El asunto de la no publicación del libro “La costa nostra”, de la periodista Laura Ardila, por parte de la filial colombiana del grupo Planeta, ha sido tema de discusión durante toda esta semana en la prensa de este país. Esta decisión llevó a la renuncia de Juan David Correa, director literario de Planeta Colombia, y desató una ola de reacciones por parte de escritores, artistas y periodistas.
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Según reveló Laura Ardila en un artículo publicado en El Espectador, su libro, producto de una investigación sobre el grupo Char, una de las familias politicas más poderosas del país, ya estaba en proceso de impresión cuando la editorial decidió no lanzarlo al mercado. El motivo detrás de esta decisión habría sido el temor a posibles represalias legales por parte de los Char, según el departamento jurídico en España, sede del grupo Planeta. Ardila afirma que se había realizado una consulta legal en Colombia previamente.
La no publicación de “La costa nostra” llevó a Juan David Correa a dar un paso al costado y generó una gran cantidad de manifestaciones en redes sociales de artistas y escritores a favor de la periodista y el editor, cerca de 95 escritores enviaron una carta a la editorial, destacando el trabajo de Correa y solicitando que se reconsidere la decisión de no publicar el libro en cuestión.
La carta fue suscrita por autores y autoras de Planeta y otros autores, artistas y periodistas, tanto colombianos como de otros países, entre los que se encuentran Helena Urán Bidegain, Azriel Biblowicz, Doris Salcedo, Juan Diego Mejía, Patricia Iriarte, Octavio Escobar, Federico Díaz-Granados, Evelio Rosero, Mónica Acebedo Cuéllar, Ramón Cote, Natalia Arroyave, Daniel Ángel, Sergio Ocampo Madrid, Catalina Holguín, Miguel Ángel Manrique, Juan Carlos Flórez A., María José Mejía E., Guido Tamayo, Javier Ortiz Cassiani, Hugo Chaparro Valderrama, J.J. Junieles, Juan Manuel Roca, Margarita Posada, Alonso Sánchez Baute, Luz Mery Giraldo, José Manuel Jaramillo y Santiago Rueda Fajardo, entre muchos otros.
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Uno de los fragmentos de la carta de los escritores destaca: “El trabajo con el que Correa leyó nuestras historias es una evidencia de su pasión por el arte de la escritura y por su interés indeclinable para que un autor permanezca en algo tan impredecible como puede ser el tiempo”. Se enfatiza en la cantidad de títulos publicados por Correa en un lapso de cinco años, lo que refleja su convicción en el poder de las palabras para mejorar la realidad del país.
En la carta, los firmantes expresan su sorpresa e indignación por esta censura y resaltan la importancia de la libertad de expresión en el ámbito de la creación intelectual.
“Deseamos solicitarle a la editorial, en nuestra condición de autores, que reconsidere la decisión de no publicar el libro de Laura Ardila y reafirme así su independencia y apuesta por aportar, a través de su fondo, elementos al lector para entender con claridad la tras escena de la corrupción a la que es sometida la sociedad colombiana”. Asimismo, se solicita la reincorporación de Juan David Correa para seguir nutriendo el catálogo de la editorial.
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En respuesta a la carta, Planeta Colombia emitió una misiva firmada por Mariana Marczuk, directora editorial de la filial, dirigida a Bayardo Henao, el gerente general. En la carta, agradece a los firmantes por expresar sus inquietudes y reafirma el compromiso de la editorial con los autores y su trabajo. Aclara que la decisión de no publicar el libro se basó en tres dictámenes jurídicos que señalaban riesgos legales significativos y asegura que el manuscrito entregado por la autora ya le ha sido devuelto.
“Como ustedes saben, el acervo editorial que hemos construido es la suma del esfuerzo, compromiso y trabajo de un amplio grupo de profesionales, entre los que se encontraba Juan David Correa, quien decidió renunciar. El equipo que desde hace muchos años ha dedicado y dedica su vida laboral a los libros con cariño, respeto y rigurosidad, seguirá trabajando de la mano de nuestros autores”, escribe Marczuk.
Mientras algunos defienden la decisión de la editorial, basada en riesgos legales, otros argumentan que se está violando la libertad de expresión y la independencia editorial. El conflicto también plantea interrogantes sobre el papel de las editoriales en el ámbito literario y su relación con los escritores y la sociedad en general.
La no publicación del libro “La costa nostra” ha desencadenado un debate intenso. Por lo pronto, el asunto queda en suspenso, mientras el mundo literario espera una resolución satisfactoria que promueva el diálogo y respete los derechos de los autores y la diversidad de opiniones.
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