Jesús Castillo, la historia del medallista que creció con una prótesis de madera: “El deporte es el mejor método de rehabilitación”

Al cruzar la meta en Santiago 2023 rompió en llanto, recordando todo lo que pasó y sufrió para lograr el objetivo. Una medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos fue su mayor recompensa.

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Jesús Castillo ganó medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023. Crédito: IPD
Jesús Castillo ganó medalla de plata en los Juegos Parapanamericanos Santiago 2023. Crédito: IPD

Tenía solo 15 años cuando Lima 2019 lo acogió como uno de los últimos clasificados del ‘Team Perú' en los Juegos Parapanamericanos. Era un adolescente tan inexperto como talentoso, que tenía hartas ganas de comerse el mundo y demostrar a todos que los sueños se pueden cumplir, incluso sin una pierna. Y Jesús Castillo, el protagonista de esta historia, lo consiguió, cuatro años después, en Santiago 2023.

Desde un inicio, daba señales de un futuro prometedor y hasta ahora lo sigue dando. En la anterior edición del evento que tuvo a Perú como anfitrión, el paratleta nacional se ubicó en el cuarto lugar de su prueba, quedando muy cerca del podio. Ahora, en tierra chilena, pudo cobrarse su revancha personal y colocarse entre los tres mejores de América en la competencia de 200 metros de la categoría T64 (atletas con prótesis en una pierna).

Este logro es mérito al enorme esfuerzo que realizó en todo este tiempo y así lo reflejaron las lágrimas que derramó al cruzar la meta. Recostado sobre la pista, Castillo evocó los peores y mejores momentos que lo llevaron ahí, a una medalla de plata que la festeja él y todo el país.

En entrevista exclusiva con Infobae Perú, el paratleta peruano de tan solo 19 años nos cuenta su historia, la prótesis de madera con la que creció, las prótesis que se rompieron en el camino, la mala noticia que recibió del IPD a pocos días de su competencia y también los sueños que quiere seguir tejiendo en esta aventura paradeportiva.

Jesús Castillo se posicionó en el segundo lugar de la prueba de 200 metros de la categoría T64. Crédito: IPD
Jesús Castillo se posicionó en el segundo lugar de la prueba de 200 metros de la categoría T64. Crédito: IPD

- En el paradeporte existen diferentes historias de superación, personalmente ¿cuál es la tuya?

Lo de mi pierna fue de nacimiento en realidad. No tengo una historia de amputación, pero sí una historia de vida, de un niño que creció con la ausencia de su pierna derecha. Pero creció con una prótesis de madera que era la línea R. Y así como tal fui al colegio, pero hacía la vida normal de un niño que no le faltaba nada. Con el pasar de los años y mis rehabilitaciones que hacía, fui al hospital del Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) y justo hubo un banner con una convocatoria para jóvenes que querían hacer algún tipo de deporte, el que sea. Es ahí donde voy y conozco el Centro Paradeportivo Sin Límites, conozco al señor José Casas, la señora Miriam Montes y al profesor Miguel Calmet, que hasta la actualidad es mi entrenador. Todo fue sumándose de a pocos. Tenía 10 años y al inicio lo veía como un hobby, porque veía por primera vez personas con discapacidad que me rodeaban y me sentía muy bien acogido. Fue muy importante para mí.

- Iniciaste con una prótesis de madera, ¿ahora cómo ha cambiado eso?

Sí, usaba una prótesis de caminar de madera, porque no alcanzaba, son las que proporcionaba el Estado en ese entonces. En la actualidad cuento con una que es de fibra de carbono, la prótesis de competencia, que no son baratos, pero nos estamos acomodando a eso.

- ¿Cómo iniciaste tu aventura deportiva?

A los 14 años con mi primer campeonato en Ecuador, en Guaranda, donde logro una medalla de oro y tiempo clasificatorio para los Juegos Parapanamericanos. Ya tenía una prótesis deportiva comprada, con un costo de 30.000 soles y a la vez, mediante entrenamiento, esfuerzo, porque siempre piden requisitos para ser parte de la selección y cuando cumplí el tiempo que pedían, pude entrar al equipo y comencé a viajar a competir. Primero en Ecuador, luego por Colombia, Brasil… hoy por hoy Chile.

Jesús Castillo compite desde los 10 años en el paratletismo. Crédito: Instagram
Jesús Castillo compite desde los 10 años en el paratletismo. Crédito: Instagram

- ¿Qué dificultades has padecido en el camino?

Fueron muchas. Cuando se deslaminó mi primera prótesis de competencia, cuando dejó de rebotar mi segunda prótesis, lesiones… me esguincé, me fracturé el tobillo, el quinto metatarsiano, tuve una fractura por estrés, muchos obstáculos, muchas lágrimas, muchas no clasificaciones, muchas tristezas, pero siempre con una buena cara ante todo.

- ¿Has sufrido algún tipo de discriminación en el ámbito deportivo?

Más que discriminación, yo diría subestimación, porque decían y dudaban ‘ah, este chico tiene una pierna. ¿Qué va a correr?’ Y a la hora que llegué a los campeonatos, cuando competí en un Nacional a los 18, los papás se quejaban porque yo corría con sus hijos. Se quejaban diciendo que mi pierna me ayudaba como un resorte que ayuda cuando no es así. Pienso yo que los peruanos estamos un poco cortos de mente.

- ¿Sientes que el deporte te ha ayudado a sobrellevar diversas circunstancias de la vida?

Sí, el deporte es el mejor método de rehabilitación para las personas con discapacidad.

- ¿Qué sacrificios has realizado para convertirte en quieres hoy?

Han sido varios sacrificios. Por ejemplo, el estar alejado de mi familia, no crecer tanto con ellos, porque vivo en un albergue deportivo desde que tengo 14. Hoy en la actualidad tengo 19. Me perdí muchas fases de mi familia, la separación de mis padres… todo. También las madrugadas que me tiraba para el colegio siempre era pesado. Cuando entrenaba hasta las 10 de la noche el día anterior. Llevar de la mano el deporte con la universidad también ha sido muy complicado en su momento.

Jesús Castillo ve al deporte como el mejor método de rehabilitación.
Jesús Castillo ve al deporte como el mejor método de rehabilitación.

- ¿Alguna vez has pensado en renunciar?

No, porque yo diría que eso no es digno de un deportista o de una persona que se hace llamar deportista. Porque si no, ¿de qué sirve tanto esfuerzo? ¿De qué esfuerzo estamos hablando? ¿Cómo te haces llamar deportista si no te esfuerzas o sacrificas cosas?

- ¿Recibes apoyo del IPD?

Sí, pero antes de viajar a Santiago me llegó un mensaje a mi WhatsApp diciéndome, ‘Jesús, tienes que desalojar tu cuarto para el 29 de noviembre, porque hasta aquí queda tu estadía en el albergue’. Yo estaba confundido. Por lo menos si lo van a decir, que lo digan después de que ya haya competido, después de que ya haya cumplido mi meta. Fue un mensaje que cayó como balde de agua fría, sabiendo el IPD que yo vivo Chosica. Fue un poco irresponsable y poco metodológico de su parte. Pero por otro lado, vengo recibiendo del Programa de Apoyo al Deportista (PAD) y una que otra gestión que se ha hecho. No estuvimos en el programa de Santiago, pero fue más por un tema metodológico. En realidad, el deportista solo ve la pista y los que tienen que ver por nosotros son los metodólogos. Tuvo sus altas y bajas el IPD, pero siempre estuvo ahí, no puedo decir que no nos tienen presente. Podría ser mejor, sí, con una creación del Ministerio del Deporte. Pero bueno, estamos para crecer.

- ¿El IPD te dio alguna razón para tu desalojo del albergue?

Me llegó un Whatsapp diciendo ‘Jesús, tu estadía en el albergue está hasta el 29, así que trata de ver cómo sacas tus cosas. Yo venía preparándome para los Juegos Parapanamericanos y dije ‘no tengo cabeza para esto, ahorita solo tengo cabeza para los Juegos’. Lo que venga después, que sea lo que Dios quiera. Por hoy dicen que lo han extendido a un mes más, que está por verse metodológicamente, y me arriesgo a decir que lo mejor de lo mejor en el Perú está en el albergue deportivo. Hay gente que lo merece, como también hay gente que no lo merece. Pero nosotros no somos quienes para juzgar, de eso se encarga la metodología del IPD, la cual cumple su trabajo como debe ser. Pero, en mi opinión, ha hecho un algo erróneo para un deportista que está a puertas de una competencia, el decirle que ya no puede regresar, que tiene que buscar un lugar donde quedarse o volver a su casa, que en mi caso es lejos. Voy a contar un secreto, los deportistas no tenemos vacaciones. Terminamos una competencia, tenemos tres a cuatro días de descanso y volvemos a los entrenamientos con miras a la siguiente competencia.

Jesús Castillo sobre el apoyo del IPD a paradeportistas peruanos.

- En Lima 2019, debutaste en los Juegos Parapanamericanos con solo 15 años, ¿qué representó eso para ti?

Fue algo tan impresionante, poco creíble, pero merecedor. Cumplí la marca mínima clasificatoria con 15 años y quedé en el cuarto lugar. Me ganaron dos campeones paralímpicos. La verdad no estuvo nada fácil. Y el tercero también era americano, sus tecnologías en prótesis deportivas es muy distinta a la peruana, que recién están haciendo, pero igual significó mucho el haber estado a tan temprana edad y me motivó a seguir. Hoy por hoy, la revancha tocó y gané la medalla de plata, así que creo que vamos por buen camino.

- ¿Cómo te sentiste al subirte al podio tras esta revancha? ¿Qué significado tuvieron tus lágrimas?

Bien, no pude evitar las lágrimas. Es algo que llena de orgullo y de coraje. Solo uno sabe las madrugadas que se ha metido, los fierros (las pesas) que ha tenido que levantar, los vómitos… vomitar es muy común en el atletismo después de tantos tramos. Así que mis lágrimas solo sé yo porque han salido.

- ¿Cuál es tu próxima meta en tu carrera paradeportiva? ¿Los Paralímpicos?

Yo salgo de Santiago este 26 en la tarde, llego a Lima en la noche y retomo los entrenamientos el día 2 de diciembre, que son 5 días de descanso, casi nada. Para los próximos eventos, está el Mundial de Kobe 2024 (Japón), que tenemos marca clasificatoria, así como también el Open Internacional que va a haber en Lima el mes de mayo. Mi meta es mejorar los tiempos para los Juegos Paralímpicos de París 2024, que ya tenemos la marca mínima, 23.96, nos piden 25, pero podemos hacerlo mejor y bajar ese tiempo.

Jesús Castillo rompió en llanto al cruzar la meta en Santiago 2023. Crédito: IPD
Jesús Castillo rompió en llanto al cruzar la meta en Santiago 2023. Crédito: IPD

- Con solo 19 años, ¿qué crees que te depara el futuro?

Si sigo a este paso, puedo llegar a subirme al podio paralímpico, que es la meta, el Santo Grial para todo deportista, más que solo llegar a una Paralimpiada o una Olimpiada.

- ¿Ese es el sueño que quieres cumplir?

Sí, la medalla paralímpica es mi sueño principal. Va a demorar mucho, apenas tengo 19 años. Los campeones paralímpicos rondan el promedio de 29 años, así que todo con paciencia, que va a llegar.