La presencia del cardenal Juan Luis Cipriani en los actos previos al cónclave ha sido objeto de rechazo. No solo por asistir al funeral del papa Francisco, sino por contravenir las sanciones impuestas al ser acusado de abuso sexual. Uno de los amigos más cercanos de Jorge Bergoglio, Ángel Rossi, quien además es cardenal y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Argentina, rechazó abiertamente la figura del peruano.
En declaraciones difundidas por Exitosa, el religioso enfatizó que debe cumplirse con el mandato del fallecido pontífice, quien, entre las medidas, le prohibió vestir sus hábitos cardenalicios. “Si el papa sugirió que no esté, sería bueno que no estuviera. Si el papa dijo que no en su momento, es no. Sería bueno que no participe de las actividades”, mencionó.
Consultado por La Nación, el jesuita alemán Hans Zollner, uno de los expertos en el tema de abusos sexuales, se sumó a las críticas sobre su presencia e invocó a los cardenales a tomar acciones. “Si existen las sanciones y las está desobedeciendo, insisto, tienen que intervenir los cardenales, porque quiere decir que hay un problema de aplicación y credibilidad”, advirtió Zollner, quien ayudó a Francisco a crear la Pontificia Comisión para la Tutela de Menores —que abandonó hace dos años— y que dirige desde hace 13 años el Instituto para la Protección de Menores de la Pontificia Universidad Gregoriana.
En ese sentido, el teólogo y consultor de la diócesis de Roma consideró que el sucesor de Francisco debe tener muy claro el escándalo de abusos que afectaron la confianza en la Iglesia. “Es necesario que entre los candidatos a papa esté muy claro cómo actuaron respecto a los abusos en el pasado y cómo actuarán en el futuro, porque se trata de un asunto importante para el pontificado, independientemente de quién sea papa”, aseguró.
El caso de Cipriani se suma a una serie de tensiones recientes en el Vaticano. Apenas días antes, el cardenal italiano Giovanni Angelo Becciu renunció a participar en el cónclave tras un enfrentamiento de diez días con la Santa Sede. Ahora, la atención se centra en el peruano, quien en enero de este año defendió públicamente su inocencia y criticó al pontífice por haberlo sancionado sin, según él, haber sido escuchado.
En 2019, cuando se impusieron las sanciones, el papa Francisco buscaba reforzar su postura contra los abusos en la Iglesia, un tema que ha marcado su pontificado. Sin embargo, la aparición del cardenal en Roma pone en entredicho la efectividad de estas medidas disciplinarias. Según las imágenes difundidas, el cardenal no solo participó en actos públicos, sino que también estuvo presente en reuniones clave con otros purpurados, lo que ha generado críticas sobre la coherencia de las sanciones aplicadas.
De acuerdo a fuentes del medio mencionado, el exarzobispo de Lima fue convocado por el cardenal Giovanni Battista Re, decano del colegio cardenalicio, quien hasta el momento no se ha pronunciado sobre el tema. No obstante, la posibilidad de su participación ya había sido adelantada por el secretario de la Conferencia Episcopal Peruana, Guillermo Inca. “Como todos los cardenales, tiene la posibilidad de llegar a las primeras congregaciones. Puede aportar, buscar diálogos, opinar… lo que se busca en estas congregaciones es un perfil de qué cualidades debe tener el próximo paso, y ya después los que eligen tomarán una conversación más profunda con mucha oración para elegir al próximo pontífice", mencionó en diálogo con RPP.
Aclaró que su asistencia solo podría darse en las actividades previas, pues en el cónclave solo se permite la participación de los cardenales electores, quienes llevarán una conversación más profunda para tomar elegir al próximo pontífice.