Este es el Lipizzano, el caballo nombrado patrimonio cultural de la Humanidad

Su nombre se deriva de Lipica, ciudad que conserva una antiquísima actividad de cría de estos équidos que data de 1580 y que funcionaba exclusivamente para los Habsburgo en Viena

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La pequeña localidad de Lipica, Eslovenia, es hogar del distinguido caballo Lipizzano, cuya cría comenzó de manera exclusiva en la corte de los Habsburgo, en Viena y en 2022 fue reconocida como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad por la Unesco. (AFP)

Lipica, Eslovenia, escondida entre los Alpes julianos, es reconocida en todo el mundo por ser el origen de la raza de caballos lipizzanos, pues desde el siglo XVI esta raza de équidos blancos con temperamento tranquilo y alegre, producto de cruces entre caballos españoles, árabes y bereberes, han sido criados exclusivamente por la corte de los Habsburgo en Viena. A finales del 2022, esta especie fue reconocida por la UNESCO como patrimonio cultural inmaterial de la Humanidad.

Estos nobles ejemplares son reconocidos por su alta adaptabilidad al entrenamiento de lo que algunos consideran como el ballet equino, que consiste en una serie de movimientos difíciles en los que a través de la fuerza, precisión, concentración y memoria, los caballos realizan cabriolas y piruetas además de galopar con mucha estética.

Actualmente el Estado gestiona la crianza de más de 400 caballos lipizzanos de distintas edades que son cuidados con cariño y alta responsabilidad desde su nacimiento hasta que termina su vida. Si su salud lo permite, estos maravillosos animales puedes estar activos hasta por veinte años.

“Los lipizzanos pueden tener un temperamento fuerte, suelen ser tranquilos, a veces tímidos pero amables. Depende de nosotros reconocer la calidad de cada caballo para poder entrenarlo en función de sus talentos”, explicó a la AFP Miro Dragic, jefe de jinetes quienes visten un saco rojo con pantalones blancos, sobrero de dos picos y botas altas para la equitación.

Durante el pasado fin de semana, la Unesco organizó una ceremonia de celebración para el ingreso de estos animales a la lista del patrimonio cultural de la humanidad. Al evento acudieron los ocho países que presentaron la solicitud para el reconocimiento de la tradición de crianza de estos caballos, Austria, Bosnia, Croacia, Hungría, Italia, Rumania, Eslovaquia y evidentemente Eslovenia.

“Son animales fenomenales, la forma en la que fueron entrenados y el nivel de destreza de los jinetes es increíble”, declaró Laura Highlander, propietaria de una granja y que viajó desde Estados Unidos para ver la ceremonia.

Con información de AFP.