Un alud ha sorprendido a un grupo de seis montañistas vascos en el pico de Tablato, en la zona del Balneario de Panticosa, mientras practicaban esquí. Dos de los integrantes del grupo consiguió salir por su propio pie sobre la 13:00 horas; quedando cuatro de ellos atrapados hasta que los servicios de rescate de la Guardia Civil y dos helicópteros medicalizados pudieron acceder a la zona. La avalancha, producida a unos 2.700 metros de altitud, ha dejado a tres muertos -dos hombres y una mujer- y una cuarta persona con hipotermia que ha tenido que ser trasladada al Hospital de San Jorge en Huesca.
El área es muy frecuentada por aficionados al esquí de montaña debido a los 1.000 metros de desnivel. Al lugar se han desplazado el presidente de Aragón, Jorge Azcón, y su opositora, Pilar Alegría. El accidente ha ocurrido pocas horas después del lanzamiento de la campaña Montaña Segura, y la publicación del boletín de información nivológica y de peligro de aludes de la Aemet.
Dicho informe situaba a la zona del Pirineo Gállego con un peligro notable de 2 sobre 5 para altitudes inferiores a 2.100 y de 3 para las superiores. Esto ha elevado así el aviso a nivel dos con respecto a las placas de viento y la nieve húmeda en la zona -que dos de los agentes principales de la creación de aludes-. También hay que tener en cuenta que la formación de aludes responde a una combinación de factores relacionados con el estado de la nieve, la orografía y la intervención humana.
El parte de alud de la Aemet
Las condiciones meteorológicas y nivológicas en el pico de Tablato, donde ha ocurrido el accidente, se encontraban bajo especial vigilancia debido al riesgo de aludes señalado por los últimos informes de la Aemet. Para este lunes, el parte alertaba sobre la presencia de placas de viento en cotas altas y problemas de nieve húmeda en las solanas, principalmente en cotas bajas y medias. La estructura del manto nivoso presentaba capas sucesivas de grano fino y redondo, con costras de rehielo y presencia de nieve facetada enterrada, lo que favorece inestabilidad. Asimismo, en cotas superiores a 2.100 metros, el manto llegaba a superar los 60 centímetros, con predominio de nieve seca en las zonas más elevadas y más humedecida en los valles.
Las placas de viento, sobre todo en laderas orientadas al norte y oeste, resultaban difíciles de identificar y se mantenían frágiles ante cargas ligeras como el paso de un esquiador o montañista, lo que podía provocar aludes medianos o incluso grandes. Pese a la reducción de espesores en las últimas horas, el riesgo seguía siendo notable a la hora de la avalancha de Panticosa. La ausencia de nuevas nevadas no garantizaba una mejora inmediata de la estabilidad, por lo que las autoridades recomendaban extremar la precaución en la zona, especialmente en pendientes soleadas y cotas altas del Pirineo aragonés.
¿Por qué suceden las avalanchas de nieve?
A pesar de que las avalanchas de nieve pueden suceden por la correlación de diversos factores, el estado del manto nivoso es clave: la transformación de los granos, el espesor de nieve reciente y la presencia de placas de viento determinan la estabilidad de la superficie. Cuando el espesor de nieve reciente supera los 30 centímetros, aumenta el riesgo, especialmente en pendientes pronunciadas. De esta forma, sumando la acumulación de placas de viento, generadas por ráfagas anteriores, se favorece el desprendimiento sobre las laderas de sotavento.
La orografía también influye en el desencadenamiento de avalanchas, pues la mayoría de los accidentes se producen en pendientes entre 30 y 45 grados, tal y como señalan los expertos de Rutas Pirineos. Zonas convexas, palas lisas y áreas sin obstáculos se consideran especialmente peligrosas, mientras que lomos y crestas ofrecen mayor seguridad. Por su parte, la rugosidad del terreno y la vegetación actúan como freno natural, aunque la presencia de corredores pelados o árboles inclinados puede indicar riesgo recurrente.
No obstante, el factor humano es determinante: aproximadamente el 73% de los aludes con víctimas han sido provocados por la sobrecarga que supone el paso de personas sobre una capa inestable. Por este motivo, los expertos recomiendan planificar la ruta consultando el boletín de aludes, verificar el equipo de rescate y vigilar continuamente los posibles indicios de peligro durante la actividad. “No nos vamos a cansar nunca de lanzar todos los avisos de precaución en la montaña, independientemente de que se vaya equipado, independientemente de que las condiciones puedan parecer razonables. El riesgo cero no existe y en este caso se ha producido por la fractura de una placa, ha arrastrado tanto hielo como nieve y se ha producido ese arrollamiento de las personas con este resultado fatídico”, ha expresado el delegado del Gobierno en Aragón, Fernando Beltrán, ante los medios en el lugar del accidente.
De esta forma, el director general de Interior, Miguel Ángel Clavero, que también se ha desplazado hasta Panticosa ha determinado que durante los días de frío y nevadas es frecuente la formación de placas en láminas, estructuras inestables donde una de las capas puede fracturarse: “Una de ellas se rompe y desliza sobre las otras y arrastra a los que están encima de la placa”, afirmaba al explicar lo sucedido en el pico de Tablato.