Acceder a la cultura es construir ciudadanía

Cuando una política pública logra unir objetivos culturales y educativos, no podemos menos que celebrarla, apoyarla y difundirla. Es el caso del Pase Cultural presentado por el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, que recoge el espíritu de mi proyecto de ley de Bono Cultural que fue presentado en la Legislatura porteña en el 2016 por primera vez y que posteriormente pudimos trabajar en equipo con el Poder Ejecutivo.

Ese proyecto tenía como objetivos contribuir a que todos los porteños accedan igualitariamente a la cultura y contrarrestar la desigualdad real de oportunidades en términos de asistencia y participación.

En este caso, el Pase Cultural impulsado por el Ministerio de Cultura y el Ministerio de Educación e Innovación de la Ciudad de Buenos Aires otorgará a jóvenes de los últimos tres años del secundario de escuelas públicas y  privadas de cuota cero una tarjeta con un crédito mensual renovable de 250 pesos que podrán destinar al consumo y disfrute de bienes culturales. El abanico de oferta es amplio porque incluye producciones públicas, privadas e independientes. Para muchos jóvenes será la oportunidad de ir al teatro, al cine, comprarse un libro o hacer un curso o taller.

Destacamos esta iniciativa porque creemos que el acceso universal a los bienes culturales debe ser garantizado por políticas públicas. Desde la Coalición Cívica siempre trabajamos por el acceso a la cultura como un derecho, como el acceso a la educación, la salud y a un ambiente saludable. Consideramos a la cultura como constructora de ciudadanía. Por eso celebro que la riqueza cultural de la Ciudad de Buenos Aires pueda ser compartida por toda la población y que trabajemos para que nuestra identidad no tenga excluidos.

Históricamente Buenos Aires cuenta con una gran cantidad de espectáculos y actividades gratuitas, pero esta oferta no alcanza para garantizar la igualdad en el acceso a los bienes culturales para todos los sectores. Por las características de la infraestructura cultural de la Ciudad y por el costo de los eventos culturales, las personas de menores recursos económicos muchas veces quedan marginadas de las distintas expresiones culturales.

Este Pase Cultural está brindando una herramienta a la ciudadanía para el acceso y el disfrute de todas las manifestaciones creativas e igualando en oportunidades a muchísimos jóvenes, ya que se calcula que alcanzará cerca de 36 mil chicos y a unos 48 mil docentes.

Además, lo valioso de la propuesta es que la tarjeta funciona como programa adaptado a la escolaridad porque se deberá  presentar el certificado de alumno regular para obtenerla.

Cuando presentamos nuestro proyecto de ley del Bono Cultural, este tipo de iniciativa ya era una realidad en la región y en el mundo, y sabíamos que había logrado democratizar el acceso a los bienes culturales, incentivar la producción y el empleo en las industrias culturales. Considerando que acceder a la cultura es un derecho y una forma de construir ciudadanía, esta iniciativa es un primer paso a una ampliación aún mayor en la que todos debemos trabajar.

El autor es legislador porteño Vamos Juntos y presidente de la Comisión de Educación, Ciencia y Tecnología.