El plan de Cencosud para levantar un gran centro comercial quedó definitivamente truncado después de que una autoridad administrativa dejara sin validez un documento clave del proyecto. La decisión de la Secretaría Regional Ministerial de Transportes y Telecomunicaciones (Seremi) Metropolitana —la anulación del Informe de Mitigación de Impacto Vial (IMIV)— cerró la posibilidad de avanzar con la obra, que llevaba más de una década en preparación.
El golpe afecta de lleno a la división Cenco Malls y obliga al grupo a dar por inviable una inversión que buscaba transformar una zona estratégica del sector oriente de Santiago. Aunque el proceso había retomado impulso formal en 2023, la falta de sustento técnico y regulatorio dejó sin piso la iniciativa.
¿Cuál es el proyecto descartado?
El proyecto afectado es Cencosud Shopping Vitacura, proyectado para la comuna de Vitacura. Se trataba de un centro comercial de gran escala concebido como un nuevo polo de servicios y comercio en el sector oriente de Santiago. La inversión prevista ascendía a USD 125 millones, lo que da cuenta de la envergadura del desarrollo que ahora queda en pausa definitiva.
Según lo reportado por Diario Financiero, las autoridades detectaron falencias técnicas y errores administrativos durante el proceso. El episodio clave fue la tramitación de una tercera versión del IMIV que, según la Seremi, “no fue consultada con los organismos competentes ni ingresada al sistema correspondiente”. Esa presentación irregular fue determinante para que el informe fuera invalidado.
Cenco Malls lamentó la anulación y subrayó que el IMIV es “un insumo esencial para iniciar la construcción”. La compañía advirtió que la invalidación “afectó grave y decisivamente la evaluación ambiental en curso”, lo que, en su criterio, imposibilita ejecutar el proyecto bajo las condiciones actuales.
Choque de versiones: autoridad vs. empresa
La Seremi defendió su actuación y señaló que su obligación es asegurarse de que los proyectos cumplan los requisitos técnicos y normativos. En sus comunicaciones oficiales, la entidad afirmó haber advertido “falencias procedimentales y técnicas relevantes” durante la tramitación.
Por su parte, Cenco Malls sostuvo que los errores que motivaron la anulación “paradójicamente provienen de la propia conducción del procedimiento” por parte de la autoridad. La compañía concluyó que, con la resolución vigente, “no puede ejecutarse” el proyecto.
Oposición vecinal y riesgo vial
Desde los primeros pasos, el megaproyecto enfrentó una oposición sostenida de vecinos y organizaciones locales que alertaron sobre la saturación vial y el posible deterioro de la calidad de vida en el barrio. La resistencia se tradujo en recursos administrativos y observaciones formales que complicaron la tramitación.
Un estudio encargado por la Municipalidad de Vitacura al Dictuc advirtió riesgos significativos de tráfico en el sector de emplazamiento. Ese informe proyectó que la iniciativa podría aumentar la cantidad de viajes en horario punta hasta “un 270%” y la densidad vehicular en “un 97%”, advertencias que fortalecieron las objeciones técnicas presentadas.
Otros actores que se sumaron a los reparos
Las observaciones municipales se vieron acompañadas por otros actores locales: la Junta de Vecinos de Santa María de Manquehue, la Parroquia San Francisco de Sales y el Centro de Padres del Saint George’s, todos contrarios al proyecto por sus posibles efectos sobre el entorno.
Además, la Conadi emitió una alerta sobre el posible impacto en la comunidad mapuche Dhegñ-Winkul, ubicada en Huechuraba, lo que añadió un elemento de responsabilidad social y cultural a las preocupaciones ya existentes.
La acumulación de fallas técnicas, trabas administrativas y rechazo social generó sucesivos retrasos en la obtención de permisos y finalmente dejó al proyecto sin sustento regulatorio. Con la invalidación del IMIV como punto final, la iniciativa de Cencosud quedó cancelada y el futuro del terreno y del plan de desarrollo comercial permanece en incertidumbre.
La presencia de Cencosud en Perú
Cencosud es uno de los actores más relevantes del comercio minorista en Perú, donde opera principalmente a través de las cadenas de supermercados Wong y Metro, adquiridas por el grupo en la década de 2000 y convertidas en piezas centrales de su red local. Estas marcas cubren desde supermercados de barrio hasta locales de mayor formato, y han sido usadas por la matriz para combinar experiencia en tienda física con canales digitales, reforzando su oferta omnicanal y su posición en el mercado peruano.
En los últimos años, la empresa ha vuelto a mostrar dinamismo en el país: sus reportes y notas de prensa señalan planes de inversión y aperturas para reforzar la red de tiendas en 2024–2025, además de registrar crecimientos de ventas en la región que incluyen a Perú. A su vez, la compañía mantiene presencia en otros negocios relacionados —como centros comerciales y formatos especializados en la región— lo que la convierte en un conglomerado con influencia transversal en el retail peruano.