Una investigación revela por primera vez que las cianobacterias marinas se comunican

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Córdoba, 27 may (EFE).- Un estudio ha revelado que las cianobacterias marinas no operan de forma aislada, sino que interaccionan físicamente a través de unos nanotubos que actúan como puente de intercambio entre células.

La revista Science Advances ha publicado este lunes una investigación que da un giro a la forma de entender la cianobacterias, indispensables para el sustento de la vida, según un comunicado de la Universidad de Córdoba.

El estudio está liderado por la investigadora de la Universidad de Córdoba María del Carmen Muñoz que fue quien descubrió unas estructuras que, "aunque ya habían sido descubiertas años atrás en otras bacterias, jamás habían sido halladas en este tipo de seres vivos, responsables de producir más de la mitad del oxígeno que hay en la Tierra".

Aquellas "extrañas estructuras se llaman nanotubos de membrana" y lo relevante es que, según ha concluido el estudio, "estos pequeños tubos posibilitan que estos seres vivos puedan traspasarse material generando un puente de intercambio, una especie de manguera que sirve para conectar a células cercanas y les permite transferir sustancias de unas cianobacterias a otras".

Desde que estos organismos fueron descubiertos, se trata de la primera vez que se evidencia un contacto físico y directo entre ellos.

Frente a la idea de que estos organismos operan de forma aislada, la investigación pone sobre la mesa que podrían actuar como una especie de red en la que interaccionan, "una premisa de gran relevancia teniendo en cuenta que estos seres vivos son los organismos fotosintéticos más abundantes del planeta".

Suponen un auténtico pulmón para los océanos y son indispensables para el sustento de la vida tal y como se conoce.

El estudio ha movilizado durante los últimos años a un grupo multidisciplinar integrado, entre otros, por los Departamentos de Bioquímica y Biología Molecular, y de Biología Celular de la Universidad de Córdoba, el Instituto Maimónides de Investigación Biomédica de Córdoba, el Instituto Universitario de Investigación Marina de la Universidad de Cádiz, el Instituto de Bioquímica Vegetal y Fotosíntesis de Sevilla o la oceanógrafa Sallie W. Chisholm, miembro del Massachusetts Institute of Technology y descubridora del género Prochlorococcus de cianobacterias.

Desde que comenzó la investigación, el equipo ha puesto en marcha distintos experimentos en el laboratorio, como el uso de proteínas fluorescentes y su seguimiento mediante microscopia de fluorescencia o el uso de microscopía electrónica para la caracterización de dichas estructuras.

Con estas pruebas han podido certificar que existe un intercambio de material del interior de una célula a la otra. EFE

mmm/vg/pss

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