Truco casero: para qué sirve licuar cáscara de mandarina y bicarbonato de sodio

Aunque en el mercado existen diversos productos para el cuidado del hogar, también podemos recurrir a remedios naturales caseros que son económicos y efectivos

La cáscara de mandarina contiene aceites esenciales cítricos que ayudan a neutralizar olores desagradables (Freepik)

Mantener un hogar limpio y con un aroma agradable no es solo una cuestión estética: es parte fundamental del bienestar, la salud y la comodidad diaria. Un ambiente aseado y bien ventilado ayuda a reducir la proliferación de ácaros, hongos, bacterias, moho y alérgenos, lo que a su vez disminuye el riesgo de enfermedades respiratorias o infecciosas. En Perú, el Ministerio de Salud (Minsa) destaca que una vivienda saludable es un factor determinante para el bienestar de las personas, ya que promueve hábitos de higiene y estilos de vida saludables.

Aunque en el mercado existen múltiples productos comerciales diseñados para aromatizar espacios, también podemos recurrir a remedios naturales caseros que son económicos, efectivos y con bajo impacto químico. Uno de esos trucos populares consiste en licuar cáscara de mandarina junto con bicarbonato de sodio.

Para qué sirve licuar cáscara de mandarina con bicarbonato de sodio

Cuando licúas cáscaras de mandarina con bicarbonato de sodio obtienes una mezcla que combina los beneficios aromáticos y antibacterianos de la fruta cítrica con las propiedades desodorizantes del bicarbonato. La cáscara de mandarina contiene aceites esenciales cítricos, con aromas frescos y estimulantes, que ayudan a neutralizar olores desagradables en ambientes cerrados como baños, cocinas o espacios donde haya humedad. Por su parte, el bicarbonato de sodio tiene la capacidad de absorber olores ácidos o fuertes, ya que funciona como un agente alcalinizante suave que contrarresta olores producidos por compuestos orgánicos volátiles.

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El bicarbonato de sodio tiene la capacidad de absorber olores ácidos o fuertes (Imagen Ilustrativa Infobae)

Así, al aplicar esta mezcla rociándola se consigue:

  • Disminuir olores persistentes (como los de cocina después de frituras)
  • Aromatizar de forma natural con un aroma cítrico suave
  • Actuar como desodorizante en ambientes sensibles
  • En algunos casos, ayudar a refrescar textiles o superficies pequeñas

Este truco casero no reemplaza una limpieza regular, pero complementa el mantenimiento del ambiente y aporta buen olor de manera natural.

Cómo preparar la mezcla de cáscara de mandarina y bicarbonato de sodio

Ingredientes y materiales:

  • Cáscaras de 2 o 3 mandarinas (sin parte blanca gruesa)
  • 1 a 2 cucharadas de bicarbonato de sodio
  • Agua (aproximadamente media taza)
  • Licuadora o batidora
  • Colador fino o tamiz
  • Frasco con atomizador (spray)

Pasos:

  1. Lava bien las cáscaras para eliminar restos de pesticidas o impurezas.
  2. Trocea las cáscaras en pedazos pequeños para facilitar el licuado.
  3. Coloca los trozos de cáscara dentro de la licuadora y añade la media taza de agua.
  4. Licúa hasta obtener una mezcla homogénea, con pulpa y líquido integrados.
  5. Cuela la mezcla con un colador fino para separar sólidos gruesos o fibras.
  6. Añade al líquido resultante una cucharada (o dos, si el volumen lo permite) de bicarbonato de sodio.
  7. Revuelve suavemente hasta que el bicarbonato se disuelva. Si se forma espuma o burbujas, espera unos minutos para que se estabilice.
  8. Vierte el líquido en un frasco con atomizador. Etiquétalo (por ejemplo: “Aromatizante mandarina-bicarbonato”) y úsalo rociando ligeramente en ambientes deseados o sobre telas (prueba antes en una pequeña zona).
Rocía la mezcla en espacios cerrados, como la cocina, el baño y la sala; pero evita humedecer en exceso (Somewang)

Modo de uso sugerido:

  • Rocía ligeramente en cortinas, alfombras, tapicerías o ropa de cama.
  • Rocía en espacios cerrados (cocina, baño, sala) pero evita humedecer en exceso.
  • Ventila el ambiente tras rociar para ayudar a dispersar el aroma natural.
  • Guarda el frasco en un lugar fresco y evita dejarlo por períodos muy largos, pues podría fermentar o deteriorarse.

Aromatizante casero: otros usos de la cáscara de mandarina y el bicarbonato de sodio

Además de la preparación en spray, la cáscara de mandarina y el bicarbonato de sodio ofrecen otras alternativas para aromatizar de manera casera:

  • Ambientador en bolsitas o saquitos aromáticos: puedes secar las cáscaras al sol o en horno bajo durante unas horas, luego triturarlas y mezclarlas con un poco de bicarbonato de sodio. Coloca esta mezcla en bolsitas de tela (saco de tela fina) y distribúyelas en armarios, cajones o zapatos. El bicarbonato actúa absorbente y la cáscara deja su fragancia.
  • Sales aromáticas para baño: tritura cáscaras secas y mézclalas con bicarbonato de sodio y un poco de sal gruesa o sales de baño. Al agregar estas sales al agua de la bañera, liberas aroma cítrico suave que mejora la sensación en el baño.
  • Desodorante para el refrigerador o basureros: pon en un pequeño recipiente o tapa de frasco una mezcla de bicarbonato con ralladura seca de cáscara de mandarina. Coloca este recipiente dentro del refrigerador o cerca del tacho de basura. El bicarbonato neutraliza olores y la mandarina aporta aroma.
  • Infusión como ambientador casero: hierve agua con cáscaras de mandarina y unas cucharadas de bicarbonato (opcional) en una olla ligeramente destapada por unos minutos. El vapor desprenderá aroma cítrico en la cocina o la sala.
  • Limpieza aromática de superficies: agrega un poco de cáscara triturada y bicarbonato a tu detergente o agua de limpieza para pisos y superficies (en proporción muy moderada) para que, tras limpiar, quede un residuo aromático cítrico.
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