Autogolpe de 1992: así fue el día en que Alberto Fujimori cambió la historia del Perú

El 5 de abril de ese año quedó grabada en la memoria peruana como el día en que el presidente de la república rompió el orden constitucional, desencadenando una crisis política sin precedentes.

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El 5 de abril de 1992 marcó un antes y un después en la historia del Perú cuando Alberto Fujimori disolvió el Congreso, sacudiendo los cimientos de la democracia del país. (Captura: 90 Segundos)
El 5 de abril de 1992 marcó un antes y un después en la historia del Perú cuando Alberto Fujimori disolvió el Congreso, sacudiendo los cimientos de la democracia del país. (Captura: 90 Segundos)

A lo largo de la historia del Perú han pasado días que han pasado a la posteridad por alguna razón u otra. Una de ellas, y caso la más traumática de los últimos 40 años, ha sido lo que ocurrió el 5 de abril de 1992, cuando se rompió el orden constitucional para entrar a una dictadura que duró hasta el año 2000.

En esta fecha, el presidente Alberto Fujimori protagonizó lo que se conoció como el “autogolpe de Estado”, un acto político que sacudió los cimientos de la democracia peruana y desató una serie de consecuencias políticas, sociales y económicas de gran alcance.

Rompan todo

Seguidores de Fujimori justificaron el autogolpe como un medio para enfrentar la crisis peruana, mientras críticos lo vieron como un atentado a la democracia. (El Peruano)
Seguidores de Fujimori justificaron el autogolpe como un medio para enfrentar la crisis peruana, mientras críticos lo vieron como un atentado a la democracia. (El Peruano)

El autogolpe de 1992 fue el resultado de una serie de tensiones políticas y económicas que habían estado creciendo en el país durante años. Alberto Fujimori había asumido la presidencia en 1990 con un fuerte respaldo popular, prometiendo combatir la corrupción, la violencia y la crisis económica que azotaban al país.

Sin embargo, su gobierno se enfrentó rápidamente a una serie de obstáculos, incluida la resistencia del Congreso a sus políticas económicas y la persistente amenaza del grupo terrorista Sendero Luminoso.

Ante la negativa del Parlamento para otorgarle amplios poderes para legislar sin fiscalización, Fujimori tomó la decisión de disolver el Congreso de la República el 5 de abril de 1992. Esta medida, que fue justificada como un intento de restaurar el orden y enfrentar la crisis política y económica que enfrentaba el país, fue recibida con una mezcla de apoyo y condena tanto dentro como fuera de Perú.

¿Justo y necesario?

Las políticas de austeridad y privatización marcaron el gobierno de Fujimori, dividiendo opiniones en la sociedad peruana y desatando protestas. (El Peruano)
Las políticas de austeridad y privatización marcaron el gobierno de Fujimori, dividiendo opiniones en la sociedad peruana y desatando protestas. (El Peruano)

Los defensores del autogolpe argumentaron que era necesario para poner fin al estancamiento político y permitir al gobierno tomar medidas decisivas para enfrentar los desafíos que enfrentaba el país. Se destacó la necesidad de implementar reformas económicas urgentes, combatir la corrupción y la violencia, y restaurar la estabilidad política y social.

Además, se argumentó que el autogolpe permitió al gobierno de Fujimori tomar medidas drásticas para enfrentar la amenaza del terrorismo, especialmente la lucha contra Sendero Luminoso, que había causado estragos en el país durante buena parte de los años ochenta.

Sin embargo, los críticos del autogolpe condenaron la medida como un ataque a la democracia y al Estado de derecho. Se argumentó que Fujimori había violado la constitución y usurpado el poder del Congreso y del Poder Judicial, socavando así las instituciones democráticas del país.

Durante su gobierno, Fujimori enfrentó acusaciones severas por violaciones a los derechos humanos, incluyendo censura y persecución política. (El Peruano)
Durante su gobierno, Fujimori enfrentó acusaciones severas por violaciones a los derechos humanos, incluyendo censura y persecución política. (El Peruano)

Además, se denunciaron los abusos contra los derechos humanos perpetrados durante el gobierno de Fujimori, incluidas las violaciones de los derechos civiles y políticos, la censura de los medios de comunicación y la persecución de opositores políticos.

A nivel internacional, el autogolpe de Fujimori fue ampliamente condenado por la comunidad extranjera, que lo consideró un ataque a la democracia y al Estado de derecho. Se impusieron sanciones y se suspendieron las relaciones diplomáticas con Perú en respuesta al golpe de Estado, lo que tuvo graves consecuencias económicas para el país.

Nada lo detuvo

A pesar de las críticas y las sanciones internacionales, Fujimori logró mantenerse en el poder y consolidar su autoridad. Convocó a elecciones para un nuevo congreso, que redactó una nueva constitución en 1993.

La prensa de ese entonces protestó en contra del autogolpe de Estado publicando sus páginas en blanco. (La República)
La prensa de ese entonces protestó en contra del autogolpe de Estado publicando sus páginas en blanco. (La República)

Durante su gobierno, Fujimori implementó una serie de reformas económicas radicales conocidas como el “Fujishock”, que incluyeron la privatización de empresas estatales, la liberalización de los mercados y la reducción del gasto público.

Estas medidas fueron controvertidas y generaron protestas y resistencia por parte de sectores de la sociedad peruana que se vieron afectados por las políticas de austeridad.

A pesar de las controversias y las críticas, el gobierno de Fujimori logró estabilizar la economía peruana y reducir la violencia y el terrorismo en el país. Su gobierno fue ampliamente respaldado por sectores de la sociedad peruana que valoraban su mano dura contra la delincuencia y la corrupción.

Sin embargo, su legado sigue siendo objeto de debate y controversia en Perú, donde todavía se recuerda con amargura el autogolpe de 1992 y sus consecuencias para el país y su democracia.