Qué tan saludable es comer quesadillas

Este alimento es un clásico de la gastronomía mexicana

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Las quesadillas con uno de
Las quesadillas con uno de los pilares de la gastronomía de México. Foto: Max Alonso/Infobae México

Las quesadillas forman parte fundamental de la gastronomía mexicana y se consumen ampliamente en diferentes regiones del país. Su valor nutricional y grado de saludabilidad dependen de varios factores: el tipo de tortilla utilizada, el queso empleado, los ingredientes con los que se rellenan y el método de cocción.

Valor nutricional del maíz

Delicias gastronómicas de México presentadas
Delicias gastronómicas de México presentadas en un festín de colores y sabores tradicionales. Foto: Max Alonso/Infobae México

La base de las quesadillas es la tortilla de maíz, elaborada a partir de masa nixtamalizada. El maíz provee carbohidratos complejos, fibra, vitaminas del grupo B y minerales como magnesio y fósforo. La nixtamalización también incrementa la biodisponibilidad de la niacina y el calcio, lo que convierte a la tortilla de maíz en un alimento más completo desde el punto de vista nutricional. El alto contenido de fibra ayuda a la digestión, mantiene la saciedad por más tiempo y contribuye a un mejor control de la glucosa en sangre.

Además, la tortilla de maíz tiene un menor contenido calórico y menos grasas que la tortilla de harina de trigo, lo que la hace una opción preferible para quienes buscan una alimentación equilibrada.

Calidad del queso y de los rellenos

El queso típicamente utilizado en quesadillas es el queso fresco, Oaxaca o panela. Estos quesos aportan proteínas, calcio y otros micronutrientes esenciales. Su contenido de grasa varía, y aunque los quesos frescos tienen menos grasa saturada que los quesos maduros, se recomienda consumirlos con moderación.

En muchas regiones, las quesadillas se rellenan no solo con queso, sino también con vegetales o preparaciones de bajo contenido calórico, como hongos, flor de calabaza, huitlacoche, nopales, espinacas o chicharrón prensado. Los rellenos vegetales refuerzan el contenido de fibra y micronutrientes, mientras que los de carnes deshebradas o guisos vegetales suelen aportar proteínas adicionales sin un exceso de grasa, siempre que se controlen los aceites utilizados en la preparación.

Método de cocción



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Max Alonso/Infobae México
Foto: Max Alonso/Infobae México

El modo de cocción es un factor clave para definir qué tan saludable es una quesadilla. La versión más tradicional implica calentar la quesadilla directamente en un comal o sartén, utilizando poco o nada de aceite. Este método conserva el bajo contenido calórico del platillo, permite que los ingredientes conserven sus propiedades y evita la formación de compuestos nocivos asociados con la fritura.

En contraste, las quesadillas fritas, especialmente en aceite vegetal refinado o manteca, aumentan notablemente su contenido energético y de grasas saturadas o trans, lo que incrementa el riesgo de enfermedades cardiovasculares y aumento de peso si se consumen con frecuencia.

Aspectos a considerar

El exceso de grasas y algunos tipos de relleno pueden desbalancear el plato. Rellenos ricos en grasas, embutidos o carnes procesadas, así como grandes cantidades de queso maduro, suman calorías y pueden elevar el aporte de sodio y grasas saturadas.

Para preservar el perfil saludable de las quesadillas, se recomienda elegir tortillas de maíz, quesos frescos, rellenos vegetales y carnes magras, y evitar frituras o aceites en exceso. Consumidas de esta forma, las quesadillas constituyen una alternativa equilibrada, económica y accesible dentro de la dieta diaria.