracteriza por una concentración baja de glucosa en sangre, mientras que la hiperglucemia implica un exceso de glucosa. Ambas condiciones pueden aparecer en personas con diabetes, pero también afectan a quienes no la padecen bajo ciertas circunstancias.
La hipoglucemia provoca síntomas relacionados con la falta de energía en el cerebro y el sistema nervioso, como confusión y pérdida de conciencia. Por el contrario, la hiperglucemia se manifiesta por signos de deshidratación y daño a órganos a largo plazo. El tratamiento de la hipoglucemia requiere elevar rápidamente los niveles de glucosa, mientras que el de la hiperglucemia se basa en reducirlos y mantenerlos dentro del rango adecuado.
Conocer estas diferencias permite actuar de manera oportuna y reducir el riesgo de complicaciones graves. El Minsa y EsSalud insisten en la importancia de realizar controles periódicos de glucosa, seguir las indicaciones médicas y llevar un estilo de vida saludable para prevenir tanto la hipoglucemia como la hiperglucemia, y mejorar así la calidad de vida de la población peruana.