En los últimos días, Lima y otras zonas del litoral y la sierra sur peruana han experimentado un marcado aumento en la intensidad del viento. Según el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología del Perú (Senamhi), se emitieron dos avisos meteorológicos que comprenden la costa, incluyendo Lima, y la sierra sur del país. Uno de ellos advierte sobre velocidades moderadas de viento que podrían llegar hasta los 35 km/h en nuestra capital, mientras que, en regiones de la sierra sur, las ráfagas han alcanzado cerca de los 50 km/h.
Estos fenómenos, vigentes desde la madrugada de hoy lunes 25 de agosto por más de 22 horas, están acompañados de levantamiento de polvo y arena, limitada visibilidad horizontal, llovizna, niebla y neblina, especialmente en zonas costeras y durante las primeras horas del día. Ante estas condiciones, es crucial que los limeños estén informados sobre cómo protegerse y minimizar los riesgos al salir de casa, así como dentro del hogar.
Cómo protegerse de los fuertes vientos al salir de casa
- Vestimenta adecuada: usa prendas abrigadoras, preferentemente cortavientos o impermeables. Una chaqueta con capucha evita que el viento se cuele por el cuello, y usar prendas abrigadas protege del frío húmedo inducido por la llovizna y la neblina.
- Protección facial y ocular: usa lentes envolventes o gafas para proteger los ojos del polvo y la arena. Un pañuelo o bufanda para cubrir nariz y boca también puede ayudar, sobre todo si hay partículas en suspensión.
- Calzado adecuado y con tracción: opta por zapatos cerrados con suela antideslizante. Las aceras pueden estar resbalosas por humedad, y una buena suela te brindará estabilidad.
- Evitar zonas despejadas y techos livianos: procura caminar por calles con estructuras sólidas y evitar zonas abiertas donde las ráfagas sean más intensas. Mantente lejos de techos provisionales, toldos mal asegurados o árboles con ramas inestables.
- Precaución al cruzar calles: el viento puede dificultar mantener el equilibrio al cruzar avenidas. Da pasos firmes, mira bien a ambos lados y asegura tu postura antes de avanzar.
- Lleva contigo un kit básico: una pequeña mochila puede incluir agua, pañuelos, una linterna o foco portátil, y un cargador externo. Si la visibilidad disminuye o sufres incomodidades respiratorias, estos elementos pueden ser de gran ayuda.
Cómo los fuertes vientos pueden afectar la salud
- Problemas respiratorios y alérgicos: el polvo y la arena suspendidos pueden irritar las vías respiratorias, desencadenando tos o agravando condiciones como asma o rinitis. Quienes padecen de estas afecciones deben considerar llevar un inhalador o tener a mano medicamentos recomendados por su médico.
- Enfermedades respiratorias agudas: la combinación de frío, humedad y aire helado puede favorecer resfriados, bronquitis o infecciones en vías respiratorias. Consumir líquidos calientes, como té o caldos, ayuda a mantener el sistema inmunológico activo.
- Fatiga e irritación ocular: el esfuerzo constante para protegerse del viento, además de la irritación por las partículas, puede provocar fatiga, ojos rojos, ardor o enrojecimiento. Unas gotas lubricantes o lágrimas artificiales pueden aliviar estos síntomas.
- Equilibrio y golpes: las ráfagas fuertes pueden desestabilizarte, aumentando el riesgo de caídas o golpes. Camina con precaución, especialmente en pendientes, escaleras o espacios reducidos.
Cómo protegerse de los fuertes vientos dentro de casa
- Asegura puertas, ventanas y techos: refuerza los vidrios con cinta adhesiva fuerte en forma de X o con protecciones temporales. Si el techo es ligero, revisa que no haya piezas sueltas o tejas flojas que puedan desprenderse con el viento.
- Evita objetos sueltos cerca de ventanas: retira macetas, carteles, bicicletas u otros objetos del borde de ventanas o balcones. Si algo cae durante una ráfaga, puede causar daño a personas o bienes.
- Incorpora puntos de refugio interior: en caso de ráfagas intensas, dirígete a habitaciones interiores: lejos de ventanas y ventanales. Ahí estás más resguardado de vidrios rotos o corrientes directas.
- Controla la ventilación sin exponer tu hogar: evita abrir ventanas en los momentos más ventosos. Si necesitas ventilar, hazlo cuando el viento haya disminuido. Usa extractores o abanicos internos para mantener la circulación de aire sin generar corrientes fuertes.
- Crea espacios seguros para descansar: un pequeño rincón con mantas, bebidas calientes y cojines puede servir como refugio temporal si te sientes cansado o con molestias respiratorias.