Rebeca Carrión Cachot: la alumna de Julio C. Tello que se convirtió en la primera arqueóloga del Perú

No solo fue pionera en la arqueología, sino que desafió las normas de género de su época para marcar un antes y un después en la disciplina.

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Rebeca Carrión Cachot, quien rompió barreras para convertirse en la primera mujer arqueóloga en el Perú y dejó una huella imborrable en la historia. (Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM)
Rebeca Carrión Cachot, quien rompió barreras para convertirse en la primera mujer arqueóloga en el Perú y dejó una huella imborrable en la historia. (Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM)

En los libros de historia peruana, hay muchas mujeres que han dejado su huella en diferentes ámbitos y han dejado un derrotero que ha servido de luz para que muchas sigan el camino.

Una de esas figuras que ha trascendido el tiempo y cuyo legado perdura es el de la arqueóloga Rebeca Carrión Cachot quien, además de ser alumna del ilustre Julio C. Tello, fue la primera mujer peruana en dedicarse a la arqueología como profesión.

Esta, también, historiadora y docente no solo dejó una marca indeleble en la investigación científica de las culturas precolombinas, sino que también desafió las convenciones de género de su época al convertirse en una de las primeras mujeres en ejercer la cátedra universitaria en el Perú.

Los inicios de una carrera brillante

Rebeca Carrión Cachot trascendió las aulas universitarias para realizar significativas contribuciones en la arqueología y educación en el Perú. (Instituto Nacional de Cultura)
Rebeca Carrión Cachot trascendió las aulas universitarias para realizar significativas contribuciones en la arqueología y educación en el Perú. (Instituto Nacional de Cultura)

Nacida el 18 de diciembre de 1907 en Lima, Rebeca Carrión Cachot fue hija del coronel Pedro José Carrión y de Isabel Cachot, una virtuosa concertista y compositora. Encontró su pasión temprana por la arqueología bajo la tutela de la educadora Elvira García y García, quien la guio en su desarrollo intelectual.

Tras graduarse en Letras en la Universidad de San Marcos en 1925, inició una colaboración trascendental con el renombrado Julio César Tello, una asociación que marcaría el curso de su carrera.

Su dedicación y talento la llevaron a ocupar diversos cargos, desde conservadora en el Museo de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos hasta la dirección de prestigiosas instituciones como el Museo Nacional de Antropología y Arqueología. Además de su labor académica, Carrión se destacó por su compromiso social, asesorando en el Senado de la República y siendo una voz influyente en el ámbito de la arqueología.

Pero Carrión no se limitó a las aulas y los despachos. Realizó investigaciones de campo en diversas zonas arqueológicas del país, desentrañando los misterios de civilizaciones antiguas como la Chavín y la Paracas.

Su trabajo no solo se reflejó en publicaciones académicas, sino también en hallazgos revolucionarios, como el primer desenfardelamiento de una momia de Paracas en el Museo de Nueva York.

Educadora y mentora

Con una trayectoria que trazó desde los antiguos misterios de Paracas hasta las aulas de San Marcos, Rebeca Carrión inspiró generaciones y cambió la arqueología peruana. (thegirlexplorers.com)
Con una trayectoria que trazó desde los antiguos misterios de Paracas hasta las aulas de San Marcos, Rebeca Carrión inspiró generaciones y cambió la arqueología peruana. (thegirlexplorers.com)

Carrión no solo se destacó por su labor investigativa, sino también por su compromiso con la educación y la formación de nuevas generaciones de arqueólogos. Como una de las primeras mujeres en ejercer la cátedra universitaria en el Perú, dejó un legado imborrable en la formación académica y profesional de aquellos que siguieron sus pasos.

Su pasión por el conocimiento y su capacidad para inspirar a otros son recordadas con admiración y gratitud por quienes tuvieron el privilegio de ser sus alumnos y colegas.

A lo largo de su carrera, Rebeca Carrión recibió numerosas distinciones y reconocimientos por su destacada labor en el campo de la arqueología. Desde las Palmas Académicas del gobierno de Francia hasta su incorporación a prestigiosas sociedades científicas nacionales e internacionales, su trabajo fue valorado y celebrado en todo el mundo.

Su matrimonio con el etnólogo suizo Raphael Girard y su posterior residencia en Guatemala no hicieron más que ampliar su influencia y su alcance en el ámbito de la arqueología.

Un legado para futuras generaciones

La unión entre Rebeca Carrión y Julio C. Tello dejó un marco imborrable en el estudio de las civilizaciones precolombinas, movilizando la marcha de la arqueología en Perú. (Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM)
La unión entre Rebeca Carrión y Julio C. Tello dejó un marco imborrable en el estudio de las civilizaciones precolombinas, movilizando la marcha de la arqueología en Perú. (Museo de Arqueología y Antropología de la UNMSM)

El impacto de Rebeca Carrión en la arqueología peruana trasciende las fronteras del tiempo y del espacio. Y es que su incansable búsqueda de conocimiento, su compromiso con la verdad histórica y su pasión por compartir su sabiduría con otros son un legado que continúa inspirando a arqueólogos, historiadores y amantes de la historia en todo el mundo.

A pesar de su partida de este mundo en 1960, su legado continúa vivo en los corazones de aquellos que valoran la riqueza de la historia peruana. Sus contribuciones, junto con las de Julio C. Tello, han permitido a generaciones posteriores comprender y apreciar las raíces de nuestra identidad precolombina.