El Niño Costero persistirá hasta el verano de 2024: condiciones cálidas reducirían su intensidad de fuerte a moderada

La Comisión Multisectorial del Estudio Regional del Fenómeno El Niño (ENFEN) hizo público un comunicado abordando los distintos escenarios de riesgo, pronósticos estacionales y proyecciones climatológicas relacionadas con la “Alerta de El Niño Costero”.

Como se recuerda, en marzo de este año, el fenómeno El Niño Costero en el Perú pasó de ‘vigilancia’ a estado de ‘alerta’, debido a la probabilidad mayor a 50% de que se mantenga las condiciones oceanográficas cálidas en el Pacífico Central, que incluye la zona norte y centro del mar peruano.

En ese sentido, el ente científico y técnico multisectorial mantiene el estado de “Alerta de El Niño Costero”, ya que se espera que el fenómeno continúe hasta el verano de 2024, año en el que las magnitudes más probables de El Niño Costero estarían entre débil (40 %) y moderada (35 %).

En julio, se estaría alcanzando el máximo calentamiento anómalo mensual. En los siguientes meses, las condiciones cálidas anómalas disminuirían de fuerte a moderada intensidad.

En cuanto a los niveles de la temperatura del aire, se estima que se mantendrían por encima de lo normal durante los meses de agosto, septiembre y octubre de 2023 a lo largo de la costa del Perú. En este tiempo, se desarrollarían lluvias ligeras y esporádicas, pero solo afectarían a los ciudadanos que viven en algunos sectores de la costa norte.

También anunciaron que la ocurrencia de lluvias de moderada a fuerte intensidad se registrarían durante el verano de 2024. Las zonas que se verían afectadas serían, principalmente, la costa norte y sierra norte. Esto en el escenario del Niño Costero.

El ente científico y técnico multisectorial también pronosticó los niveles de los principales ríos del Perú. Entre julio y noviembre del año en curso, las corrientes de agua presentarían caudales entre debajo de lo normal y normal; mientras que en la zona norte es probable que se presenten niveles ligeramente sobre lo normal de octubre a noviembre.

En cuanto a la presencia del bonito y la caballa, el ENFEN prevé que estos recursos pesqueros continúen disponibles en la zona costera a lo largo del mar peruano. Respecto al jurel, se espera una mayor disponibilidad principalmente en la región sur. La pota o calamar gigante no se vería afectado por las condiciones cálidas ambientales. Finalmente, se pronostica la permanencia de especies de peces propias de aguas ecuatoriales y oceánicas en la región centro del litoral peruano.

Es preciso indicar que el ente científico y técnico multisectorial emitirá su próximo comunicado oficial el 11 de agosto de 2023. El tema será nuevamente sobre la evolución de las condiciones oceánicas-atmosféricas.

El Niño Global ya se está desarrollando a la par que el Niño Costero se está afianzando, explicó el ingeniero Yury Escajadillo, especialista de la subdirección de predicción climática de Senamhi.

Precisó que desde marzo de este año, el mar peruano está en condiciones de moderadas a cálidas. En consecuencia, el invierno que estamos viviendo tiene temperaturas más altas de lo normal para la temporada, tanto en la costa norte como el centro del país. ¿Y qué pasa con el Niño Global?

“El fenómeno Niño Global es un calentamiento del pacífico ecuatorial, que está más alejado de Sudamérica, es un cuadrante del pacífico ecuatorial central. Su variabilidad en el mar impacta no solo a Perú, sino a nivel regional global”, precisó el experto.

Grinia Ávalos, subdirectora de Predicción Climática en Senamhi, sostuvo que las condiciones y sensaciones de temperatura extremadamente cálida durante el día persistirán por el denominado Niño Costero. “Es probable que este clima se mantenga hasta el próximo verano”.

Efectivamente, el pasado 20 de julio, los distritos limeños de La Molina, El Callao y Jesús María registraron valores altos del calor diurno.

“Se espera que las temperaturas máximas superen incluso los 27 grados en Lima Metropolitana”, señaló Ávalos y resaltó que la ola de calor en Lima es un evento que no se ha registrado desde El Niño de 2015/16.