Nunca usó una computadora, llegó a liderar un club de robótica y su vida cambió para siempre

María del Carmen Juárez Cruz es parte de la llamada “generación de la fe”, son alumnos de la Escuela Técnica Roberto Rocca, ubicada en Pesquería, México. Gracias a su educación, hoy planea un futuro diferente y sueña con retribuir a través de su conocimiento

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María del Carmen Juárez Cruz jamás pensó que su futuro estaría vinculado con la Mecatrónica y la Electromecánica. Sobre todo, sin haber tenido siquiera conocimientos de computación. "De hecho, nunca había usado una computadora en mi vida", cuenta a Infobae.

Hoy, su futuro es muy prometedor. "Me dijeron que se iba a abrir un club de robótica y me metí", así comenzó sus primeros pasos por la Escuela Técnica Roberto Rocca, ubicada en Pesquería, México.

Esta escuela de excelencia y vanguardia -prácticamente gratuita- le permitió conocer una faceta suya totalmente impensada. María del Carmen no solo logró entrar al taller de robótica sino que además, fue seleccionada en uno de los equipos que representó a la escuela en el mundial de robótica que se llevó a cabo en Shangai, China.

"Jamás me había subido un avión. Fueron muchas horas", recuerda.

Alumnos de la Escuela Técnica Roberto Rocca. Foto: Patricia Juárez
Alumnos de la Escuela Técnica Roberto Rocca. Foto: Patricia Juárez

En Pesquería habitan un poco menos de 100.000 personas y se ubica a 47 kilómetros del municipio más rico de México: San Pedro Garza García que ocupa el primer lugar en ingresos per cápita en el país y recauda anualmente 7.8 millones de dólares convirtiéndolo en uno de los más ricos y más caros, incluso de Latinoamérica.

"Lo único que había en la comunidad donde yo vivía era primaria y tenía que viajar una hora para viajar a la secundaria. Muchas veces, por tempestades, no podía salir a la calle porque quedaba aislada entre ríos y arroyos, y quedaba incomunicada.  La secundaria, a lo mucho, tenía 6 salones y pasábamos frío porque estaban sin ventanas. Desde que me aceptaron en la Roberto Rocca, mi vida cambió para siempre".
Agentes de cambio

La meta de María del Carmen pasa hoy por cambiar el futuro de su comunidad. "Estamos pensando en una forma de embobinar electromagnetismo – interacción fundamental que involucra a partículas subatómicas y que se genera a partir de la carga eléctrica de éstas.- que se encuentra en casi la mayoría de las zonas, y hacer energía lumínica para las comunidades que no la tienen".

Uno de los proyectos trata de generar energía lumínica para las comunidades que no la tienen
Uno de los proyectos trata de generar energía lumínica para las comunidades que no la tienen

Ese propósito no es el suyo solo, sino que el de cientos de alumnos que asisten todos los días a la escuela de robótica más importante de América Latina.

"Este proyecto busca cambiar la vida de muchos chicos. No solo en lo que aprenden sino que vemos que han cambiado como personas. Los ves ahora más confiados en sí mismos y con unas perspectiva que obviamente no tenían cuando iniciaron", dice a Infobae José Efrén Castillo Sarabia, director de la Escuela Técnica Roberto Rocca.

No solo el factor humano es clave sino que el método de aprendizaje también. Si las tecnologías van avanzando, el método tiene que cambiar. Así lo sostiene el profesor Daniel Bonifaz Balcázar.

"Mediante una pregunta que englobe los contenidos de la materia, los estudiantes hacen su propuesta de proyecto y nosotros los vamos guiando. Cada equipo elige lo que quiere aprender. Lo que les apasiona es lo que los mueve. Por eso funciona".

Este años e recibirá la primera camada de alumnos. Foto: Juan Vicente Manrique.
Este años e recibirá la primera camada de alumnos. Foto: Juan Vicente Manrique.

Esta institución de excelencia fue construida por la empresa Ternium –Grupo Techint-y demandó una inversión total de 30 millones de dólares ya que entienden que la educación contribuye a generar oportunidades en las futuras generaciones. Con esto no se busca que sus egresados trabajen en la empresa, sino formar profesionales para enfrentar los desafíos de hoy.

Sin dudas tanto María del Carmen, como sus compañeros, marcarán el principio de un nuevo camino en Pesquería. Se los conoce como "la generación de la fe", esos jóvenes que sin siquiera haberlo soñado, se convertirán en los verdaderos agentes de cambio.