Absuelven a dos oficiales de la Fuerza Aérea acusados por la caída de un avión en Bolivia que provocó la muerte de seis militares

El Tribunal Oral Federal 2 consideró que había “debilidades probatorias” para esclarecer el motivo del accidente ocurrido en marzo de 2006. Los imputados fueron juzgados por el delito de estrago doloso

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Los restos del avión luego de caer en picada a una altura aproximada de 12.841 pies (AP 162)
Los restos del avión luego de caer en picada a una altura aproximada de 12.841 pies (AP 162)

El Tribunal Oral Federal N°2 absolvió por el beneficio de la duda a dos oficiales de la Fuerza Aérea Argentina acusados por la caída de un avión Learjet 35 A, que provocó la muerte de seis militares tras su despegue del Aeropuerto Internacional “El Alto” de la ciudad de La Paz, Bolivia, el 9 de marzo de 2006.

Para fundar la absolución del capitán Sebastián Segura y del comodoro César Eloy Sprenger, los jueces Jorge Gorini, Néstor Costabel y Rodrigo Giménez Uriburu consideraron que “son demasiadas las debilidades probatorias que impidieron esclarecer, en última instancia, cuál fue el principal motivo del trágico accidente”, informó Noticias Argentinas.

El oficial retirado Segura (52), por entonces jefe de Escuadrilla Operativa Learjet de la II Brigada Aérea, y el comodoro retirado Sprenger (65), quien fuera jefe del grupo aéreo II de la Segunda Brigada Aérea, llegaron al juicio oral acusados de “haber puesto en una situación de peligro la seguridad de la aeronave Learjet 35 A matrícula Tango 21 (T-21) que derivó en la destrucción del avión y en la muerte de sus ocupantes”.

El siniestro del 9 de marzo de 2006 produjo la muerte de 6 militares (AP 162)
El siniestro del 9 de marzo de 2006 produjo la muerte de 6 militares (AP 162)

Para la titular de la Fiscalía General N° 3 porteña, Gabriela Baigún, existían pruebas suficientes para afirmar que ambos estaban al tanto de que la aeronave no estaba preparada para realizar ese viaje y que la tripulación no tenía la aptitud para esas maniobras de vuelo. Bajo esos parámetros, solicitó una pena de 10 años de prisión para ambos por el delito de estrago doloso agravado por la muerte de seis personas.

“Es evidente que la planificación y aprobación de una misión aérea a un aeródromo situado a más de 13.000 pies, con un avión Learjet 35 -conocido como Tango 21-, cuyo límite operacional es de 10.000 pies, pone en peligro la seguridad de dicha aeronave en el sentido exigido por el tipo penal, puesto que justamente, el margen para una actuación dentro del riesgo permitido está dado por esa limitación”, señaló la acusación en su alegato final.

De acuerdo a la fiscalía, Segura y Sprenger fueron coautores responsables de la planificación y la aprobación de la misión aérea con una aeronave que sólo se encontraba diseñada y certificada para efectuar operaciones de despegue y aterrizaje bajo una altura máxima de hasta 10.000 pies. El aeropuerto internacional de “El Alto”, en tanto, se encuentra a 13.400 pies, siendo el más alto del mundo.

El siniestro ocurrió en el marco de un vuelo humanitario efectuado para proveer a Bolivia de medicamentos tras una fuerte inundación. Según consignó el Ministerio Público Fiscal, la aeronave Tango 21 voló desde Buenos Aires hasta “El Alto” el miércoles 8 de marzo de 2006. Al arribar, se registró un olor a cable quemado en la cabina, lo que llevó a la suspensión del vuelo de regreso y el envío de personal técnico para subsanar el problema.

Tanto Segura como Sprengler fueron absueltos por "inexistencia de delito" (AP 162)
Tanto Segura como Sprengler fueron absueltos por "inexistencia de delito" (AP 162)

Un día después, la aeronave emprendió la vuelta despegando a las 15.27 con la autorización de la torre de control. Tres minutos después, a una altura aproximada de 12.841 pies, comenzó a caer en picada e impactó contra la falda de una loma de la zona de Kiluyo, en la comunidad de Chonchocoro. El choque provocó una explosión y el fallecimiento de forma instantánea de todos los tripulantes y pasajeros.

El entonces ministro de Salud Ginés González García tenía planeado viajar en ese vuelo, pero por cuestiones técnicas y de agenda regresó en otro avión a la Argentina. Las víctimas del siniestro fueron el capitán Fernando Francos, el primer teniente Matías Simonetti, el suboficial principal Juan José Otero, y los suboficiales auxiliares César Aimino, Javier Brondi y Jorge Peralta.

Para el TOF 2, el mismo que condenó a prisión por administración fraudulenta a la expresidenta Cristina Kirchner en la causa “Vialidad”, aunque con otra integración, los informes preparados por las juntas investigadoras para el caso “carecen de resultados concluyentes”. Además dijeron que “los testigos arriesgaron hipótesis plausibles pero disímiles entre sí, y los restos del avión hallados permiten formular suposiciones que no alcanzan el grado de verosimilitud necesario en este juicio convictivo”.

“No sabemos, en definitiva a ciencia cierta, por qué el avión se precipitó al suelo a poco de despegar”, señalaron, y agregaron: “Nos hallamos condicionados por el insuperable estado de duda que impide, a la postre, tener por realizado el tipo penal en trato”.

Los jueces, en sintonía, hablaron de una escasez en los elementos de prueba que “conduce a la inexorable conclusión de que los hechos objeto de este proceso son atípicos y, por ello, ha de declararse la inexistencia de delito”. Luego, concluyeron: “Son demasiadas las debilidades probatorias que impidieron esclarecer, en última instancia, cuál fue el principal motivo del trágico accidente”.