El síndrome de colon irritable es un trastorno frecuente que afecta el estómago y los intestinos, que en conjunto forman el tracto gastrointestinal, según explica Mayo Clinic, una organización sin fines de lucro y especializada en salud.
Algunos de los síntomas son cólicos, dolor abdominal, hinchazón abdominal, gases y diarrea o estreñimiento (o ambos).
El síndrome de colon irritable es una afección crónica que debe controlarse a largo plazo. Solo una pequeña cantidad de personas tiene síntomas graves.
Algunas personas pueden controlar los síntomas con cambios en la alimentación, el estilo de vida y el nivel de estrés. Los síntomas más graves se pueden tratar con medicamentos y asesoramiento.
El síndrome de colon irritable no causa cambios en el tejido intestinal ni aumenta el riesgo de tener cáncer colorrectal.
Síntomas
Los síntomas del síndrome de colon irritable varían, pero normalmente persisten durante un tiempo prolongado. Los más frecuentes incluyen los siguientes:
- Dolor, calambres o hinchazón en el abdomen relacionados con la evacuación intestinal
- Cambios en el aspecto de las deposiciones
- Cambios en la frecuencia con la que se hacen las deposiciones
Otros síntomas que a menudo están relacionados son la sensación de evacuación incompleta y el aumento de gases o mucosidad en las heces.
Cuándo consultar al médico
Consulta al proveedor de atención médica si tienes un cambio persistente en los hábitos intestinales u otros síntomas del síndrome de colon irritable . Estos pueden indicar una afección más grave, como cáncer de colon. Entre los síntomas más graves, se incluyen:
- Pérdida de peso
- Diarrea nocturna
- Sangrado rectal
- Anemia por deficiencia de hierro
- Vómitos inexplicables
- Dolor que no se alivia al expulsar gases o en la evacuación
Factores de riesgo
Muchas personas presentan síntomas ocasionales del síndrome de colon irritable . Sin embargo, existen más probabilidades de que presentes síntomas si:
Eres joven: Se manifiesta con mayor frecuencia en personas menores de 50 años.
Eres mujer: Es más común entre las mujeres. La terapia con estrógenos antes o después de la menopausia también es un factor de riesgo para el síndrome de colon irritable .
Tienes antecedentes familiares de síndrome de colon irritable: Los genes pueden influir, al igual que los factores compartidos en el entorno familiar o la combinación de genes y entorno.
Tienes ansiedad, depresión u otros problemas de salud mental: Los antecedentes de abuso sexual, físico o emocional también podrían ser un factor de riesgo.
Diagnóstico
No existe una prueba para diagnosticar definitivamente el síndrome de colon irritable. Es probable que tu proveedor de atención médica comience con los antecedentes médicos completos, un examen físico y pruebas para descartar otras afecciones, como la enfermedad celíaca y la enfermedad inflamatoria intestinal.
Después de descartar otras afecciones, es probable que tu proveedor de atención médica utilice uno de estos conjuntos de criterios de diagnóstico para el síndrome de colon irritable:
Criterios de Roma: Estos criterios incluyen dolor y malestar en el vientre con una frecuencia media de al menos un día a la semana en los últimos tres meses. Esto también debe ocurrir con al menos dos de los siguientes signos: dolor y malestar relacionado con la defecación, un cambio en la frecuencia de la defecación o un cambio en la consistencia de las heces.
Tipo de síndrome de colon irritable: Para los fines del tratamiento, el síndrome de colon irritable se puede dividir en cuatro tipos, según los síntomas: estreñimiento predominante, diarrea predominante, mixto o sin clasificación.
Es probable que tu proveedor de atención médica también evalúe si tienes otros signos o síntomas que podrían sugerir otra afección más grave. Estos incluyen lo siguiente:
- Inicio de síntomas después de los 50 años
- Pérdida de peso
- Sangrado rectal
- Fiebre
- Náuseas o vómitos recurrentes
- Dolor abdominal, especialmente si no se relaciona con una defecación, o que ocurre durante la noche
- Diarrea persistente o que te despierta
- Anemia relacionada con concentraciones bajas de hierro
Si tienes estos signos o síntomas, o si un tratamiento inicial para el síndrome de colon irritable no funciona, es probable que necesites pruebas adicionales.
Pruebas adicionales
Es posible que el proveedor de atención médica te recomiende varias pruebas, como análisis de heces para detectar infecciones. En los análisis de heces también se puede verificar si tu intestino tiene problemas para absorber nutrientes. A este trastorno se lo conoce como malabsorción. Es posible que te recomienden pruebas adicionales para descartar otras causas de tus síntomas.
Los procedimientos de diagnóstico pueden incluir los siguientes:
Colonoscopia: El proveedor de atención médica usa una sonda pequeña y flexible para examinar toda la longitud del colon.
Tomografía computarizada: Esta prueba genera imágenes del abdomen y la pelvis que podrían descartar otras causas de tus síntomas, sobre todo si tienes dolor abdominal.
Endoscopia superior: Se inserta una sonda larga y flexible por la garganta hasta el esófago, que es el tubo que conecta la boca con el estómago. Una cámara en el extremo de la sonda le permite al proveedor de atención médica visualizar la parte superior del tracto digestivo. Durante la endoscopia, se puede recolectar una muestra de tejido (biopsia). Se puede recoger una muestra de líquido para detectar crecimiento excesivo de bacterias. Además, es posible que te recomienden hacerte una endoscopia si se sospecha que tienes enfermedad celíaca.
Las pruebas de laboratorio pueden incluir lo siguiente:
Pruebas de intolerancia a la lactosa: La lactasa es una enzima que necesitas para digerir el azúcar que se encuentra en los productos lácteos. Si no produces lactasa, puedes tener problemas similares a aquellos causados por el síndrome de colon irritable, como dolor abdominal, gases y diarrea. El proveedor de atención médica puede solicitar una prueba de aliento o pedirte que elimines la leche y los productos lácteos de tu dieta durante varias semanas.
Prueba de aliento para detectar crecimiento excesivo de bacterias: Una prueba de aliento también puede determinar si tienes un crecimiento excesivo de bacterias en el intestino delgado. El crecimiento excesivo de bacterias es más común en las personas que se sometieron a una cirugía intestinal o que tienen diabetes o alguna otra enfermedad que hace más lenta la digestión.
Análisis de heces: Es posible que examinen tus heces para detectar bacterias, parásitos o la presencia de ácido biliar. El ácido biliar es un líquido digestivo que se produce en el intestino.
Tratamiento
El tratamiento del síndrome de colon irritable se centra en aliviar los síntomas para que puedas tener una vida con la menor cantidad posible de síntomas.
Los síntomas leves se pueden controlar a menudo mediante la gestión del estrés y la introducción de cambios en la dieta y el estilo de vida. Para ello, prueba lo siguiente:
- Evita los alimentos que desencadenan los síntomas
- Come alimentos ricos en fibra
- Bebe mucho líquido
- Haz ejercicio regularmente
- Duerme lo suficiente
El proveedor de atención médica podría sugerirte que elimines de la dieta lo siguiente:
Alimentos que provocan gases: Si presentas hinchazón o gases, puedes evitar las bebidas carbonatadas y alcohólicas, así como ciertos alimentos que aumentan la producción de gases.
Gluten: Las investigaciones muestran que algunas personas con síndrome de colon irritable señalan una mejora en los síntomas de la diarrea si dejan de comer gluten (trigo, cebada y centeno), incluso si no son celíacas.
Hidratos de carbono fermentables: Algunas personas son sensibles a ciertos carbohidratos como la fructosa, los fructanos, la lactosa y otros, conocidos con la sigla en inglés FODMAP, que abarca los siguientes tipos de hidratos de carbono fermentables: oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables. Los FODMAP se encuentran en determinados granos o cereales, verduras, frutas y productos lácteos.
Un dietista puede ayudarte con estos cambios en la dieta.
Si los problemas son moderados o graves, el proveedor de atención médica podría sugerirte asesoramiento, especialmente si tienes depresión o si el estrés tiende a empeorar tus síntomas.
Te pueden recomendar que tomes medicamentos, en función de los síntomas, entre los que se incluyen:
Suplementos de fibra: Tomar un suplemento como psyllium con líquidos puede ayudar a controlar el estreñimiento.
Laxantes: Si la fibra no ayuda con el estreñimiento, el proveedor de atención médica puede recomendar que tomes laxantes de venta libre, como hidróxido de magnesio por vía oral o polietilenglicol.
Medicamentos antidiarreicos: Los medicamentos de venta libre, como la loperamida, pueden ayudar a controlar la diarrea. El proveedor de atención médica también puede recetarte un aglutinante de ácidos biliares, como colestiramina, colestipol o colesevelam. Los aglutinantes de ácidos biliares pueden causar hinchazón abdominal.
Medicamentos anticolinérgicos: Los medicamentos como la diciclomina (Bentyl) pueden ayudar a aliviar los espasmos intestinales dolorosos. A veces se recetan a personas que tienen episodios de diarrea. Estos medicamentos son generalmente seguros, pero pueden causar estreñimiento, sequedad en la boca y visión borrosa.
Antidepresivos tricíclicos: Este tipo de medicamento puede ayudar a aliviar la depresión, pero también inhibe la actividad de las neuronas que controlan los intestinos. También puede ayudar a reducir el dolor. Si tienes diarrea y dolor abdominal sin depresión, el proveedor de atención médica puede sugerirte una dosis inferior a la que se suele indicar de imipramina (Tofranil), desipramina (Norpramin) o nortriptilina (Pamelor). Los efectos secundarios, que pueden reducirse si se toma el medicamento antes de acostarse, incluyen somnolencia, visión borrosa, mareos y sequedad en la boca.
Antidepresivos ISRS: Los antidepresivos ISRS, como fluoxetina (Prozac) o paroxetina (Paxil), pueden dar buenos resultados si tienes depresión y presentas dolor y estreñimiento.
Analgésicos: La pregabalina (Lyrica) o la gabapentina (Neurontin) podrían aliviar el dolor intenso o la hinchazón.
Medicamentos específicos para el síndrome de intestino irritable
Los medicamentos aprobados para ciertas personas con síndrome de colon irritable incluyen los siguientes:
Alosetrón: El alosetrón se utiliza para relajar el colon y desacelerar el movimiento de los desechos a través de la parte inferior del intestino. Solo los proveedores de atención médica registrados en un programa especial pueden recetarlo. El alosetrón se usa para casos graves de síndrome de colon irritable con predominio de diarrea en mujeres que no hayan respondido a otros tratamientos. Su uso en hombres no está autorizado. El alosetrón se ha vinculado a efectos secundarios poco frecuentes pero importantes, por lo que solo se debería considerar cuando otros tratamientos no den resultados.
Eluxadolina: La eluxadolina puede aliviar la diarrea ya que reduce las contracciones musculares y la secreción de líquidos en el intestino. Aumenta el tono muscular en el recto. Los efectos secundarios pueden incluir náuseas, dolor abdominal y estreñimiento leve. La eluxadolina también se ha asociado con pancreatitis, que puede ser grave y más común en ciertas personas.
Rifaximina: Este antibiótico puede disminuir la proliferación excesiva de bacterias y la diarrea.
Lubiprostona: La lubiprostona puede aumentar la secreción de líquidos en el intestino delgado para ayudar con la evacuación de las heces. Está aprobado para mujeres que tienen síndrome de colon irritable con estreñimiento y, generalmente, se receta solo para mujeres con síntomas graves que no han respondido a otros tratamientos.
Linaclotida: La linaclotida también puede aumentar la secreción de líquidos en el intestino delgado para ayudar con la evacuación de las heces. La linaclotida puede causar diarrea, pero podría ayudar tomar el medicamento de 30 a 60 minutos antes de comer.