Cómo se escribe: «polarización», palabra del año 2023 para la FundéuRAE

La Real Academia Española promulga normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante

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Conoce las recomendaciones que hace
Conoce las recomendaciones que hace la Fundéu RAE para mejorar la escritura. (Infobae/Jovani Pérez)

En un mundo regido por la inmediatez parecería que la ortografía ha dejado de tener relevancia, sin embargo, el escribir textos con coherencia y sin erratas siempre será benéfico en todos los ámbitos.

En lo laboral, el escribir de forma correcta deja ver a los demás las habilidades y conocimientos que se poseen; además, ayuda a construir una imagen óptima a través de la cual puedes parecer más serio y confiable. El tener errores de ortografía y sintaxis pueden, por el contrario, dar un pensamiento negativo que te haría parecer descuidado o poco preparado.

Por otro lado, el tener la capacidad de hacer un texto bien redactado habla también de la personalidad, al mostrar interés por siempre construir un buen puente de comunicación con los interlocutores.

Aunque escribir bien no es una tarea sencilla, requiere de mucha práctica y de conocer las estructuras de la lengua, por lo que leer puede ser un gran apoyo para la riqueza del léxico.

En este sentido, la Real Academia Española (RAE) se ha convertido en la institución más relevante para la regularización lingüística, a través de la promulgación de normas para fomentar la unidad idiomática del mundo hispanohablante.

La Fundación del Español Urgente (Fundéu), una institución sin ánimo de lucro que tiene como objetivo el impulsar el buen uso del español en los medios de comunicación, se ha aliado con la RAE y emite en su página web y de manera constante diversas recomendaciones para que los ciudadanos puedan resolver sus dudas sobre cómo se escribe correctamente cierta palabra, cómo se usa una expresión o tips de temáticas varias.

Usos y ejemplos

La Fundación del Español Urgente (FundéuRAE), promovida por la Real Academia Española y la Agencia EFE, ha escogido polarización como su palabra del año 2023.

El término polarización se ha impuesto al resto de las candidatas debido a su gran presencia en los medios de comunicación y a la evolución de significado que ha experimentado. En los últimos años se ha extendido el uso de esta voz, que está recogida desde 1884 en el diccionario académico, para aludir a situaciones en las que hay dos opiniones o actividades muy definidas y distanciadas (en referencia a los polos), en ocasiones con las ideas implícitas de crispación y confrontación.

Es habitual encontrar en los medios ejemplos que aluden a diversas formas de polarización, a nivel mundial: la polarización de la sociedad, de la política, de la opinión pública, de las posturas en las redes sociales, etc. Y es que tanto el verbo polarizar como su correspondiente sustantivo polarización se utilizan con frecuencia para expresar la idea de división en dos bloques, posiciones u opiniones enfrentadas.

Según el Diccionario de la lengua española, polarizar es, entre otras cosas, ‘orientar en dos direcciones contrapuestas’ y en el Diccionario esencial se ofrece el siguiente ejemplo: La guerra polarizó la sociedad.

Además de su interés lingüístico, el otro motivo para la elección de este término ha sido su elevada presencia en los medios de comunicación durante los últimos meses. Aplicada a la política y al ámbito ideológico, al mundo deportivo, al debate en las plataformas digitales y, en general, a cualquier escenario en el que sea habitual el desacuerdo, la voz polarización se ha extendido a lo largo de 2023.

La palabra en el diccionario

Esta palabra aparece recogida en el diccionario académico desde la edición de 1884 con la misma definición que tiene actualmente: ‘acción y efecto de polarizar o polarizarse’. No obstante, hace más de un siglo, polarización incluía la marca física, que indicaba que era un término restringido al lenguaje de esta ciencia, en relación con los polos.

En 1985, se incorporó un añadido a esa definición, que no se conserva en la edición actual y que iba dando pistas sobre cómo este término comenzaba a extenderse más allá de la física: «En lenguaje de la economía, proceso por el cual en unas determinadas zonas de un territorio se concentran la mayoría de las industrias». Para la edición del año 2001, polarizar —y, en consecuencia, polarización— se había extendido al lenguaje general tras adquirir el sentido de ‘orientar en dos direcciones contrapuestas’, ya empleado en ámbitos muy diversos.

La ganadora de este año ha sido escogida entre doce candidatas, varias de ellas relacionadas con la tecnología y el medioambiente o las catástrofes naturales: amnistía, ecosilencio, euríbor, FANI, fediverso, fentanilo, guerra, humanitario, macroincendio, seísmo y ultrafalso.

Esta es la undécima ocasión en la que la Fundación escoge su palabra del año. Las anteriores ganadoras fueron escrache (2013), selfi (2014), refugiado (2015), populismo (2016), aporofobia (2017), microplástico (2018), los emojis (2019), confinamiento (2020), vacuna (2021) e inteligencia artificial (2022).

¿Qué hace la RAE?

La RAE vela por el
La RAE vela por el idioma español. (RAE)

Fundada en Madrid en 1713 por iniciativa del octavo marqués de Villena, Juan Manuel Fernández Pacheco y Zúñiga, la RAE es la institución que busca preservar el buen uso y la unidad de una lengua en permanente evolución y expansión.

Sus más recientes estatutos (actualizados en 1993), establecen que la función principal de la Real Academia es “velar por que la lengua española, en su continua adaptación a las necesidades de los hablantes, no quiebre su esencial unidad”.

Este compromiso se ha plasmado en la denominada política lingüística panhispánica, compartida con las otras 22 corporaciones que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), creada en México en 1951.

Actualmente, la institución está constituida por 46 académicos, entre ellos el director y los demás cargos de la Junta de Gobierno, elegidos para mandatos temporales.

Una de las críticas que se le han hecho a la RAE es su negativa a reconocer palabras o expresiones que han surgido entre las generaciones más jóvenes, sobre todo a raíz de la aparición de las redes sociales. Una de las polémicas más recientes es el reconocimiento del lenguaje inclusivo.

Sin embargo, en el 2020 optó por lanzar el Observatorio de Palabras, un repositorio digital que ofrece información sobre palabras o acepciones de palabras y expresiones que no aparecen en el Diccionario de la Lengua Española (DLE), pero que han generado dudas en cuanto a su uso, tales como neologismos, extranjerismos, tecnicismos, regionalismos, entre otros.

La información contenida en el Observatorio es provisional al no estar contemplada en las obras académicas, por lo que puede verse modificada y cambiar con el paso del tiempo, pero ello no implica que se acepte su uso.

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