El Villarreal despide una temporada de transición con una notable recta final

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Javi Mata

Vila-real (Castellón), 26 may (EFE).- El Villarreal despidió este sábado una temporada de transición, en la que, tras muchos altibajos, acabó el curso la temporada con buenas sensaciones y con una idea y una base de proyecto a futuro tras la llegada a mitad de temporada de Marcelino García Toral y la consolidación de sus ideas en la plantilla.

La temporada del Villarreal tuvo tres nombres propios en las figuras del propio Marcelino, así como Alexander Sorloth y Alex Baena.

La llegada de Marcelino García Toral sirvió para estabilizar el proyecto y preparar las bases del equipo a futuro después de que los castellonenses arrastrasen una tendencia negativa en la primera parte de la temporada, en la que estuvieron incluso cerca de los puestos de descenso.

Tras las destituciones de Quique Setién y José Rojo Martín 'Pacheta', el club decidió recuperar para su banquillo a Marcelino García Toral, siendo el artífice del cambio en la dinámica de juego y resultados.

Así, de coquetear con la zona de descenso, el Villarreal se quedó a las puertas de poder alcanzar una plaza europea tras firmar una brillante segunda parte de temporada, si bien cierra la campaña con dos sensaciones contrapuestas, al ser el más goleado de la historia y uno de los más goleadores.

En el aspecto ofensivo destaca el delantero noruego Alexander Sorloth, que tras marcar cuatro goles en la penúltima jornada ante el Real Madrid y situarse líder de los goleadores de LaLiga vio como se le escapaba esta condición en la última cita del torneo tras el triplete del atacante ucraniano del Girona Artem Dovbyk y su propia lesión en el primer cuarto de hora del partido ante Osasuna.

Individualmente también destacó la figura del centrocampista Álex Baena, que cerró el curso siendo el máximo asistente.

La temporada comenzó cruzada con Setien en el banquillo, ya que los jugadores del Villarreal no tenían la mejor relación y el mejor entendimiento con su técnico. A pesar del buen final de la Liga anterior, la campaña empezó con muchos problemas internos, lo que desembocó en la destitución de Setién tras la tercera jornada.

La salida de Setién fue cubierta por José Rojo Martín “Pacheta”, que llegó al club para intentar recuperar el buen ambiente y los resultados, aunque sin conseguirlo en una fase en la que el Villarreal sumó una serie de muy malos resultados como local, con derrotas duras en casa ante Girona o Athletic Club.

El Villarreal iba a tirones y con un mejor rendimiento como visitante que como local pero sin conseguir la regularidad.

Con el Villarreal mostrándose muy vulnerable en defensa, llegó la destitución de Pacheta tras ofrecer una mala imagen pese a ganar en Chipre el partido de competición europea ante un Maccabi Haifa que llevaba casi dos meses sin trabajar con normalidad ni competir por la guerra.

La sensación de que el equipo no funcionaba, la cercanía de los puestos de descenso y el bajo nivel competitivo de jugadores muy importantes, hizo que el club apostara por un segundo cambio en el banquillo.

Marcelino García Toral, un técnico conocido y al que se veía desde el club con capacidad para revertir la situación de crisis, llegó para tratar de mejorar el nivel competitivo, salvar al equipo lo más rápido posible e ir reconstruyendo el equipo de cara a la siguiente temporada.

Pero el arranque tampoco fue fácil y, tras un inicio con dudas y derrotas en Copa del Rey ante Unionistas y en Liga ante la Real Sociedad, el Villarreal llegó al mercado de invierno con la necesidad de fichajes, ya que las lesiones de gravedad de jugadores como Denis Suárez, Yeremy Pino o Juan Foyth obligaban a hacer un esfuerzo de este mercado.

El Villarreal se reforzó con los defensas Eric Bailly y Yerson Mosquera y los atacantes Gonçalo Guedes y Bertrand Traoré.

Además, con Marcelino al mando hubo futbolistas que empezaron a recuperar su nivel, casos como los de Dani Parejo, Santi Comesaña, Coquelin o Alberto Moreno, a lo que se sumó la irrupción de jóvenes como Ilias Akomach y la recuperación de Kiko Femenía.

El equipo comenzó encadenar buenos resultados, aunque la victoria en Barcelona por tres goles a cinco fue la clave para un cambio que le llevó a convertirse en el tercer mejor equipo de la segunda vuelta tras ser uno de los peores en la primera. Los castellonense sumaron 19 puntos en la primera parte del campeonato y 35 puntos en la segunda.

De pensar solo en salvarse, acabaron la temporada incluso con opciones europeas, aunque estas desaparecieron en la penúltima jornada tras empatar en casa con el Madrid en uno de los partidos más destacados del año (4-4). EFE

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jmg/cta/jpd

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