Muchas veces pensamos que nuestro camino profesional solo puede existir pasando por la universidad y por carreras socialmente valoradas, pero hay quienes descubren otras rutas que son igual de sólidas y que están bien remuneradas. Este es el caso de Abel, un fontanero que se adentró en el oficio a los 16 años, y que en la actualidad fomenta la profesionalización de técnicas como la fontanería, ya que pueden llegar a generar ingresos mucho más competentes que los de muchas carreras universitarias.
En una reciente entrevista para el pódcast The Apex Era, Abel comentó cómo eligió este camino y cómo su experiencia le ha hecho ver la fontanería no solo como un oficio manual y físico, sino como una profesión ambiciosa y con un gran potencial económico. Empezar joven le dio mucho recorrido para formarse en un ámbito considerado básico, pero ahora, hay bastante posicionamiento profesional y supone una carrera con futuro y a largo plazo.
Según el fontanero, lo esencial no es solo el oficio, sino la determinación y la habilidad para hacerlo bien. Para muchos profesionales, el resolver problemas que otros no pueden marca la diferencia tanto en reputación como en ingresos. Además, en el mercado laboral actual la especialización práctica ha ganado mucho peso.
Un oficio con potencial económico real
“Yo escogí mi profesión con 16 años”, comenta el entrevistado, que añade que “una persona fontanera que se monte su negocio por su cuenta, puede ganar un buen pico, más o menos como un médico”.
La clave está en cómo se estructura el trabajo un autónomo. Un fontanero que trabaja por cuenta propia y ha conseguido clientes fieles puede llevar ingresos superiores a los que tendría trabajando solo como empleado por cuenta ajena. Abel explica que la especialización y la cercanía se traducen en tarifas más elevadas y en mejores condiciones.
Según datos de Campus Training, un fontanero en plantilla cobra un salario base anual de 16.294,50 euros, a los que se suman complementos por convenio, nocturnidad o penosidad. El total puede superar los 18.000 euros al año. Pero eso solo sería el principio. Trabajar por cuenta propia en el sector implicará una mayor carga de responsabilidad, pero también un mayor margen de beneficios.
Una oportunidad valorada
En la actualidad, trabajos que tradicionalmente han sido considerados manuales y, que pocos jóvenes elegían de forma voluntaria, están volviendo a considerarse, ya que la demanda de profesionales capacitados en tareas específicas está creciendo. Los jóvenes empiezan a reconsiderarse profesiones más allá de la universidad.
“Yo no me rindo. Hasta que no encuentro el problema, no me voy”, afirma Abel. La constancia, el trato con el cliente y la fiabilidad son aspectos que, aunque no figuren en un contrato, son los que te hace ganar relevancia en el mercado. “Si eres bueno, siempre puedes pedir más”.
En mensaje de Abel es claro: no se trata solo de lo que se estudia en la universidad, sino de cómo se aplica el conocimiento y las habilidades en el mundo real para crear y generar ingresos sostenibles.