La odisea hacia la recuperación de un osezno separado de su familia por una “selfie”

A mediados de abril, alrededor de todo el mundo se popularizó el video de un grupo de mujeres que hostigaba a un par de oseznos que se encontraban en un árbol ubicado al interior de un complejo de apartamentos de Carolina del Norte, Estados Unidos. Las personas trataban de hacer que uno de los animales salvajes posara junto a ellas para tomarse una “selfie”.

Después de un fuerte chillido, las personas dejaron caer al cachorro, quien huyó despavorido hacia una valla cercana. Más tarde, el animal fue capturado y rescatado por oficiales de la North Carolina Wildlife Resources Commission (NCWRC).

Desde su salvamento, el animal recibió el apoyo y cuidados de miembros del Appalachian Wildlife Refuge (AWR), refugio de vida silvestre sin fines de lucro, quienes aseguran que está teniendo una exitosa recuperación y esperan que pueda ser liberado como un animal salvaje en otoño.

Miembros del AWR se hacen cargo del animal desde el primer momento en que llegó tras ser rescatado por la NCWRC. Sus cuidadores llevan poco más de dos semanas estabilizando al animal.

Savannah Trantham, directora ejecutiva del refugio de vida silvestre, declaró en un comunicado de prensa que entiende por qué este caso provocó sentimientos de “frustración, tristeza y enojo” para muchos espectadores que observaron el video en el que personas apartaron al animal indefenso de su familia para tomarse una fotografía antes de dejarlos caer en el suelo.

“El lado positivo es que el cachorro fue rescatado por el NCWRC. Ahora está a salvo y bien cuidado a pesar de estar separado de su madre”, señaló Trantham.

Una vez se adaptó a la presencia de sus cuidadores, le fue presentado otro osezno huérfano que llegó antes que él. Ambos “están prosperando”, comen bien, interactúan correctamente y hacen “todas las cosas” que se esperaría de un par de cachorros jóvenes.

“Nuestro equipo no tiene motivos para creer que no serán liberados en la naturaleza como animales salvajes en otoño”, aseguró Trantham, quien aseguró que el caso tomó relevancia debido a que se trata de un oso, sin embargo, lamentó que existan acciones similares que afectan el estilo de vida de seres sintientes como tortugas, serpientes, conejos, zarigüeyas, ardillas, pájaros, mapaches y cervatillos.

La directora ejecutiva declaró que “desafortunadamente” para la organización, este es “uno de los muchos” animales que han rehabilitado debido a “los impactos negativos de las interacciones humanas inapropiadas”.

Destacó que esa es una de las razones principales por las que su trabajo es “tan importante y valioso”, pues la gente debe comprender el daño que ocasiona la interferencia humana.

AWR ha rehabilitado a cachorros de oso negro rescatados por el NCWRC desde la primavera de 2020. Hasta el momento, 39 oseznos heridos o huérfanos han tenido la suerte de contar con una segunda oportunidad gracias a los biólogos de la comisión de Carolina del Norte.

Las autoridades aseguraron que rehabilitar oseznos es costoso y que uno de estos cachorros puede costarle a la organización sin fines de lucro entre 2.000 y 3.000 USD únicamente en la alimentación requerida para que alcancen “un tamaño de liberación saludable” una vez llegue el otoño.

“Si recibimos un cachorro huérfano sano a una edad temprana, fácilmente vemos una factura de alimentos de entre 2.000 y 3.000 dólares con las fórmulas especializadas, alimentos secos, productos frescos y presas enteras que obtienen en sus variadas dietas”, dijo Trantham.

La factura total oscila entre los 20.000 y 30.000 USD que se divide entre la alimentación, gastos médicos y enriquecimiento y mantenimiento del hábitat. La directora ejecutiva de la organización admitió que estos animales no sólo son los más caros, también son “los más desafiantes”, ya que requieren que sus necesidades sean satisfechas y los cuidadores deben asegurarse de criarlos correctamente para que tengan éxito como osos salvajes.