Ya está más que probado que tenemos que cuidarnos todo el año del sol, aunque de diferente forma. Y es en esta época cuando tenemos que intensificar las medidas. Pese a las recomendaciones que circulan y a los especialistas que remarcan todo el tiempo cómo hacerlo, aún no tomamos conciencia: un estudio skincare realizado por Google indica que "1 de cada 3 argentinos no cuidan su piel del sol" (fuente: Make up Google surveys, diciembre 2017). Cambiarlo será el resultado de incorporar hábitos muy sencillos, como los que nos recomendaron varias especialistas que consultamos.
PREPARAR LA PIEL: "Es conveniente empezar el verano con una piel homogénea para no sumar una condición previa. Podemos exfoliarla –puede hacerlo un profesional o nosotras mismas– para eliminar las impurezas y afinar la capa córnea superficial de la epidermis, que nos quita brillo e impide la humectación cuando está engrosada. Una a dos veces por semana si es suave o cada quince días si es más intensa. También es recomendable eliminar las manchas", comenta la Dra. Cristina Sciales, médica cirujana, directora médica de CS Dra. Sciales.
ELEGIR EL PROTECTOR ADECUADO: "Los protectores son indispensables ante la radiación UV; una exposición prolongada sin aplicarlos produce efectos nocivos crónicos y agudos (quemaduras solares, envejecimiento cutáneo prematuro y lesiones cancerosas). Los filtros solares han contribuido a proteger la piel de las radiaciones más nocivas. Además, permiten que la piel inicie mecanismos de defensa naturales como la pigmentación y el engrosamiento. Deben ser hipoalergénicos, estar testeados dermatológicamente, brindar protección contra los rayos UVA y UVB y ser resistentes al agua. Hay que consultar con el médico para conocer cuál es el indicado para nuestro tipo de piel y escoger aquellos que cumplan con las normas de seguridad y calidad", explica la Dra. Adriana Raimondi, médica dermatóloga, directora de D&ME.
CARA Y CUERPO POR SEPARADO: "No recomiendo usar los productos corporales en el rostro porque pueden ser más pesados y provocar acné o poros dilatados. Si bien podés ponerte protector de rostro en el cuerpo, no conviene ya que generalmente son más caros. Además, en los protectores de rostro de hoy en día se incluyen tratamientos para determinados tipos de piel", explica la Dra. Leisa Molinari, especialista en oncología cutánea, cirugía micrográfica de Mohs y dermatología quirúrgica, mientras que la Dra. Sciales agrega: "Para el cuerpo se recomiendan entre 15 a 30 SPF, dependiendo de la zona y sensibilidad; por ejemplo, la piel del muslo interno tiende a tener flaccidez y con el sol empeora, por ello en esa zona conviene aumentar la protección. Muy importante es prestar atención al escote –sobre todo a partir de los 35 años–, que por diferentes factores hormonales tiende a mancharse, generar queratosis actínica o arrugarse más".
SUMAR BARRERAS PROTECTORAS: "No nos olvidemos que dentro del kit antisol, además de los protectores solares también están los anteojos de sol que protegen en forma física los párpados que tienen una piel muy sensible, frágil y también protegen los ojos. Las gorras o capelinas que no sólo protegen el rostro, sino el cuero cabelludo (sobre todo en calvos o en personas con baja densidad de pelo) y benditas las aguas termales, que refrescan y desinflaman la piel. Muchas pacientes me dicen que se ponen mucho protector solar e igual se manchan: recuerden que no sólo el sol provoca manchas, sino que en cierto tipo de piel el calor también lo hace, así que en estos casos es fundamental el agua termal", apunta la Dra. Leisa Molinari.
PARA DESPUÉS DEL SOL: "Al llegar a casa usar cremas especialmente formuladas after sun", recomienda Sciales.
Textos: M. Florencia Bocalandro. Fotos: Maia Croizet. Producción: Pilar Resta
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