Ana Estrada antes de decir adiós: “Ya lo tengo planificado, será muy privado”

Una muerte digna. Eso es por lo que ha venido luchando Ana Estrada durante mucho tiempo y, a pesar de las batallas judiciales, los prejuicios y una ola de críticas que intentaban derribar su decisión para no seguir sufriendo, ha logrado conseguir que todo salga a su favor. La activista falleció este domingo 21 de abril a los 45 años y ya tenía planificado cómo sería su último día en el espacio terrenal.

Una de las muchas barreras que tuvo que enfrentar en el camino fue la serie de observaciones que le presentaba EsSalud, quien no aceptaba acceder a la eutanasia y, por el contrario, alargaba el tiempo de respuesta para presentar el protocolo oportuno para estos casos.

Ana Estrada tenía planificado cómo sería el día en que iba a recibir la eutanasia. Ana tenía una lista de pendientes casi concluidas antes de su partida. “Hay cosas que he ido resolviendo y ya les puse un check”, aclaró; incluso, ya tenía pensado cómo sería su último día con vida.

La lucha de Ana ha logrado traspasar las barreras nacionales y en su momento aseguró que tenía muchas amistades, aunque sin conocerla físicamente, que han venido acompañándola durante todo este proceso. “Ahora tengo amigas en otros países y no las conozco físicamente y, sin embargo, están más presentes que algunas personas que están a mi alrededor”, declaró en lo que sería una de sus últimas entrevistas.

Aunque no le preocupaba cómo quería ser recordada, declaró que ya se encontraba en la mente y el corazón de muchas personas.

“Ya no voy a morir. Voy a estar siempre”, aseguró Ana Estrada.

La activista peruana Ana Estrada, conocida por su lucha a favor del derecho a la muerte asistida, enfrentó una dura batalla contra la polimiositis, una dolencia del sistema inmune que impacta negativamente en los músculos esqueléticos del cuerpo. Esta condición médica lleva al sistema inmunológico a atacar por error los tejidos musculares propios, provocando una serie de síntomas debilitantes.

La polimiositis se caracteriza por causar debilidad muscular progresiva, particularmente en áreas cercanas al tronco del cuerpo, así como dificultades para tragar y respirar, fatiga, rigidez, adelgazamiento involuntario y dolor muscular. Aunque puede presentarse en individuos de cualquier edad, es más frecuentemente diagnosticada en adultos entre los 30 y 50 años. La condición de Estrada subraya la importancia del debate sobre temas de salud y derechos humanos, especialmente en lo que refiere a decisiones al final de la vida.