La glándula tiroides cumple un rol esencial en el organismo, pues regula diversos procesos metabólicos y participa en el equilibrio hormonal. Su adecuado funcionamiento contribuye a prevenir numerosas enfermedades, entre las que destaca el cáncer de tiroides. Según informó el Ministerio de Salud (Minsa), este tipo de cáncer ocupa los primeros lugares en incidencia entre las neoplasias endocrinas en el país. Datos recientes del Seguro Social de Salud (EsSalud) señalan que en Perú se diagnostican anualmente aproximadamente 2.000 nuevos casos de cáncer de tiroides, un problema de salud pública que afecta principalmente a mujeres entre los 30 y 50 años.
La vigilancia de la salud tiroidea permite detectar alteraciones tempranas y acceder a tratamientos más efectivos. Por esto, identificar los primeros síntomas del cáncer de tiroides se ha vuelto fundamental para la población peruana, teniendo en cuenta que un diagnóstico precoz aumenta sustancialmente las posibilidades de recuperación.
Estos son los 5 principales síntomas del cáncer de tiroides
Especialistas del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y de EsSalud coinciden en que el cáncer de tiroides suele presentar síntomas sutiles en sus fases iniciales. Sin embargo, existen señales de alerta frecuentes que pueden indicar la presencia de esta enfermedad:
1. Bulto o nódulo en el cuello: la aparición de una masa o protuberancia indolora en la parte frontal del cuello representa la manifestación más habitual de la enfermedad. En muchos casos, estos nódulos pueden palparse durante la autoexploración o los exámenes médicos rutinarios.
2. Ronquera o cambios en la voz: alteraciones repentinas en la voz, como afonía o ronquera persistente, se asocian a la compresión o invasión de las cuerdas vocales por un nódulo tiroideo.
3. Dificultad para tragar (disfagia): la sensación de obstrucción al tragar sólidos o líquidos puede indicar el crecimiento de un tumor que presiona el esófago.
4. Dolor en el cuello o garganta: si bien el dolor no aparece siempre, algunos pacientes presentan molestias localizadas que pueden irradiar al oído.
5. Inflamación de ganglios linfáticos: un aumento en el tamaño de los ganglios ubicados en la zona cervical, sin causa aparente, puede señalar una extensión local de la enfermedad.
Factores de riesgo del cáncer de tiroides
El cáncer de tiroides está asociado a diversos factores de riesgo, entre los principales destacan la exposición previa a radiaciones en la niñez, los antecedentes familiares de patología tiroidea y determinadas condiciones hereditarias. El Minsa advierte que las mujeres presentan una probabilidad de desarrollar este tipo de cáncer hasta tres veces mayor que los varones.
Otros factores considerados relevantes son la edad, pues la mayor incidencia aparece en adultos jóvenes y de mediana edad, y ciertas deficiencias nutricionales, como la falta de yodo en la dieta. Los especialistas de EsSalud recomiendan que personas con antecedentes familiares directos de cáncer de tiroides o quienes hayan recibido radioterapia en la región cervical se sometan a controles periódicos.
Cómo prevenir el cáncer de tiroides
Las recomendaciones de Minsa y EsSalud enfatizan la importancia de la prevención y la detección temprana. Entre las medidas más efectivas figura la realización de ecografías de tiroides en personas con factores de riesgo y la consulta médica ante cualquier síntoma sospechoso. Mantener una alimentación balanceada que incluya suficiente yodo, evitar exposiciones innecesarias a radiaciones y abandonar el consumo de tabaco forman parte de los hábitos sugeridos por los especialistas.
El Minsa desarrolla campañas gratuitas de evaluación tiroidea en diversas regiones del país como parte de sus acciones para reducir la incidencia y mortalidad por cáncer de tiroides. Además, EsSalud impulsa talleres de educación en salud dirigida a comunidades vulnerables, donde se informa sobre los signos de alerta y la importancia de los chequeos médicos regulares.
Más allá de las iniciativas oficiales, la consulta oportuna constituye el paso más importante para controlar esta enfermedad. El diagnóstico y tratamiento prescrito por un equipo multidisciplinario garantizan mayores tasas de recuperación y disminuyen las complicaciones asociadas al cáncer de tiroides.