El riesgo de que el granero del mundo se convierta en pobreza a granel

¿A nadie conmueve que la pobreza nos invada y que amenace con adueñarse de nuestra población?

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Ni siquiera se trata ya de oficialismo u oposición. Argentina merece discutir su norte. Sus legisladores deberían abocarse, dejando atrás chicanas o distracciones efímeras, a discutir e impulsar el debate que hoy se necesita. Pasan las décadas, cambian los eslóganes y los resultados de una u otra política convergen en distintos atrasos. Hemos pasado de "por los niños pobres que tienen hambre, por los niños ricos que tienen tristeza" a "¡qué lindo es dar buenas noticias!".

Eduardo Duhalde prometió poner plata en el bolsillo de la gente y el asesinato de Kosteki y Santillán precipitó el cambio de rumbo. Néstor Kirchner llegó casi por descarte, junto a un mundo que acompañaba, redujo drásticamente la pobreza que afectaba al 50% de la población. Argentina comenzó a crecer, pero la ambición pudo más y en su mesa de luz eligió como sucesora presidencial a su esposa. Cristina de Kirchner prometió calidad institucional para terminar yendo por todo. Del populismo, Mauricio Macri viró hacia un misticismo evangelizador (sabemos que la religión no siempre eleva, a veces también esconde y oculta pecados capitales).

En estas últimas horas, el doctor Juan Carlos Parodi, quien operó al entonces cardenal Bergoglio, sorprendió a un auditorio que esperaba otro tipo de alocución poniendo sobre la mesa el tema central de Argentina siglo XXI: "Dentro de pocos años la mayoría de los niños argentinos serán pobres". Justificó por qué en tres generaciones el 80% de los argentinos estará en esta situación si algo o alguien no lo impide. Sobre ello, el doctor Juan Gabriel Tokatlian dijo: "Esta realidad resultará una bomba de tiempo para el narcotráfico". Argumentó su proyección Parodi: "Hoy el 30% de los argentinos son pobres. El 50% de los niños menores de 14 años son pobres". ¿Qué dicen estas cifras? "Que el crecimiento demográfico es una cosa que no es regular y se hace a expensas de los pobres. Las familias pobres tienen un promedio de 4,3 hijos por pareja y los no pobres, 2. Con una simple progresión geométrica, en tres generaciones los pobres generarán 79,5 personas, casi 80, y los no pobres, 16. O sea, el crecimiento de los pobres es cinco veces más que los no pobres".

El gran tema es qué hacer para que los dichos del doctor Parodi no se cumplan. La política es visualizar lo que ocurrirá en 15, 20 años y preparase para ello si se trata de avances; evitarlo, si se trata de catástrofe. La concreción de lo expresado por Parodi será una catástrofe. Pasaron más de 72 horas y no se observa ninguna reacción, ¿qué otra cosa debería ocupar la atención de todo el espectro político del Presidente para abajo que la posibilidad concreta de convertir al granero del mundo en un país con pobreza a granel?

El vicedecano de la Facultad de Ingeniería de la UBA, ingeniero Raúl Bertero, me decía que el desafío que asume en estos días junto al ingeniero Martínez es diseñar una carrera para que los alumnos de hoy en 20 años tengan los elementos para desafiar cualquier futuro y en especial ayudar a construirlo. La política es eso. Carlos Pellegrini así lo pensó al diseñar y rescatar el valor de la industria y el trabajo nacional. En contrapartida, hoy se pretende achicar al Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI), que representa la herramienta fundamental de las pymes argentinas, protagonistas de cualquier proyecto productivo nacional.

Es verdad que Argentina ha pagado un costo muy alto por militares apócrifos de la herencia de San Martín a Savio. Esto también ocurrió con el peronismo de los últimos gobiernos y con el radicalismo, que rentó su estructura y junto a ello su honrosa razón de ser. En esta dirección, ¿estamos seguros que Campo de Mayo debe ser convertido en un área ecológica, por militares que deshonraron su legado? Si esta es la idea, es correcto que Balcarce se siente en el sillón de Rivadavia.

Insisto, ¿a nadie conmueve que la pobreza nos invada y que amenace con adueñarse de nuestra población?

Mientras Rusia, como hemos visto estos días, Estados Unidos, China, Corea, la Unión Europea, desarrollan tecnologías sorprendentes, ¿nosotros deseamos ser un país sin INTI, es decir, sin tecnología nacional? ¿No es contradictorio invertir millones educando profesionales para que después generen en el exterior tecnología para que sus compatriotas luego la consuman? Es verdad que la robótica es hoy, pero en los países donde su desarrollo es importante no hay desocupación, hay personas que se encargan de fabricarla.

El Presidente sorprendió a muchos al dejar inaugurada la sesión del Congreso Nacional impulsando el progresismo de género. Sucede que hoy el progresismo en Argentina es satisfacer la demanda de derechos básicos del siglo XIX y del siglo XX. Derecho al trabajo, a la salud, al agua, a cloacas, a la educación, a la vivienda. El Presidente mencionó que el país va a crecer por 20 años. Lo que no dijo es cómo se logrará.

Argentina debe salir de esta creciente lobotomía intelectual, sus políticos de izquierda y de derecha debieran proponérselo. El fracaso está a la vuelta de la esquina. Es un tsunami que, cuando llega, arrasa con todos, nadie se salva solo. Sería interesante comenzar a construir la manera de evitarlo, de abortarlo (palabra manoseada por estas horas).

El embajador argentino en España, Ramón Puerta, me decía: "Las democracias son de instituciones, no existe la democracia de personas. La primera institución de la democracia son los partidos políticos". Argentina debería reflexionar sobre los dichos del embajador Puerta.

Política en Santa Fe

El gobernador Miguel Lifschitz, antes de iniciar el período de sesiones ordinarias de la Legislatura santafesina, enviará el proyecto de reforma constitucional resistida por el ex gobernador Antonio Bonfatti, por Cambiemos y por el peronismo. El ingeniero Lifschitz no claudica ante la adversidad, lejos está de ser un pato rengo de la política. Por si acaso, no le disgusta la idea de representar en el 2019 a un espacio progresista junto a Margarita Stolbizer, Ricardo Alfonsín, dando la batalla hacia la presidencia de la nación.

El calor de los últimos días del verano 2018 no impide que varios candidatos de distintos partidos recorran la provincia mostrando su voluntad de gobernarla. A los nombres conocidos se le suma el del presidente del PRO, Federico Angelini, pieza clave en la relación provincia-nación.