UNAM activa estrategia ante lluvias e inundaciones: alerta por crisis climática y calentamiento extremo para 2050

La institución expuso las implicaciones de los recientes fenómenos meteorológicos, así como las causas detrás de su intensidad e incremento

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La Secretaría de Seguridad Ciudadana
La Secretaría de Seguridad Ciudadana informó sobre los puntos donde se registró mayores afectaciones en la Ciudad de México. Foto: X/@OVIALCDMX.

En los últimos días, la Ciudad de México ha enfrentado fuertes lluvias que han impactado significativamente la movilidad y la seguridad de los habitantes en la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM). Ante este escenario, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) ha presentado una estrategia destinada a mitigar los daños ocasionados por este fenómeno, además de mantener informada a la población de manera oportuna.

Tras las intensas lluvias ocurridas el pasado 2 de junio, la Revista Global de la UNAM explicó que este fenómeno se clasifica como una ‘tromba’, término comúnmente utilizado para describir lluvias torrenciales y repentinas. Según la publicación, las precipitaciones de ese lunes fueron de las más intensas en años recientes, ya que en solo unas horas se registraron más de 10 millones de metros cúbicos de agua.

Ante ello, la UNAM contribuye de manera activa en la comprensión y manejo de estos fenómenos ambientales mediante protocolos de acción, sistemas de monitoreo, modelos de predicción y estrategias para fortalecer la resiliencia urbana.

UNAM promueve estrategias por eventos climáticos

De acuerdo con investigaciones realizadas por el Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático y el Instituto de Geofísica de la UNAM, la máxima casa de estudios ha documentado las implicaciones de la expansión urbana como factor significativo en el clima local.

La pérdida de áreas verdes y cuerpos de agua en las ciudades se ha convertido en el principal factor que intensifica las lluvias en estas regiones, incrementando también la frecuencia de estos fenómenos.

La alerta amarilla fue activada
La alerta amarilla fue activada este lunes 1 de junio por las fuertes lluvias en la Ciudad de México. Crédito: Cuartoscuro.

Para 2050, los estudios prevén que las grandes ciudades del país experimenten un calentamiento de hasta dos grados más que el promedio global, incrementando considerablemente la probabilidad de fenómenos climáticos extremos, como: Trombas, lluvias torrenciales, olas de calor y eventos meteorológicos sin precedentes.

¿Cuáles son las medidas de acción? Las entidades universitarias han adoptado protocolos diseñados por la UNAM para enfrentar tormentas intensas e inundaciones, los cuales también pueden ser implementados en otras instituciones tanto públicas como privadas.

  • Monitoreo constante de información meteorológica confiable.
  • Limpieza preventiva de azoteas, coladeras y drenajes.
  • Simulacros de evacuación y capacitación de brigadistas.
  • Señalización y mantenimiento de rutas de emergencia.
  • Coordinación con Protección Civil, Bomberos y servicios médicos.
  • Evaluación inmediata de daños y activación de planes de evacuación.

No obstante, la máxima casa de estudios también ha impulsado la creación de propuestas para identificar y mitigar escenarios de riesgo relacionados con el clima, tales como:

  • Promover estrategias de adaptación al clima, como las Zonas de Desarrollo Controlado (ZEDEC), que limitan la expansión urbana en zonas susceptibles a inundaciones y deslizamientos.
  • Impulsar el diseño de infraestructura verde que permita la recarga de acuíferos, así como regular el escurrimiento de agua y mejora el microclima.
  • El desarrollo de plataformas como UNIATMOS, repositorio de datos climáticos, sin funciones de pronóstico. Y el Sistema de Información sobre Peligros y Riesgos (SISPER), que permite visualizar escenarios de riesgo con base en datos históricos y modelos climáticos.
  • Contribuye a que la sociedad esté mejor preparada frente a un clima cambiante, donde la ciencia y la tecnología se convierten en aliados esenciales para proteger vidas, infraestructura y ecosistemas.